Cᴜᴀᴛʀᴏ

6.6K 734 141
                                    

Cuando sus pies ya no daban más, Minho se dirigió a un lugar de la casa donde había sofás.

Antes de poder sentarse sintió un tirón de su brazo. Giró su cabeza, viendo como un chico de linda sonrisa y pelo azul lo miraba fijamente, según recordaba él era YeonJun, el dueño de la casa y (por ende) el administrador de la fiesta. Minho vio que estaba pasado de copas, por lo que sólo le sonrió.

—¿Sabes? Bailas bien, ¿No me acompañarías a mi habitación? —dijo YeonJun con un tono coqueto.

Lee estaba a punto de responder, pero al parecer alguien lo hizo por él.

—Lo siento, Choi, él ya tiene a alguien.

Minho sonrió, él conocía esa voz. Se giró y lo vio ahí parado, una sonrisa adorno su rostro al cruzar miradas con el. YeonJun sólo asintió y soltó a Minho para luego irse tambaleándose hacia donde estaba un chico alto de cabello negro.

—Oye, me quitaste la víctima —comentó con burla. Jisung rio.

—De ahora en adelante al único que vas a llevarte a la cama es a mi —dijo— Hay una habitación vacía en la planta de arriba, piénsalo.

De un momento a otro, Minho se encontraba acorralado contra la pared. Sus brazos rodearon el cuello de Jisung, mientras era besado apasionadamente por este mismo. Él quería seguir divirtiéndose, por lo que no dejó que Han lo condujera hacia arriba, ganándose una mirada desconcertada de este.

—Oh, vamos —se quejó el peli azul— ¿Piensas quedarte con las ganas tú también?

—Me gusta molestarte —sonrió— ¿Pero sabes? No podemos tener todo lo que deseamos, lindura.

Depósito un último beso en los labios del menor y luego se soltó de su agarré para avisarle a Chan que volvería a casa, pero Jisung volvió a tomarlo de la chaqueta.

—Pásame tu dirección.

Lee frunció el ceño y luego le dijo su dirección.

—Ni se te ocurra colarte en mi casa —Han rio.

—Último, dame tu número.

—¿Ah? ¿Por qué debería?

Confirmado, a Minho le encantaba molestar a Jisung.

—Pásamelo o se lo pido a Chan —el mayor aún se negaba— Me colaré en tu casa.

—¡De acuerdo! Anota —Han volvió a reír y sacó su móvil.

Minho se encontraba en su escritorio, nunca se imaginó faltar a clases para estudiar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Minho se encontraba en su escritorio, nunca se imaginó faltar a clases para estudiar. Literalmente, se estaba rompiendo la cabeza tratando de aprender qué mierda había pasado hace más de 100 años atrás, pero se le hacía imposible.

Una llamada lo sacó de sus pensamientos, tomó su móvil y atendió dando un suspiro.

¿Ay por qué me suspiras? ¿Qué te ocurre?

Nada importante, Hannie, ¿Qué pasa?

Quería invitarte a comer un helado... quizá.

Diría que sí, pero estoy hace dos días intentando estudiar y aún no se me mete ni una sola palabra en la cabeza. Lo siento, para la próxima.

¿Estudiar? Puedo ayudarte si quieres —Lee estaba a punto de reprochar— Bueno, me da igual si quieres o no, en 5 estoy —cortó.

El castaño se rio y dejó su móvil a un lado, cuando se disponía a echarle un ojo a sus apuntes el timbre sonó. Jisung no mentía con los 5 minutos.

🅒︎🅞︎🅝︎🅣︎🅘︎🅝︎🅤︎🅐︎🅡︎🅐︎...

¡Party! {Minsung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora