Capitulo 4 (Mateo)

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Salgo de la sala después de que Amaris desapareciera con aquel tipo, me voy hacia la cafetería donde me encuentro con Catalina y Matías sentados en una de las mesas de adentro. Primero voy por mi café antes de ir con ellos –Mateo, hola ¿Cómo estás?- me pregunta Matías parándose de su asiento y estrechándome la mano.

-Bien y ¿ustedes?- pregunto sentándome al frente de Catalina la cual tomo un suspiro antes de hablar.

-Mateo ¿puedo hacerte una pregunta?

-Si claro- le digo dándole otro sorbo a mi café.

- ¿Has visto a Amaris? Salió de casa sin dejarun rastro de humo y su padre no estaba nada contento cuando se dio cuenta queno bajo a desayunar- tomo aire y recuerdo que ella me pidió que no le dijeranada a Catalina pero creo que se refería a lo de su novio. La mirada de Catalina me mata, tiene una mirada de preocupación se nota que le tiene un cariño a esa chica aunque esta no le tenga ni un poquito.

–Si- le respondo y su mirada se ilumina en cuanto termino de pronunciar la palabra

–Estudio lo mismo que ella, la vi en la mañana, se veía como siempre- Catalina dejo escapar un aire de alivio.

–gracias Mateo- yo accedo con la cabeza y empiezo a conversar con Matías de un nuevo partido que va a ver.

Catalina esta o en el celular o mirando hacia afuera como si estuviera buscando a alguien.

Después de unos minutos me voy hacia la clase, una parte de mí quiere ver a Amaris y conversar lo que paso con él que se supone es su novio. Algo me dice que él la golpea o algo peor pero ¿Quién soy yo para meterme en los problemas de una chica que con suerte me sé su nombre? Decidí quitar esos pensamientos de mi mente y me concentre en las clases del día.

No la vi en todo el día, ni durante lo que quedaba de la semana, Anton había desaparecido sin dejar huellas y Catalina dijo que Amaris estaba encerrada en su habitación y que solo salía para ir al baño o comer algo. Me pase el fin de semana preocupado por una chica que ni siquiera conozco, me daban ganas de ir hacía su casa y obligarla a que me abra la puerta para ver si ese idiota le había hecho algo.

Cuando por fin llego el Lunes entro a mis clases,pidiendo a encontrarla. A poder conversar con ella y poder ser su amigo ointentarlo. Al parecer alguien me escucho ya que cuando entro a la sala estabacasi vacía. Amaris estaba en los asientos de adelante y era la única sincortarme a mí que estaba en la sala. Me siento al lado de ella. Viste unos gensde color negro e igual que su poleron  con el gorro puesto; lo único blanco era su collar de la torre Eiffel –Llegamos diez minutos antes- le digo sacando mi cuaderno y dejándolo sobre la mesa. Ella no dice nada –No te he visto desde la semana pasada ¿Estás bien?- ella gira la cabeza para mostrarme sus bellos ojos y mejillas rojas de tanto llorar.

-Oye si Catalina te pidió ser mi perrito guardián de verdad estas demente- dice y yo frunzo el ceño.

-No soy un perrito guardián- Digo mirándola fijamente.

-Bueno pero igual te lo digo. Conozco a la Cata, siempre me anda cuidando cuando puedo cuidarme sola- dice levantándose de su asiento y saliendo de la sala. No sé qué hacer, ni tampoco que decir. Pero por una parte tiene razón, no vengo aquí por cuidar una chica que ni siquiera conozco y que no quiere de mi cuidado.

Me quedo pensando o jugando en mi celular hasta que llega el profesor y la sala está completamente llena.

Cuando termina la clase me voy a la cafetería donde Matías me está esperando; me envió un mensaje para que nos viéramos allá. Cuando entro me hace un gesto con la mano para que me dirija hacia él -¿Cómo has estado?- pregunto sentándome en frente de él.

-Como se puede estar. Discutí con mi novio pero bien ¿y tú?- pregunta dejando en silencio su teléfono que no ha parado de sonar. Se me había olvidado por completo que le gustan los chicos, no me molesta pero se me hace raro, ya que nunca había tenido un amigo homosexual.

-¿Por qué discutiste con él?- le pregunto evitando su pregunta.

-Por una tontera, según él estoy con él por sudinero pero no es cierto. Cada vez que salimos discutimos por quien paga y la mayoría de las veces gano yo, entonces; no entiendo porque se enoja por algo que no tiene sentido- dice tirándose del pelo de la cabeza.

-Es normal, a mi me pasaba con una ex. Discutíamos porque ella me decía que yo nunca pagaba nada pero en realidad cada vez que salíamos yo era quien pagaba- digo recordando las infinitas discusiones que teníamos.

-¿Qué hiciste?

-La termine. Aunque quedamos como amigos pero de verdad a veces era insoportable- Digo haciendo una mueca.

-No sé, ojala se le pase porque de verdad es cansador siempre discutir por lo mismo- ambos nos echamos a reír cuando unos chicos pasan y chocan con un mesero quedando llenos de café.

***

Me dirijo a mi otra clase donde me encuentro nuevamente a Amaris, me siento al lado de ella. Amaris coloca los ojos en blanco y me mira.

-¿A caso tenemos las mismas clases o andas detrás de mí?- pregunta con un tono frío y continua dibujando algo en su cuaderno.

-También me toca esta clase- digo la miro como dibuja una montaña en la cual está saliendo la Luna –Creo que estudiamos lo mismo.

-Sabes es muy extraño hablar con un desconocido- dice sin despegar la vista de su dibujo.

- No quiero ser un desconocido- dijo en un susurro para que ella no me escuche pero no tuve suerte.

Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora