—Kakashi cambia esa cara! No te llevare a robar un banco! Es solo una cita..
—Sakura.. ¿Donde me llevarás?
—es una sorpresa Kakashi..
—por eso tengo miedo cerezo.. tú eres un poco diferente a las chicas normales..
—¿cerezo? Me encanta que digas así! Hey! Acabas de decirme ¿anormal?!
Su risa era tan sincera que alborotaba mis hormonas..
—no te dije anormal, tu eres especial de muchas maneras..
—por Dios! Eres tan sexy!
Verlo reír era algo increíble.. algo me decía que no lo hacía muy a menudo.
—llegamos!
—¿es una broma? -dijo él asombrado-
—claro que no amargado! ¿Que mejor para una cita que un parque de diversiones?
—eres increíble..
—lo se.. ahora vamos! Quiero subir a la montaña rusa! -le dije alegre-
Lo tomé de la mano y lo arrastre hasta la montaña rusa, él tenía una sonrisa hermosa que no podía borrar, mi corazón se agitaba de manera única cuando lo miraba.
Subimos a todos los juegos más extremos, mientras yo gritaba como loca y él seguía conservando su caminar vago y relajado.
—la casa del terror! Vamos, por favor...
—está bien Cerezo, vamos donde tú quieras..
Estaba oscuro y con espejos colocados estratégicamente, él tomó mi mano y yo disfruté a los locos que veían con cuchillos y motosierras contra nosotros.. estábamos frente a un espejo, las luces estaban bajas y eran azules y rojas, la música era estridente y desesperante, el espejo se convirtió en un vidrio y una mujer vestida como la chica del exorcista saltó frente a nosotras.
—santa mierda! -dije chillando-
Me lancé contra Kakashi quien me alzó en sus brazos mientras yo reía como una psicótica de los nervios.
—Kakashi corre! Ella viene atrás!
Él se reía y corría conmigo en brazos hasta la salida, estábamos riendo casi sin aire afuera de la cada del terror, yo aun estaba colgada en sus brazos.
—eso estuvo increíble! -le dije-
—cerezo, este ha sido el mejor día de vida desde hace años!
Me baje y lo miré mientras mis manos acariciaban sus suaves cabellos plateados.
—¿quieres un beso para que sea aun más increíble?
—eso no tienes que preguntarlo preciosa..
Sentí como se acercaba lentamente a mi boca, mi estómago estalló en miles de fuegos artificiales cuando él me besó.. me pegue a su cuerpo y me dejé llevar por su exquisito y masculino aroma..
Sus manos acariciaban lentamente mi espalda, como adoraba cada cosa de él.. como adoraba esa sensación de estar entre sus brazos.
—adoro cuando me besas Kakashi.
—yo adoro besarte.. ¿quieres algodón de azúcar?
—me encantaría..
Nuestras manos aún estaban entrelazadas, compartimos el algodón, un abrazos simples pero que me llenaban de alegría..
