Capitulo 17 (Amaris)

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Llego a la casa de mi padre, me encierro en mi habitació antes de que alguien venga y me pida explicaciones. Me dejo caer al suelo, con la espalda apoyada en la puerta.

>>¿Qué cresta quiere ese chico conmigo? Si es otro espia de mi padre, no caere de nuevo<<

Pienso cuando mi teléfono comienza a sonar, rezo para que no sea Mateo, aunque una parte quiere que sea él. Suspiro derrotada, cuando veo el nombre de; Naim, en la pantalla. Le cambie el nombre cuando discutí con él. Susprio antes de contestar –Aló, Amaris- dice desesperaro.

-No, usted ha llamado a un servicio de ayuda. El cual consiste en; ¿Cómo puedo pedirle perdon a mi hermana, despues de haberla cagado?- digo con una voz un poco aguda. Me levanto del suelo me siento, en los asientos de la ventana.

-Amaris, sabes que no lo dige de verdad.

-Si, pero se escucho como si fuera de verdad- digo. Mirando por la ventana.

-Amaris.

-Naim.

-Por favor convercemos, me dices Naim cuando estas enojada conmigo. Lo haces desde que tengo memoria.

-Entonces sabras que no quiero nada contigo- digo cortante.

-No te creo- dice muy convencido.

-¿Así?

-Si, no quisieras nada. No habrias contestado- dice yo me revuelvo en mi sintio –Ves. Aunque estas enojada, aun así quieres que lo convercemos.

-Eres un engreido.

-No lo soy, oye Mari. Te conozco de toda la vida y no pienso que esto nos separe, prometimos nunca separarnos aunque pelearamos veinticuatro siente.

-Lo sé- respondo. Bajando la cabeza.

-Oye- dice con voz calida –Te amo, se que la cague y que dije cosas fuera de nuestro alcanze pero, no quiero estar peleado contigo. Se que quieres hacer carte a él pero ...

-Pero...¿qué?- pregunto con la esperanza, de que me diga lo que siempre e querido escuchar.

-Pero estas tu derecho, no puedo impedirte que no te acerques a él. Solo que me preocupo, no quiero que te haga daño, ya nos ha hecho bastante y no soportaria que lo siguiera haciendo. Ya la cago bastante, con lo de el imbecil de Anton y no te negare que si fuera tu, ya me habría ido de esa casa- dice y suspiro antes de cambiar la llamada, a videollamada. Coloco el teléfono entre mis rodillas flectadas, cuando el también prende su camara.

-Estoy bien, se que no quieres que este aquí, ni muchos que conviva con él pero no puedo ¿sabes?. Quiero darle una oportunidad y antes de que digas que, ya le he dado muchas. Quiero hacerlo, quiero tener una amistad con él.

-Lo sé Mari, pero te ha hecho mucho daño.

-Lo sé solecito.

-Pero te quiero y si quieres formar una amistad con él, adelante. No te lo voy a impedir, solo cuidate- dice con una pequeña sonrisa –No quiero verte mal y sabes que soy capaz de, destruirle esa mierda de mansion- ambos nos reímos.

-Eres un idiota.

-¡Oye!- exclama. Como si le hubiera echo daño.

-Idioootaaa- digo arrastrando las palabras y riendo.

-Entonces ¿estamos bien?- pregunta con cuidado.

-Sí idiota- digo con una sonrisa.

-Perdón por todo Solecito, Se que a veces soy un cabrón.

-¿A veces?

-Bueno, la mayoria del tiempo- dice riendose –Me encanta verte sonreír. Pronto estaremos en la sala, de la casa de nuestros viejito, viendo; El stand de los besos.

-¿El Stand de los besos?- pregunto confundida.

-Sí, bueno- dice nervioso –Tengo ganas de verla.

-Estas loco.

-Oye, se que la has visto, por eso te ríes- dice y no puedo evitar reírme.

-Sí, soy toda una romantica- digo con una sonrisa.

-No lo dudo- dice con una sonrisa igual a la mía.

-¿Cuándo vendras a verme?- pregunto. Cuando dos mechones de pelo caen en mi rostro.

-Aun no lo se. Sabes que esta cosa de cambiarse de universidad, es muy dificil.

-Me encantaria ir a verte, pero corro el riesgo de que me persigan.

-¿Te estan persiguiendo?- pregunta algo enojado.

-Tu quien crees- digo y veo como cierra los ojos –Naim, sabes que te digo esto...

-Si lo sé, pero no me gusta que te controlen. Y se lo que vas a decir, que yo también a veces te controlo. Pero no de esa manera, nunca te haría eso- dice y yo suspiro.

-Si lo sé y por eso te amo, eres el único que me queda. Nos tenemos el uno al otro y nadie podra cambia eso.

-Me encanta cuando te pones poetica- dice, con una pequeña cargada.

-Cierra boca- exclamo y el se reí con más fuerza –Oye, ve a costarte. Mañana ambos tenemos clases y tengo que estar temprano.

-Tan cuadrada siempre.

-No te burles de mí- exclamo. Rie

-Esta bien, lo siento. No te enojes- meneo la cabeza, de un lado para el otro.

-Buenas noches; Solecito- digo con una sonrisa.

-Buenas noches hermanita.

Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora