Qᴜɪɴᴄᴇ

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Jueves por la noche. En la cual Jisung debería estar estudiando pero, en cambio, la está pasando de maravilla con su querido amigo con derechos.

Minho estaba debajo de Jisung, sus manos se encontraban en la espalda de este mientras un lindo y apasionado beso calentaba las cosas. El menor pegó sus cuerpos y comenzó a moverse, robándole sonidos ahogados a Minho. Luego el castaño giró sobre el colchón, así quedando sobre el peli azul. Bajó sus besos a su cuello, el cuál mordió tratando de que a Jisung no le doliera, pero creo que sí se pasó un poco.

—Ay —Lee se apartó y miró atentamente el puchero del menor— Me dolió ¡No seas bruto! —le dio un golpe en el hombro.

—Lo siento, lo siento —sonrió— No te volverá a doler, lo juro —Jisung asintió, así dejando que Minho nuevamente pose sus labios en su cuello, el cual, en vez de morder, lo estaba lamiendo, cosa que hizo a Han jadear.

—Lo siento, lo siento —sonrió— No te volverá a doler, lo juro —Jisung asintió, así dejando que Minho nuevamente pose sus labios en su cuello, el cual, en vez de morder, lo estaba lamiendo, cosa que hizo a Han jadear

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1 año exactamente había pasado.

Jisung se encontraba en su cuarto, estudiando con Chan un tema que no entendía mucho. La próxima semana sería su turno de graduarse, ¡Estaba esperando ese momento desde hace mucho!

Por otra parte, Minho consiguió un empleo en una cafetería, era temporal, pues quería convertirse en bailarín y quizá poder compartir lo que sabe con los demás.

Cada que Jisung salía de la Universidad se encaminaba hacia la cafetería en la que trabajaba su amigo, siempre en la misma mesa, siempre a la misma hora, siempre atendido por la misma persona y siempre ordenando lo mismo.

—Muy bien, terminamos, espero que te vaya bien en el examen —Chan tomó sus cosas y lo miró con una sonrisa— Deberías llamar a Minho, ha estado preguntando por ti.

Las palabras de su Hyung hicieron que Jisung casi saltara de alegría. Cuando despidió a su amigo rubio, subió a su cuarto y tomó su móvil. Siendo sincero muchas veces había pensado en declararse a Minho, pero no encontraba el momento, ni la forma correcta. Y si lo encontraba alguien interrumpía, tal como Chan hizo días antes de la graduación de estos.

¡Jisunggie! —se escuchó a un Minho feliz del otro lado de la línea.

—¡MinHot! ¿Sabes? Alguien me ha dicho que estuviste preguntando por mi.

Oh, fue Chan, ¿Verdad? —Jisung rio, indicando que sí— ¡Ya sabía yo! A propósito, ¿Cuándo será tu graduación? Ten en cuenta que estaré ahí aunque no me invites.

El Lunes, comienza 12:30 a.m. pero aún necesito terminar este examen, es el último y ya estoy libre, si paso.

Estoy seguro de que pasarás, eres inteligente, y bueno en matemáticas. Bien, te veo el Lunes entonces, adiós bonito —y cortó.

Bonito.

Jisung amaba que Minho le dijera así, igual que amaba sus otros apodos, como por ejemplo:

—¡Sung!

—¡Hannie!

—¡Jisunggie!

—¡Sunggie!

—¡Mi ardillita!

Entre otros, pero sinceramente, el que más amaba era:

¡Lindura!

︎🅞︎🅝︎🅣︎🅘︎🅝︎🅤︎🅐︎🅡︎🅐︎...

¡Party! {Minsung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora