-¿Cómo te fue?, ¿El barco no se volcó?- escucho una voz masculina al entrar a la casa de mi padre. Ruedo los ojos cuando me doy cuenta que no es la voz de mi padre. Me doy vuelta y compruebo que no es el, es su amigo Baltazar el cual me cae como las reverendas.
-No estoy mojada, lo estaría si el barco se hubiera dado vuelta ¿no lo crees?
-¡Amaris!- me regaña mi padre, tomo un suspiro antes de responder sarcásticamente.
-Digo que si hubiera salido mal, no estaríamos aquí. Estaríamos en el hospital pero no estoy en un maldito hospital- me dirijo rápidamente a la escalera para no escuchar el regaño de mi padre.
-¡Amaris ven aquí!- escucho cuando voy a media escalera. Subo más rápido y corro a mi habitación. Tiro la mochila a la cama después de cerrar la puerta con llave –¡Amaris ábreme!
-Deja de gritar- le digo yendo a los asientos de la ventana –No te voy abrir.
-Amaris por favor, conversemos.
-Déjame por favor, quiero estar sola- digo con un sollozo. Escucho como se aleja, me tapo con mi manta morada.
>>¿Por qué nunca luchara por mi cariño, por mi perdón?<<
El tiro tres rosas a un acantilado y no le importo el daño que les hubiera hecho, es muy extraño estar con él. Me siento como si viviera con un desconocido, me siento como si tuviera que fingir ser una persona con él, me siento como si nadie en esta casa me quiere y como si no fuera nada más que un objeto pero solo soy una humana. En eso me llega un mensaje, lo abro y sonrió cuando veo de quien es.
-Hola Solecito, lamento no haberte llamado antes pero tenía mucha tarea y no tuve tiempo de mandarte ni un puto mensaje. Si te soy sincero me estoy aburriendo aquí en Chichan, estoy aburrido sin tu risa- una ligera sonrisa se forma en mis labios –Tu risa de loca. En unas semanas te voy a ir a ver y te tengo una gran sorpresa Solecito pero como sabes que no puedo guardarme nada te lo diré. Me trasladare a tu universidad. Estoy haciendo los últimos trámites para irme contigo nuevamente. Te extraño mucho y sinceramente no puedo estar sin ti- Sigo leyendo el largo mensaje hasta que escucho las despedidas del living.
>>El imbécil de Baltazar ya se va<<
Digo para mis adentros, me acomodo en los asientos de la venta y me quedo dormida. Me despierto sin poder volverme a dormir, tomo mi celular y veo que son las cinco de la mañana. Gruño e intento volver a dormir.
>>Mi alarma sonara dentro de una hora y media<<
Me levanto para me colocarme unos gens, una polera y un poleron negro. Bajo a la cocina y me preparo un café antes de salir al patio trasero. Camino de un lado hacia el otro con la humeante taza de café, corre un aire helado, muy helado.
>>Se debe venir una lluvia intensa<< Me digo mirando el cielo, entro cuando las nubes se empiezan a juntar. Lavo la taza y la seco antes de guardarla. Me preparo un sándwich y me lo como mientras reviso mi mochila, decido ir a dar una vuelta para hacer la hora.
En el paseo, paso por el árbol que tanto amo. Sus hojas son de color rosadas las cuales forman una especie de alfombra en el pasto. Recuerdo que me encantaba jugar de bajo de aquel árbol, me sentía como en un cuento de hadas. Miro la hora y veo que tengo media hora para llegar a la universidad. No puedo aguantar, me estaciono junto a una moto muy familiar. Me bajo y me dirijo al árbol rosado.
Cuando llego tomo aire, el aire helado llega a mis pulmones los cuales agradecen el viento congelado. Abro los brazos para recibir el viento en todo mi cuerpo, cierro los ojos y una sonrisa se forma en mis labios
-¿Te habían dicho que tienes una sonrisa hermosa?- me sorprende una voz. Abro los ojos y veo los brillantes ojos verdes de Mateo.
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Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅
Novela JuvenilDespués de mudarse a Valdivia (Chile) por el trabajo de su madre, Mateo Ortega se tiene que acostumbrar con la nueva universidad y sus nuevos amigos, todo cambio cuando conoció a Amaris, la chica fría y misteriosa de la universidad.