Me sentía perdido y asustado, un sentimiento de angustia me consumía lentamente, desesperándome, haciéndome sentir tan solo e indefenso.
No sabía donde estaba, pero ya no quería estar aquí.
Intenté moverme, pero mis manos atadas y heridas no me permitieron zafarme de las cadenas ancladas a mis pies. Dios ¿Dónde estoy? ¿Por qué nadie me ayuda?
Todo seguía oscuro y mi vista no lograba enfocar nada, sabía que no estaba solo pues sentía la respiración de otras personas cerca mío.
No me gustaba esto, para nada...
Vi como una puerta se abría, un chico con un atuendo de soldado y mirada perturbada me observaba fijamente, se acercó a mí y liberó mis manos y pies de las cadenas, pero algo me decía que aquello no significaba nada bueno.
Intenté resistirme, pero solo obtuve un fuerte golpe en mi estomago. Me sentía tan impotente y miles de sentimientos amargos se arremolinaban en mi vientre, haciendo que quisiera llorar. Pero no podía, por más que las lágrimas lucharan por salir, simplemente no podía.
Me arrastraron por un pasillo y me arrodillaron en el suelo, ¿qué mierda harían conmigo?
Risas macabras se escuchaban por todas partes y de un segundo a otro un fusil me apuntaba directamente entre los ojos.
Terror invadió mi cuerpo.
Quería huir, pero no podía moverme.
Quería gritar, pero no me salía la voz.
Quería cerrar mis ojos muy fuerte, pero mi cuerpo ya no respondía...Ji Min despertó de golpe, completamente asustado y con su frente cubierta de sudor.
Otra vez aquel sueño, pensó Ji Min prendiendo de inmediato la pequeña lámpara de su habitación, se sentó y tomó un poco de agua para intentar calmarse, su corazón aún latía desbocado.
No era primera vez que soñaba con aquel chico de cabello castaño; siempre era lo mismo, pesadillas horribles de torturas interminables que lo atormentaban en medio de la noche.
¿Quién era aquel chico que se colaba en sus sueños? Jamás en su vida había visto a alguien parecido y eso era lo que más le extrañaba a Ji Min, pues soñaba a menudo con aquel desconocido. Desconocido que por cierto era el chico más guapo que había "conocido" en su vida... A pesar de lo magullado y herido que siempre se veía en sus pesadillas.
El rubio miró la hora en su celular, eran las 6:23 a.m., aún faltaba para que sonara su alarma, pero decidió simplemente levantarse de la cama y prepararse para ir a la universidad, podía aprovechar el tiempo libre y practicar un poco la coreografía de la presentación de inicio de año, que por cierto le estaba costando infinitamente más de lo planeado.
Ji Min era estudiante de danza en la Escuela de Artes de Seúl, éste ya era su segundo año y definitivamente amaba lo que hacía. Bailar era lo que más le apasionaba en esta vida y el rubio se esforzaba a diario por ser el mejor. Se dio una ducha rápida y se puso ropa cómoda, guardando en su bolso una muda de ropa extra para después de terminadas las prácticas, nunca estaba demás estar preparado, sobre todo con un amigo tan ocurrente como Tae Hyung.
Ya en el autobús, Ji Min no pudo evitar pensar en aquellos sueños donde aparecía aquel castaño, no recordaba exactamente cuando había comenzado a tenerlos, pero sentía que éstos lo habían acompañado toda su vida o por lo menos lo suficiente para que el rubio ya no se sintiera extrañado por soñar con aquel castaño.
A veces no podía evitar pensar, que era él mismo pero de otra época, algo así como su vida pasada. Que quizás su alma había estado en el cuerpo de ese Ji Min castaño y ahora era parte del Ji Min rubio del presente; sin embargo, luego se decía a si mismo que no podía creer en aquellas patrañas del alma y la reencarnación, él ni siquiera creía en Dios, mucho menos iba a creer en esas estupideces.
Lo único real era el aquí y el ahora, nada más. Y para Ji Min era lo que único que importaba.
Cuando llegó a la sala de ensayo, se encontró con la luces ya encendidas y música se escuchaba desde adentro de la sala, se asomó solo un poco para darse cuenta que era Ho Seok. El chico era algo así como el rival de Ji Min, pues éste poseía un gran talento y aunque al principio el rubio no podía evitar sentirse celoso o intimidado con la presencia del chico, con el tiempo no pudo evitar que Hobi le agradara.
Es que el lindo chico de sonrisa cautivante, irradiaba luz. Era algo así como un sol andante, que iluminaba el lugar con tan solo su presencia. Ji Min no podía evitar sentir un poco de envidia, a el le gustaría ser tan especial como Ho Seok. Pero el rubio nunca llegó a desanimarse por ello, él sabía que también tenía un gran potencial y que era muy bueno cuando se trataba de la danza, no por nada era uno de los mejores bailarines de su generación.
