Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅

Capitulo 11 (Mateo)

-¿Estás bien?- pregunto cuando me mira a los ojos.

-Sí- responde limpiándose las lagrimas de los ojos.

-¿Por qué estas llorando?

-Por nada Mateo- dice quitándole importancia.

-Amaris dime la verdad- dijo agarrándola del brazo cuando intenta irse.

-Mateo nada de verdad- dice con un sollozo.

-Amaris no voy a soltarte hasta que me digas que demonios te paso- se que puede soltarse si quiere, por eso cruzo los dedos para que no lo haga. Me sorprende dejándose caer al suelo llorando, me agacho y la abrazo para que llore en mi pecho -Tranquila ya paso- la intento tranquilizar acariciándole el pelo. No sé cuánto tiempo estamos así pero no quiero que acabe, levanta su cabeza de mi pecho y me mira a los ojos. La ayudo a levantarse y se vuelve apoyar en el auto -¿Me dirás porque estabas llorando?- le pregunto al pasar unos segundos pero no me contesta -Amaris por favor, quiero ayudarte y quiero ...

-Te diré algo personal- dice interrumpiéndome. Me mira a los ojos y toma un suspiro -Ayer me preguntaste; el porqué de mi comportamiento, el porqué de mi aislamiento y el porqué de mi frialdad- Agacha la cabeza y sin despegar la mirada del suelo dice - Recuerdo mirar por la ventana la luna llena- levanta la mirada hacia la Luna -se ve tan delicada pero por dentro es una masa llena de valentía y de fuerza. Eso es lo que pasa conmigo, parezco la típica niñita que le gusta gastar el dinero de sus padres pero yo no soy esa persona- toma un suspiro y sigue hablando -No me acuerdo de la mirada de mi madre, ya que falleció cuando aún era bebé y mi padre nunca me amo- me mira a los ojos y me suplica con estos -Siento haber sido tan dura contigo ayer, pero a veces no puedo controlarme. Me siento extraña al hablarle a alguien que no sea mis amigos de la infancia. No soy una chica cualquiera y por supuesto no soy la típica princesita que espera al príncipe para poder luchar por su libertad. Si puedo derrotar al dragón y salir sola de aquella torre, yo lo hare; no siempre hay que esperar a un hombre para poder pelear o luchar por nuestros sueños- me toma la mano cuando frunzo el ceño confundido -No todos somos iguales, existen tantas desigualdades en el ser humano que nos hace sentir incapaces de lograr algo o empezar un proyecto. Existe gente que nos amara, que nos hará llorar y personas, las cuales pueden estar al otro lado del mundo y siempre estarán para ti- resopla y me suelta la mano -Esto es un juego, un juego estúpido; en el cual, tenemos que aprender a recibir y a perder. Un estúpido juego, en el cual; tú no das las reglas y aunque quisieras, cada vez que llegue ese día, tú vas a sentir de nuevo la angustia, la rabia y la pena- dice echándose a llorar de nuevo. Le tomo la cara entre las manos y le dijo con voz tranquilizadora y cálida;

-Pero también va a llegar ese día, en el cual; tú sentirás esa alegría, esa felicidad y esa emoción. No todo es negro, no todo es blanco, la vida está llena de colores y aunque no nos gusten algunos, hay que aceptarlos y luchar y pelear por ese sentimiento que te hace sentir débil e infeliz- ella se aparta cuando me empiezo a cercar.

-Ojala pasara eso Mateo- dice caminando hasta la mitad del patio -Hay cosas que odio con toda mi alma y otras que deseo recuperar- dice dándose la vuelta para mirarme -¿Te puedo pedir algo?

-Dime- le digo acercándome a ella.

-No le cuentes a nadie lo que te acabo de decir- sonrío y ella frunce el ceño.

-¿Deje de ser un desconocido?- pregunto y su ceño fruncido es reemplazado por una ligera sonrisa.

-Te lo advierto, para ser más que un desconocido debes tener mucha paciencia conmigo.

-Créeme que soy muy paciente- le sonrío -Debo irme, mis padres van a matarme.

-Tranquilo, nos vemos chico maravilla- dice acompañándome a mi moto.

-Adiós Mari- digo antes de salir de su casa. Siento unas mariposas en mi estomago al recordarla como me abraza y escondía su cara en mi pecho.