Llego a la casa de mi padre, me encierro en mi habitació antes de que alguien venga y me pida explicaciones. Me dejo caer al suelo, con la espalda apoyada en la puerta.
>>¿Qué cresta quiere ese chico conmigo? Si es otro espia de mi padre, no caere de nuevo<<
Pienso cuando mi teléfono comienza a sonar, rezo para que no sea Mateo, aunque una parte quiere que sea él. Suspiro derrotada, cuando veo el nombre de; Naim, en la pantalla. Le cambie el nombre cuando discutí con él. Susprio antes de contestar –Aló, Amaris- dice desesperaro.
-No, usted ha llamado a un servicio de ayuda. El cual consiste en; ¿Cómo puedo pedirle perdon a mi hermana, despues de haberla cagado?- digo con una voz un poco aguda. Me levanto del suelo me siento, en los asientos de la ventana.
-Amaris, sabes que no lo dige de verdad.
-Si, pero se escucho como si fuera de verdad- digo. Mirando por la ventana.
-Amaris.
-Naim.
-Por favor convercemos, me dices Naim cuando estas enojada conmigo. Lo haces desde que tengo memoria.
-Entonces sabras que no quiero nada contigo- digo cortante.
-No te creo- dice muy convencido.
-¿Así?
-Si, no quisieras nada. No habrias contestado- dice yo me revuelvo en mi sintio –Ves. Aunque estas enojada, aun así quieres que lo convercemos.
-Eres un engreido.
-No lo soy, oye Mari. Te conozco de toda la vida y no pienso que esto nos separe, prometimos nunca separarnos aunque pelearamos veinticuatro siente.
-Lo sé- respondo. Bajando la cabeza.
-Oye- dice con voz calida –Te amo, se que la cague y que dije cosas fuera de nuestro alcanze pero, no quiero estar peleado contigo. Se que quieres hacer carte a él pero ...
-Pero...¿qué?- pregunto con la esperanza, de que me diga lo que siempre e querido escuchar.
-Pero estas tu derecho, no puedo impedirte que no te acerques a él. Solo que me preocupo, no quiero que te haga daño, ya nos ha hecho bastante y no soportaria que lo siguiera haciendo. Ya la cago bastante, con lo de el imbecil de Anton y no te negare que si fuera tu, ya me habría ido de esa casa- dice y suspiro antes de cambiar la llamada, a videollamada. Coloco el teléfono entre mis rodillas flectadas, cuando el también prende su camara.
-Estoy bien, se que no quieres que este aquí, ni muchos que conviva con él pero no puedo ¿sabes?. Quiero darle una oportunidad y antes de que digas que, ya le he dado muchas. Quiero hacerlo, quiero tener una amistad con él.
-Lo sé Mari, pero te ha hecho mucho daño.
-Lo sé solecito.
-Pero te quiero y si quieres formar una amistad con él, adelante. No te lo voy a impedir, solo cuidate- dice con una pequeña sonrisa –No quiero verte mal y sabes que soy capaz de, destruirle esa mierda de mansion- ambos nos reímos.
-Eres un idiota.
-¡Oye!- exclama. Como si le hubiera echo daño.
-Idioootaaa- digo arrastrando las palabras y riendo.
-Entonces ¿estamos bien?- pregunta con cuidado.
-Sí idiota- digo con una sonrisa.
-Perdón por todo Solecito, Se que a veces soy un cabrón.
-¿A veces?
-Bueno, la mayoria del tiempo- dice riendose –Me encanta verte sonreír. Pronto estaremos en la sala, de la casa de nuestros viejito, viendo; El stand de los besos.
-¿El Stand de los besos?- pregunto confundida.
-Sí, bueno- dice nervioso –Tengo ganas de verla.
-Estas loco.
-Oye, se que la has visto, por eso te ríes- dice y no puedo evitar reírme.
-Sí, soy toda una romantica- digo con una sonrisa.
-No lo dudo- dice con una sonrisa igual a la mía.
-¿Cuándo vendras a verme?- pregunto. Cuando dos mechones de pelo caen en mi rostro.
-Aun no lo se. Sabes que esta cosa de cambiarse de universidad, es muy dificil.
-Me encantaria ir a verte, pero corro el riesgo de que me persigan.
-¿Te estan persiguiendo?- pregunta algo enojado.
-Tu quien crees- digo y veo como cierra los ojos –Naim, sabes que te digo esto...
-Si lo sé, pero no me gusta que te controlen. Y se lo que vas a decir, que yo también a veces te controlo. Pero no de esa manera, nunca te haría eso- dice y yo suspiro.
-Si lo sé y por eso te amo, eres el único que me queda. Nos tenemos el uno al otro y nadie podra cambia eso.
-Me encanta cuando te pones poetica- dice, con una pequeña cargada.
-Cierra boca- exclamo y el se reí con más fuerza –Oye, ve a costarte. Mañana ambos tenemos clases y tengo que estar temprano.
-Tan cuadrada siempre.
-No te burles de mí- exclamo. Rie
-Esta bien, lo siento. No te enojes- meneo la cabeza, de un lado para el otro.
-Buenas noches; Solecito- digo con una sonrisa.
-Buenas noches hermanita.
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Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅
Teen FictionDespués de mudarse a Valdivia (Chile) por el trabajo de su madre, Mateo Ortega se tiene que acostumbrar con la nueva universidad y sus nuevos amigos, todo cambio cuando conoció a Amaris, la chica fría y misteriosa de la universidad.