Capítulo 28

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SAINT

Pasan las semanas y Zee cada vez está más fuerte, he cocinado para los dos ricas y nutritivas recetas. Necesitaba ganar algo del peso que perdí los peores dos meses de mi vida. He pedido una excedencia del trabajo quiero estar aquí para él, tengo que recuperar el tiempo perdido y disfrutar de su compañía.

Últimamente no sale del gimnasio que los chicos montaron para él en el garaje. Estoy empezando a odiar esa sala llena de máquinas de tortura la verdad. Ayer corrimos juntos media milla y parece que lo aguantó bastante bien, no quiero que fuerce su recuperación. Hoy salió del gimnasio después de una sesión intensiva y me pasé la tarde dándole masajes en sus doloridos músculos.

El tema sexual cada día me trae más de cabeza, su cuerpo ha recuperado la musculatura previa al incidente y no puedo evitar excitarme viéndolo sin camiseta por la casa. Creo que un día de estos la abstinencia me matará y en el certificado de defunción tendrán que poner como causa de la muerte Zee Pruk.

ZEE

Este año la primavera es más calurosa de lo habitual, llevo toda la mañana en el gimnasio, debo recuperarme lo antes posible para que podamos seguir con nuestras vidas con normalidad.

Salgo al jardín trasero buscando a mi ángel y lo que veo es digno de la mejor película para adultos del mundo.

Saint está en el jardín solo vestido con un pequeño pantalón y su precioso torso al descubierto. Está regando las plantas del jardín, el sol se refleja en su precioso pelo y hace relucir su piel de porcelana. En un momento dado lleva la manguera con la que riega el jardín hacia su cabeza y se moja por completo para quitarse el calor.

Mis ojos se abren como platos y mi polla va a reventar en mis pantalones. Es la viva imagen de la belleza, mojado, semidesnudo y con su hermosa boca entreabierta por el placer que le proporciona la improvisada ducha.

Quiero a Saint para siempre, nunca he tenido tanta claridad sobre nada en la vida. Saint es la constante en mi existencia, todo lo que hay a nuestro alrededor puede variar, pero nuestro amor jamás cambiará. Siempre querré más de él, siempre lo desearé con intensidad, siempre será parte de mi ser.

Camino hacia mi ángel perfecto y enredo mis manos en su pelo para atraerlo hacia mi boca, he estado esperando este momento semanas enteras. Él me mira con esos ojos que desarman mi vida y me sonríe con dulzura.

Me quito la camiseta que traigo y sus ojos oscurecen de deseo, también veo un atisbo de duda en ellos.

-Saint cariño, ya estoy bien necesito tenerte o creo que moriré de deseo, y tú no quieres eso, ¿verdad?- le susurro al oído.

Me sonríe otra vez y sé que se ha rendido, aprovecho la oportunidad y estampo mi boca contra la suya, recorro su hermoso cuerpo con las manos y aprieto mi dura erección contra su cadera. Joder es fantástico, tanto que me correré como un adolescente si no me controlo.

Él corresponde a mi beso con intensidad y deja que sus manos recorran mi pecho y mis brazos. Le oigo gemir bajito mientras lo hace, sé que ha deseado esto tanto como yo.

Coge de nuevo la manguera y me empapa del agua fresca, la sensación de frescor del agua junto con el calor del cuerpo de Saint es excitante.

Saint acaba de quitarme la ropa que llevo y la tira a un lado, coge mi polla que está dura como el acero, me duelen las pelotas con la excitación, necesito ayuda urgente y así se lo digo. Él no me hace esperar, se arrodilla frente a mí y se mete mi erección en la boca, la chupa suavemente, saborea el momento y yo también lo hago. Joder no sé cómo he sobrevivido sin él todo este tiempo.

Elección acertada - ZeeSaint (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora