ᴠᴇʀɢüᴇɴᴢᴀ ᴀʟ ᴀᴍᴏʀ || Noen Eubanks

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Despedida

Tatiana's pov

— Mamá, papá. Tengo algo que decirles .– los llame y ellos nos miraron.

— Anthony y yo estamos saliendo .– fue algo tan lindo decir eso.

Ellos nos miraron sorprendidos pero después nos felicitaron o algo así. Fue inevitable no llorar para mí es algo tan especial y significativo decir eso.

— ¿Por qué lloras? .– me preguntó mi mamá preocupada.

— Es que estoy muy feliz, solo es eso .– claramente no le diría la verdad.

— Nosotros también estamos felices por ustedes .– me sonrió mi papá.

Estuvimos hablando un rato con ellos hasta que Anthony y yo fuimos a mi habitación.

— ¿Estás bien? .– me preguntó sabiendo la verdad de porque lloraba.

— Sí, sí. Es que me emocioné .– mentí.

— No me mientas, decime la verdad .– me agarró suavemente del mentón y me miró a los ojos.

Comencé a llorar devuelta y el me abrazo mientras acaricaba mi espalda.

— No quiero hablar del tema y vos ya sabes que me pasa .– dije entre sollozo.

— ¿Hay algo que pueda hacer para hacerte sentir mejor? .– me preguntó.

— No, quiero estar sola .– me separé de él.

— No te voy a dejar sola y menos cuando estás mal .– habló.

— Andate, total todos en algún punto me van a dejar .– me di vuelta y me metí en la cama.

— No digas eso, yo nunca te dejaría .– se sentó al lado mío.

— Noen también dijo eso ¿Y ahora donde está? .– hablé — Se fue y todo por mi culpa.

— ¿Podes dejar de hablar de él? .– hablo molestó — Siempre te la pasas hablando de él, que te cuesta entender que yo no soy como él .– me gritó y me aleje asustada de él.

— Eso demuestra que sos como él .– comencé a llorar.

— Perdón, perdón. No quise gritarte, perdoname .– me quiso tocar pero otra vez me aleje.

— No, andate .– lo mire con miedo. Anthony empezó a llorar también.

— No te voy a lastimar, prometo no volver a gritarte nunca más .– no dije nada y está vez lo abracé.

Quizás había sobreactuado, pero cuando me gritó me hizo acordar a Noen. A todas esa veces que me gritó sin ninguna razón y me trató mal.

Estuvimos por unos minutos así hasta que logre tranquilizarme y que mi respiración se empezo normalizar.

— ¿Estás mejor? .– se notaba que estaba preocupado y arrepentido.

— Sí .– me separé de él y me acosté para mirar el techo.

— Perdón .– volvió a disculparse.

— Esta bien, solo no lo vuelvas a hacer. Confío en vos .– le sonreí.

— Gracias .– respondió y volvimos a quedarnos en silencio.

— ¿Podrías por favor dejarme sola? .– pregunté.

— ¿Estás enojada conmigo? .– me miró triste.

— No, solo quiero pensar .– respondí.

— Está bien, entiendo. Te quiero .– hablo y se levantó de la cama.