—te pareces a la cenicienta! -dijo Guren-
Yo reí ya que desde que la había inducido en el maravilloso mundo de Disney ella lo relacionaba todo con las princesas..
—gracias amor! Tu te ves hermosa. Tu papi estará muy contento cuando te vea.
Faltaba menos de media hora para que comenzara la ceremonia en la Iglesia..
Estoy nerviosa, Guren me ayudó a elegir el vestido de novia que era gigante! Me encantaba, estoy segura que a la chica tímida que alguna vez fui le encantaría..
Por supuesto era corte princesa, pero la parte de arriba era sexy en forma de corazón y llena de pedrería plateada, tenía tanto tull que Guren no paraba de tocarlo.
—estas lista cerezo! -dijo Obito-
—si baka! Estoy lista!
—wow, te vez preciosa!
—gracias, viniendo de ti es un cumplido.
Nos metimos al auto, Obito será quien me entregue en el altar..
Guren bajo con su canasto lleno de pétalos rosados, miré a Obito y sonreí.. estaba lista para dar ese paso, por Dios! Desde que tengo 5 sueño con un momento así!
—vamos bonita, tu hombre te espera.
Camine suspirando disimuladamente, Guren se gano el amor de todos cuando entro a la iglesia repartiendo pétalos, ella llevaba un vestido parecido al mío, solo que tenía mangas, pero el tull hacía que pareciera una dama antigua.
Estaba sonriendo mientras la miraba a ella, Obito me llevaba por ese largo camino y mis ojos chocaron inmediatamente con los negros de él.. era como es espacie de iman.. una conexión inexplicable que hacía que siempre nos miráramos de esa forma.
Su mirada iba de ternura al ver a su hija a amor y lujuria al verme a mi, conocía esa mirada fogosa, sabia que que quería arrancarme el vestido con los dientes... por que era la misma mirada que le daba yo cuando lo veía..
Todo el camino que demore en llegar a él mi mirada estuvo clavada en la suya, verlo ahí parado con esa sonrisa de infarto, con ese cabello alborotado, con ese traje negro que se le pegaba a su perfecto cuerpo.. todo en él gritaba perfección.
—te entrego a Saku, Kakashi, ella es como mi hermanita, es la chica que me ha cuidado y me ha hecho reír, así que cuídala mucho..
—lo haré Obito.. yo la amo.
Obito nos dio una sonrisa enorme de esas que solo él sabía entregar.
Nos miramos el uno al otro, con las manos unidas y la mirada fija, solo éramos nosotros.. pronunciamos el sí a unísono, de manera sincronizada y nos besamos bajo la mirada de todos sin sentir incomodidad o vergüenza.. por que era lo que ambos queríamos, lo que sentíamos que era correcto.
Guren lanzó pétalos y nuestros amigos arroz..
Tomamos de la mano a nuestra pequeña y nos dirigimos al lugar que Fugaku había elegido para nosotros.. ¿adivinan?
Si! El hotel donde se celebró la fiesta de Itachi.. el mismo lugar donde baile borracha arriba de las mesas, aquel lugar donde al salir del baño choqué con un caliente y sexy chico que me quito el aliento.. el mismo chico que me llevo a mi casa, que me dio un beso caliente, que me dejo plantada en nuestra primera cita, ese chico que ahora me llevaba de la mano, al cual amaba con todo mi corazón, mi hermoso esposo Kakashi..