Capítulo 7

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Volvimos a casa el domingo por la tarde, después del almuerzo.

Durante la tarde del domingo ayude a los chicos, sobre todo Luffy y Chopper con sus tareas de la escuela, Nami se encerró en su habitación hasta la cena y Usopp realizaba una maqueta para su clase de ciencias.

Terminaron sus deberes y siguieron jugando el video juego que habían dejado pendiente el viernes por la tarde.

No vi a Zoro desde que regresamos del lago, y debo decir que durante la mañana en la cabaña se mostró bastante más amable y sonriente de lo que le había visto hasta ese momento.

Ese hombre me causaba algo que no sabía expresar ni explicar, además de todo el misterio/problemas con ese tal Doflamingo y su familia.

No dejaba de rondarme en la cabeza la idea de que era aquello tan terrible para que estuviese incluso obligado a ser novio de una de las hermanas de aquel hombre, ¿Qué fue lo que hizo? O quizá no fue él, quizá quien hizo algo indebido era su padre y ahora Zoro tenía que pagar las consecuencias.

- Si piensas tanto, en algún momento se te secara el cerebro. – la voz de mi amigo, me saco de mis cavilaciones.

- Franky! Que alegría verte. – había llegado a la cocina sin darme cuenta.

- Acabo de llegar, vine a dejar todo listo para mañana, las mañanas aquí son un caos. – me explico mientras se servía un vaso de cola.

- Creí que tú nos llevarías al lago ayer. – comente imitando su acción, había ido hasta la cocina esperando ayudar a Dadan y Makino, pero ninguna de las dos estaba por ningún lado.

- Sanji, dijo que él se encargaría de manejar, y Zoro me dio el resto del fin de semana libre, así que aproveche para ir a ver a la pandilla. – explico bebiendo de su gaseosa.

- ¿Cómo están todos?

- Bien, las chicas te extrañan, pero todos están felices con tu nuevo empleo. – la pandilla de Franky eran chicos de la calle a los que mi amigo ayudo para que no cayeran en el mal camino, les enseño que la familia no es solo de sangre, sino también las personas que están a tu alrededor, ahora los más pequeños ya tienen más de 20 años, yo también fui parte de aquella pandilla y debo decir que le debo mucho a Franky por eso. - ¿y qué tal estuvo el lago?

- Impresionante, para ser honesta no creí que estos chicos fuesen tan geniales, solo llevo 3 días aquí y ya les tengo un cariño especial a todos, son un amor.

- Eso es suuuuper, solo me preocupa una cosa. – lo mire interrogante si saber adónde quería llegar. – ten cuidado Zoro, es un gran tipo y el mejor jefe que he tenido, pero el tipo tiene sus.

- Buenas tardes. – Makino y Dadan escogieron ese preciso momento para entrar en la cocina, dejando a Franky con su advertencia a medias. Y más preguntas rondando mi mente.

Las dos mujeres comenzaron a trabajar de inmediato, por lo que no pude seguir hablando con mi amigo, él se fue hasta el coche para realizarle la mantención diaria y revisar que todo estuviese en orden, además de lavarlo.

Ayude a Makino con la mesa, cuando Dadan nos dijo que la cena estaba casi lista.

- ¿vendrán invitados a cenar? – pregunte al notar tres puestos extras además de los 5 hermanos.

- Sanji viene a cenar siempre, así que debes considerarlo para cada actividad, nunca cuentes 5, siempre son 6. – me encanta que Makino y Dadan me expliquen con tanta paciencia las costumbres de la casa. – el otro lugar que siempre debe estar fijo en la mesa es el tuyo, el señor Zoro me informo que comerás con ellos. – mire a la mujer a mi lado, con la sorpresa clavada en mi rostro. – no se el porqué, nunca hago preguntas, pero estoy segura que se debe a que te has ganado la confianza de la familia, además de que vives aquí, a diferencia de nosotros. – asentí ante su explicación y ella continuo. – así que la única invitada de hoy es la señorita Monet, aunque si me permites decirlo, aquí entre nos, estoy segura que se autoinvito, dudo que el señor Zoro lo haya hecho. – sonreí y le di la razón, dudo que alguien en esta casa quiera a esa mujer, incluyendo a su novio.

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