Capitulo XIX

21 3 0
                                    

~El Mefisto~

Adonis y Alice salían de la ciudad infernal benevolentia, dirigiéndose a un solitario pueblo, el cual quedaba a un par de días de viaje.

-El camino será largo -dijo Adonis, quien advirtió a la joven Alice y a la pequeña Lilim.

Alice iba aleteando suavemente sus alas, se mantenía flotando al ritmo de los pasos de Adonis, y la pequeña Lilim, simplemente estaba sentada encima de la cabeza aplastando un poco el peinado del jóven demonio.

-Solo tenemos un par de manzanas para Lilim. ¿Está bien éso? -preguntó Alice.

-Si... ¿Ya tienes hambre? Pensaba en conseguir algo por allí en el camino. Aunque tenemos dinero de sobra.

-Con respecto a eso... -Alice siguió el camino a pié, guárdando sus alas y bajando la mirada - ¿Por qué aún sigues con el viaje?

-No tengo más motivos Alice... Yo más bien puedo preguntar a ti precisamente lo mismo.

-¿Eh? -Alice quedó confundida en ese momento, estirándo sus párpados y quedando asombrada.

-Puedes quedarte con este dinero... Podrías vivir en benevolentia... Al menos por muchísimo tiempo podrías vivir en paz.

-Adonis... Tu y yo podríamos volver a Glacies... Y usar ese dinero para comenzar desde el principio. Aún nuestra raza no está extinguida... Y... Aunque me devolviera yo sola... No tendría con quién engendrar más de nuestra especie... Aunque lo hayamos hecho... Nunca me acabaste adentro... Me tragué todo... Y...

-Oye ya basta me estás poniendo incómodo -dijo Adonis con mejillas rojizas por la pena.

-No volveré sola Adonis, prefiero acompañarte hasta el final de tu cometido.

-Muy bien... Entonces no toquemos esta conversación más.

Alice elevó sus alas nuevamente. Aunque ella se había propuesto en llevar a Adonis, este se negó, y la joven demonio aceptó ir al ritmo de los pasos del joven demonio.

Una calle de tierra, sombría y solitaria era el camino del viaje de ambos Daemonium.

Un paisaje sin árboles y con rocas enormes por los alrededores del camino, el ambiente era estable, ni frío, ni calor, ya que desde un lado del paso, las rocas eran frías de color oscuro, y del otro lado eran calientes de color claro.

Distintas especies evolucionaron un poco a como es la vida en la tierra de los humanos. Haciendo que el infierno sea un lugar de supervivencia para muchas criaturas que además de tener razas propias, otras adoptan apariencias de animales que se conocían en la tierra de los vivos. Mayormente, demonios con forma de aves, patas y garras de lo que podría ser una gallina, o un águila, o podrían ser patas de algún ganado, como toros, vacas, cabras. Pero las facciones más populares para adquirir en el infierno por parte de un demonio son la de los reptiles, lenguas largas, escamas, cuerpos terroríficos.

Ellos podrían adquirir esas apariencias tras su poder como parte de criaturas infernales, pero, estos no podrían regresar a la normalidad de lo que eran antes, algunos demonios infernales como los reyes del infierno si podrían hacerlo.

Estos pueden tomar cualquier forma que se les desee, ya que sus poderes son más significativos.

Para Adonis solamente ya era cuestión de tiempo y esperar las acciones de Lucifer.

Ya a pocos kilómetros del camino, una extraña criatura salió de entre las rocas frías. Cubierto con una túnica larga el cual arrastraba la fría tierra, dejando ver su rostro; sus enormes ojos de color negro, un profundo color negro, así como los de Adonis y Alice.

Dentro de la MaldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora