Capítulo 9

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POV ZORO

No pude pegar ojo en toda la noche, sentía la ira ebullendo en mi y mis ganas de matar a alguien me superaban, pero no a cualquiera, quería ver sangrar bajo el filo de mi espada: a Doflamingo, Monet y toda su estúpida familia.

Si no fuese por la maldita amenaza que me hizo en cuanto tomé el lugar de mi padre en los laboratorios, no estaría envuelto en esta mierda.

Tengo más que claro que Monet no es una mujer fea, por el contrario, es demasiado sexy, pero el odio y el resentimiento que tengo hacía ellos, no me permite verla de otra manera.

Y más ahora que sabía también, tienen amenazado a Chopper, esos bastardos, lo asustaron de tal manera que mi hermano pequeño no ha pronunciado palabra en 2 años.

Aunque si me detengo a pensarlo, es solo delante de Monet. Soy una bestia por no haberlo notado antes, debo darle más crédito a Robin por ser tan observadora.

La imagen de Robin conteniéndome esta noche, se apoderó de mi mente y no pude evitar las estúpidas comparaciones.

Aquella mujer, llegó a nuestras vidas como un ciclón y en solo un par de días puso todo de cabeza, entiendo perfectamente por que mis hermanos la adoran, aquella sonrisa amable y discreta, hace que se me acelere el corazón, me pierdo en sus ojos azules cada vez que hablamos, he descubierto que me fascina conversar con ella, es una mujer inteligente, tiene mundo y muchos temas de los cuales hablar, si soy sincero conmigo, está noche fui a la cocina con la esperanza de encontrarla allí. Realmente me encanta hablar con ella, es un respiro a toda la mierda que llevo encima a causa de la familia Donquixote.

Llegue al departamento del cocinero de pacotilla y subí sin anunciarme, no era necesario, ya que el rubio idiota tenía la indicación que cualquiera de nosotros pudiese solo entrar.

Hey marimo, ¿Quién se esta muriendo? – el maldito cejas rizadas, me saludo en cuanto entré

¿de que mierda hablas? –tenia la cabeza en cualquier parte, y no entendí que quería decirme.

Cuál es la urgencia, estúpido marimo. – me explicó, como si yo fuese un niño.

Cite a Robin aquí. – mire la hora en mi celular, la morena debía de estar por llegar, mis hermanos ya entraron a clases.

¿quieres que me vaya? – movió sus cejas rizadas sugestivamente.

¿Qué? – me tomo unos segundos comprender a que se refería. – no es eso idiota.

Pero no te molestaría que si fuese ¿no es así?

No se de que hablas. – tome una taza de te negro que puso frente a mí, aunque el maldito, es un excelente abogado, es aún mejor como cocinero.

No quieras parecer más idiota de lo que ya eres. – comenzó a preparar algo que tiene un magnifico olor.

No digas estupideces, ¿no recuerdas acaso que tengo novia? – aunque no es mi intención, casi escupí la palabra, como si fuese veneno.

Sí, y ambos sabemos el porqué de ese noviazgo, mereces querer a alguien de verdad. – a pesar de ser un entrometido, el maldito es mi mejor amigo, me conoce lo suficiente y además de ser el único que sabe la historia completa.

No puedo exponer a Robin a toda mi mierda y lo sabes. – en ese momento se acercó al interfono y hablo con la recepcionista autorizando el ingreso de Robin.

CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora