Capitulo XXIX

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~ Descenso hacia los vivos ~

Adonis entró a la morgue, sintiendo un ambiente pesado y frío. Por un momento se sintió como si estuviera en el infierno. No había diferencia alguna.

Encima de una camilla, estaba Alice, abrazando sus piernas, levantando su mirada de humana llena de lágrimas.

Su cabello la arropaba de lo largo que era, parte de este le cubría el rostro, entre algunos mechones estaban casi que ocultos sus ojos llorosos. Penetrando con la vista a Adonis.

—¿Porqué tardaste tanto? -dijo ella con un tono espeluznante y sombrío.

-No entiendo porqué mi mente se desvío -dijo Adonis mientras miraba sus manos -Este cuerpo de humano casi me hizo olvidar que yo era un demonio.

-Exacto... Adonis... ¿Sabes lo débil que es el cuerpo humano? Estuve días esperando tu llegada, no sabía que hacer, siento hambre, siento frío y mi olfato aún detesta tal aroma a muerte que yace en esta habitación.

-Supongo que me odias por tardar tanto... Discúlpame de verdad... -respondió Adonis con sentimientos de culpa.

-No se porqué -dijo Alice mientras se bajaba de la camilla para cadáveres -pero por alguna razón me siento más cómoda en el infierno que en el mundo humano. Nada más la vida de lo que era esta humana fué... tétrica y triste...

-Si, al igual que el humano que poseí. Su vida era lamentable y patética. Supongo es parte de la naturaleza de ellos.

Alice se colocó un conjunto de médico que había puesto encima de una camilla, estaba sucio pero era mejor que salir desnuda.

Ambos demonios salieron escabullidos del hospital y luego pasaron por ropa nueva para ambos.

Entraron a un restaurante, y luego de allí a un hotel donde se alojaron.

Ambos demonios al verse en un gran espejo frente a la cama de aquella lujosa habitación, se dieron cuenta que sus rasgos físicos habían cambiado mucho, eran tal cual idénticos a su facciones originales. Solo que sin alas, sin cola, sin garras, y sin cuernos.

-Adonis... Míranos... -decía Alice -volvimos a ser nosotros... Es como si nos hubiéramos transformado en humanos...

-Ya veo... De verdad me siento aliviado por tener mi verdadera apariencia. Nunca me fijé cuando pasó.

-A todas estas... ¿Cómo aprendiste tanto del mundo humano? -preguntó Alice.

-No lo sé... Supongo que por instinto... Pero Alice... Allá en el hospital cuando fuí a buscarte, conocí a alguien... Parecía el mismo Satán. Pero... Este incluso se veía más fuerte. Se hacía llamar Baphomet, se sentía como estar frente a dios...

-Tranquilo... Ya pasó todo. Ya estamos juntos de nuevo...

Ambos demonios mantenían un estilo urbano, se veían jóvenes y enérgicos.

-¿Que será de nuestro siguiente destino, tienes algo planeado? -pregunto la sexy demonia.

-Mantendremos un viaje... Iremos a Irak, un país donde antes se encontraba la antigua Babilonia. Dónde comenzó todo el proceso de la torre de Babel... El inicio de las lenguas en el mundo... la puerta de Dios...

Leona, un ángel que ascendió a ser una de las fuertes angeles guerreras del cielo. Posaba con una armadura ligera y cómoda, acorde a su cuerpo y ajustada. Sus alas resplandian un color blanco puro y pulcro.

Dentro de la MaldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora