Capítulo 18

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ZEE

Oigo todo lo que Saint me cuenta y no puedo creer lo que ha tenido que pasar en su vida. Es el ser más generoso, amable, cariñoso y perfecto que he conocido nunca, no se merece ese sufrimiento.

Me siento un inútil integral, ahora que se ha abierto a mí no sé qué decirle, cualquier palabra será poco para hacerle comprender lo mucho que lo amo y lo mucho que siento que su vida haya sido un infierno. Me duele tanto que creo no poder aguantar este sentimiento.

Me siento en la cama y hago que él se siente también. Su frente pegada a mi frente, pongo mi mano en su antebrazo y hago que él ponga la suya en el mío.

-Ahora Saint no tendrás que soportar ese peso tú solo, ahora tú y yo somos la base de esta pequeña familia que formamos. En el ejército tus compañeros son tu familia, les confías tu vida y ellos te confían la suya, es un pacto de sangre, para siempre.

Espero que entienda lo que quiero explicarle.

-Juntos somos invencibles, repítelo- le pido.

-Juntos somos invencibles- me repite.

-Juntos somos impenetrables, dilo- le vuelvo a pedir.

-Juntos somos impenetrables- me dice.

-Juntos podremos con el mundo, grítalo- le ruego.

-Juntos podremos con el mundo- me grita.

-Eso es mi ángel, sin ti no soy nada, solo un hombre que pasa por esta vida sin significado. Pero estando juntos no podrán vencernos jamás, cualquiera que sea el obstáculo lo sortearemos juntos. Esto es un pacto para siempre, sin fisuras, sin condiciones, eternamente.

Saint me besa con necesidad, sus brazos me rodean con fuerza, quiero fundirme en él y eso hago sin condiciones.

SAINT

Cuando Zee rodea mi antebrazo con su mano y yo rodeo el suyo con la mía, él me hace la promesa de amor más grande del mundo. Volvería a pasar por ese infierno para poder estar en este punto con él.

Lo he echado tanto de menos que me arrojo a sus brazos y lo beso con una necesidad infinita. Necesito sus caricias, su cuerpo cubriendo el mío haciéndome sentir a salvo, en casa. Él no me niega nunca nada y me da lo que le pido en cada momento. Me hace el amor suavemente, sin dejar de mirarme, sellando el pacto que nos hemos hecho. Juntos ante cualquier adversidad, y sé que lo cumplirá, siempre lo hará y yo también.

El amanecer nos sorprende despiertos el uno junto al otro hablando de todo y de nada. Esta intimidad que tenemos es perfecta, reconfortante y maravillosa.

-Me dejaste con la cena en la mesa, había preparado tu pasta favorita- le reprocho con un mohín de niño pequeño.

-Lo siento mi ángel, estaba muy enfadado y asustado por todo, perdóname- me pide.

-Bueno por esta vez lo dejaré pasar, pero la próxima vez.., bueno que no haya próxima vez, por favor- le suplico.

-No habrá próxima vez, lo prometo. Lo que sea que nos pase lo hablaremos y no huiré- me dice.

-¿Qué tal tu viaje por Japón?- le pregunto para cambiar un poco de tema.

-Pues horrible, primero tener que aguantar a tanto chupatintas remilgado y después cuando vimos las noticias todo se volvió un caos. Kao no dejaba de maldecir y buscaba como fuera billetes para volver a Bangkok lo antes posible. Como no encontraba vuelos comerciales lo suficientemente pronto alquiló un Jet privado. Le habéis costado una fortuna a Kan Security- me resume.

Elección acertada - ZeeSaint (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora