Me sentía extraña en aquel lugar.. ¿por que acepte acompañarlo?.. bueno sabía que era por que él estaba triste.
Obito era mi amigo.. era divertido y guapo, lo conocí en la universidad y desde hace 5 años somos muy buenos amigos.
—Obito.. me siento incómoda..
—Saku relájate! Eres mi pareja hoy, ademas es solo un matrimonio.. ¿podemos embriagarnos si quieres?..
Le sonreí y tome su brazo para entrar a la recepción en el hotel más lujoso de la cuidad.. Obito pertenecía a una de las familias más poderosas de Japón.. pero él era sencillo y simpático. Él no tenía la misma personalidad de el resto de los Uchihas. Y esa era una de las razones por la cual éramos amigos.
Hoy se casaba su primo Itachi.. era el matrimonio más esperado de la sociedad, estaría la crem de la crem.. y yo me sentía como un pez fuera del agua ya que solo soy una chica sencilla que es maestra de anatomía.
—está bien baka! Podremos ahogar nuestras penas en alcohol. -le dije sonriendo-
Mi amigo había sufrido una ruptura amorosa, él había encontrado a su prometida Konan teniendo sexo con su amigo Pein. Si bien él no estaba tan enamorado la traicion le había dolido bastante.
Entramos riendo al lugar, todo parecía fino y elegante. Las personas distinguidas y refinadas. Miré mi vestido. Era sencillo y un poco revelador.
—me siento tan fuera de lugar.. -dije-
—oye tontita.. te vez hermosa! Además eres inteligente, divertida y tienes un humor negro encantador! No podría soportar a esta gente sin tu ayuda Saku.. -dijo el-
—lo se imbecil! Tu no podrías hacer muchas cosas sin mi.
El padre de Obito nos regaló una suave sonrisa.. Madara Uchiha era imponente, sexy y una bestia en los negocios.. él siempre me ha tratado bien, me conoce desde que tengo 18 y jamás me miró en menos por ser una chica sencilla.
Madara es hermano del prestigioso abogado Fugaku Uchiha, quien es el padre del novio.
Todos los Uchihas tienen cosas en común. Cabello negro azabache, ojos negros penetrantes y hermosos, rostros hermosos y cuerpos dignos de esculturas griegas, además de tener un aura sexual devastadora. ¿Que tienen de malo?, son arrogantes, orgullosos, serios, fríos y egocéntricos.. todos menos mi especial amigo.
—tu padre es tan atractivo Obito...
—oye! Eres una pervertida!
Me reí de él.
Madara se acercó con su andar felino, intente mirar hacia otro lado ya que no es correcto que mis hormonas salten desesperadas por el padre de mi amigo.
—cerezo! Me alegro que decidieras acompañar a mi hijo.. quizás tú logres hacerlo entrar en razón y aprenda a comportarse como un Uchiha.
—señor Uchiha, Obito es el chico más divertido que conozco, si el aprende a comportarse ¿entonces con quien haré locuras?
Él soltó una carcajada y desordeno mi cabello..
—son tal para cual, espero que se comporten niños.. Fugaku no tiene mi paciencia. -dijo divertido-
Madara se alejó y yo miré a Obito.
—¿es mi idea o nos dio permiso para desordenar el lugar? -le dije asombrada-
—cerezo, creo que mi padre acaba de decir somos el alma de la fiesta..
Nos dirigimos a la barra y comenzamos a beber como condenados, reíamos a carcajadas por la situación. La música era aburrida y parecía más un funeral que una fiesta.