Descartó todos los pensamientos que lo invadían, respiró y como todos los días, dejó a un lado afuera de la puerta todos sus problemas e inquietudes y junto con ellos el recuerdo del chico castaño de sus sueños. Para Ji Min era una regla sagrada despejar su mente de todo cuándo iba a bailar, para enfocarse al cien por ciento en lo que estaba haciendo sin ningún tipo de distracción.
Entró y saludó a Ho Seok con una cálida sonrisa, la cual el chico correspondió al instante.
Calentó y se dispuso a ensayar su coreografía; sin embargo, pudo notar que Hobi estaba teniendo problemas al sacar un paso.—¿Quieres que te ayude? —le dijo el rubio con amabilidad.
—No quisiera molestarte Ji Min Hyung, tu parte de la coreografía es mucho más difícil que la mía —respondió el chico un poco avergonzado.
—No es molestia, por algo estoy ofreciéndote mi ayuda Hobi —contestó el rubio, acercándose al de cabellera rojiza—. Estás haciendo mal este movimiento, debe ser más sutil al principio, para terminar con un poco más de intensidad, pero no demasiada. Mira, observa.
Ji Min realizó el paso al perfección y con una elegancia que dejó a Ho Seok deslumbrado.
—Ahora inténtalo —le pidió el rubio a Hobi, a la vez que se ganaba detrás del chico y lo guiaba.
Primero tomó su mano y guio el movimiento de su brazo, para después ayudarle con su pierna.
El pelirrojo siguió los movimientos e instrucciones que le daba Ji Min, aunque al principio le costó después de dos intentos, por fin le salió el paso. Sonrió feliz y satisfecho de haberlo logrado al fin.
—Muchas gracias Ji Min —le dijo el chico con un leve sonrojo en sus mejillas—. Me gustaría ser tan talentoso cómo tú.
—¿Estás bromeando? Eres realmente bueno bailando Hobi, no dejes que nadie te haga creer lo contrario.No dijeron nada más y Ji Min volvió a su sitio para seguir ensayando. Poco a poco la sala se fue llenando de chicos, pues el tiempo había pasado volando y ya pronto comenzarían el ensayo.
Aún no comenzaba el año académico oficialmente, pero cada carrera de la universidad organizaba un acto para la bienvenida de los mechones; en el caso de la carrera de danza, harían una interpretación de baile moderno, por lo que debían practicar para darle una gran demostración a los de primer año.
Era primera vez que Ji Min tendría un solo en la presentación, por lo que quería deslumbrar; así que tendría que esforzarse más si quería lograr su cometido, pues ya quedaban tan solo dos semanas para la presentación. Su maestro le alentaba y siempre le decía que iba bien, que ya casi tenía la coreografía dominada por completo, pero para el rubio no era suficiente, Ji Min quería que saliera perfecto.
Así que ese día se esforzó el doble, tanto hasta quedar completamente agotado. Por suerte ese día Tae no tenía planes, por lo que se fue directo a casa... solo quería descansar.
Dio un par de vueltas en la cama y deseó que aquella noche no hubieran pesadillas, pues de verdad necesitaba descansar y reponer energías, se le venían dos semanas jodidamente agotadoras, por lo que debía dormir bien para poder rendir.
Entre medio de sus divagaciones no pudo evitar pensar en Ho Seok, por algún motivo ese día se sintió más observado de lo normal y un par de veces encontró a Hobi mirándolo fijamente; el pelirrojo era guapo, eso Ji Min no lo negaba... pero, por algún motivo el castaño desconocido se venía a su mente cada vez que conocía a un nuevo chico. Era estúpido, Ji Min lo sabía; pues el castaño solo era producto de su imaginación y el protagonista de sus más horribles pesadillas, pero es que aquellos ojitos negros no tenían comparación, cada vez que Ji Min miraba a alguien a los ojos, intentaba buscar aquel brillo especial que los orbes del castaño emanaban, pero nunca había tenido suerte. Ese día cuándo le ayudó a Hobi con su coreografía, le miró fijamente a los ojos... pero el brillo que esperó encontrar, no estaba.
Definitivamente Ho seok, no era su castaño.Hola pupis! Cómo han estado?
Jimin tiene sueños con un castaño... quién será? kajslaksjska
Nos vemos en el próximo capítulo!Con amor, Amy 💜
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Three Lives
Fanfiction➵ Un amor prohibido, un fugaz encuentro y una hermosa concidencia. En la antigua Corea, tenian la creencia de que reencarnamos tres veces en este mundo, en distintas épocas, con diferentes cuerpos, pero con una misma alma. Jimin y Jungkook se reenco...