Tener que hacer clases en la universidad era bastante entretenido, mis alumnos habían aprendido que a pensar de mi cabello rosa, yo me tomaba muy enserio mi rol de Sensei.
—recuerden traer sus trabajos antes del viernes!
Camine por la universidad y sentí un poco de nostalgia, ellos parecían tan ajenos a todo.. no es que yo hubiese madurado aun, pero tenía que cumplir con mi trabajo, pagar cuentas, ser "responsable". Mientras ellos sólo disfrutaban de la vida.
Suspire con resignación.
—¿y tu qué haces aquí Obito?
—¿recuerdas la rubia caliente del matrimonio?
—si.
—ella estudia aquí..
—oh! Maldito pervertido!
—tobi.. cariño..
La hermosa y zorra peliazul estaba frente a nosotros. Obito tenía la mandíbula apretada..
—¿qué haces aquí konan?! Y deja de llamarme por ese maldito apodo!
—pero antes te gustaba -dijo konan haciendo un puchero-
—antes de que te encontrara en la cama con pein, Ca-ri-ño. -dijo Obito con sarcasmo-
Una rubia muy sexy llegó con una hermosa sonrisa y besó a Obito.
—¿quien es esta mocosa Obito!? -dijo Konan-
—Obi-kun ¿quien es esta señora?
—¿acabas de llamarme señora! Maldita mocosa?
—vamos Temari, te tengo una sorpresa. -dijo el pelinegro-
Yo aguante la risa y me despedí de ellos, mientras Konan los fulminaba con la mirada.
—¿y tú se te ríes pelo de chicle?
Rodé mis ojos y caminé en dirección de mi auto.. nada mejor que una escena de celos para subir mi ánimo.
Mi casa estaba en silencio por lo que encendí la música y me tire en el sillón. Quizás Obito tenía razón y yo estaba espantando a todos los chicos que valían la pena.. tenía que superar mi incomodidad, después de todo el huracán Sasuke ya era pasado y hace años que había dejado de doler..
Pensé en aquel peliplata.. ¿como podía estar soltero? Era un hombre sensual y bastante atractivo, mierda! El hombre era el pecado en persona.. ¿que defecto tendría para estar solo?..
La pantalla de mi teléfono parpadeo con un número desconocido.
—alo?
—¿Sakura?, soy Kakahi.. espero que no te moleste que te llame. Obito me dio tu número.
—hola chico Sexy.. claro que no me molesta.
—me preguntaba.. ¿que harás esta noche?
—mm eso depende ¿piensas llegar tarde otra vez?
Una sexy y ronca risa hizo que mi estómago revoloteara.
—claro que no preciosa.. me disculpo por eso, tuve un problema en casa ese día..
—¿entonces que idea tienes para esta noche Kakashi?
—la verdad, pensaba que tú me dieras una pista de que te gusta.. pensé en llevarte a un lujoso lugar a comer, pero Obito me dijo que me eso sería mi final..