-¡¿Saldrás con Amaris?!- pregunta Catalina, muy sorprendida.
-No lo grites Cata, no sé qué significa.
>>Voy a salir con la chica misteriosa de la universidad<<
-Mateo, saldrás con la chica más reservada de esta universidad o de esta ciudad- dice. Con entusiasmo.
-Sí, lo sé. Pero no conozco mucho por aquí, he venido una vez pero no explore mucho y desde que vivo aquí, no he salido a explorar esta ciudad.
-Mateo- dice. Tomándome de la mano –Amaris nunca ha salido de esta ciudad, bueno, solo ha ido hasta la isla y de la isla hasta acá. Pero nunca ha salido, se sabe esta ciudad de memoria- dice con una sonrisa.
-Te confieso que estoy nervioso, es mañana- digo. Cuando Matías se sienta con nosotros -¿Qué pasa compañero?
-Es oficial, con Peter hemos terminado- dice y con Catalinas nos quedamos mirando.
-Oye, lo siento- dice Catalina.
-No te preocupes, se veía venir pero yo era muy ciego. Gracias a Amaris salí de esa relación toxica.
-¿Amaris?- pregunta Catalina confundida.
-Sí ¿No te conté?
-Me contaste a mí, no a ella- digo.
-En resumen Cata, Amaris me dijo que; es mejor estar solo a que mal acompaño. Me dijo que si sufría mucho en esa relación, que la terminara y eso hice. Lo mande a la punta del cerro con su amiguito de la universidad- Catalina está sorprendida.
-No conocía esa parte de ella.
-Ni yo- Decimos con Matías al mismo tiempo. Seguimos conversando de Amaris hasta que el trío nos tenemos que ir a clases.
>>Es extraño que Amaris quisiera salir conmigo ¿Le gustare?, no lo creo<<
Me quito la idea de la cabeza, cuando llego a la sala. Me concentro en mis estudios y el día se me va casi volando.
***
Cuando llego por fin, a mi moto. Feliz de que por fin, este día tan agotador haya terminado y podre irme a mi dulce y calmada casa.
>>Le diré a Sebastián, que compremos pizza o algo parecido, ver una película y relajarnos<<
Mis pensamientos son interrumpidos por un sollozo, frunzo el ceño y miro hacia el auto, que tengo al lado.
>>¿Amaris?<<
Golpeo el vidrio y Amaris levanta la cabeza, tiene los ojos inyectados en sangre, las mejillas rojas y cubiertas de lagrimas. Abro la puerta del piloto y me arrodillo para poder preguntarle, que es lo que pasa
–Amaris ¿Por qué estas llorando?- le pregunto. Pero no responde -¿Te hicieron algo?- pregunto. Pero sigue sin responder –Amaris por favor, dime algo. Quiero ayudarte, déjame ayudarte ¿Qué puedo hacer?
-¿Podemos hablar en otro lado?- pregunta. Con un hilo de voz y el corazón se me rompe, en mil pedazos. No me gusta verla así.
-Claro, te sigo- ella siente y hace andar el motor. Yo me subo a la moto y le envió un mensaje rápido a; mi madre. Para que sepa que llegare un poco tarde.
Sigo a Amaris, la cual está casi dejando la ciudad pero se detiene, en una especie de mirador. En donde, hay una banca y una hermosa vista; al río y el atardecer. Se baja del vehículo y yo de la moto. Me acerco a ella, todavía tiene las mejillas y los ojos rojos, de tanto llorar. Se sienta en la banca y me hace un gesto, para que haga lo mismo
-¿Estás bien?- pregunto. Ella toma aire y mira hacia la nada –Amaris, quiero ayudarte de vedad. Pero no sé...
-Tenía catorce años- me interrumpe, sin dejar de mirar el río –Tenía catorce años, cuando un día empezó con quejas. Le dolía mucho el pecho pero pensamos que; le dolía porque- hace una pausa para tomar aire.
>>¿A dónde quiere llegar?<<
-Ya ni me acuerdo porque pero, con Naim decimos llevarlo al hospital. Donde nos dijeron que sufría un infarto.
>>¿Sera su madre?<<
-Pudieron controlarlo pero estuvo una semana hospitalizado, íbamos cada día a verlo y cada día, nos pedía prometerle algo. Que íbamos a tener buenas notas, que nunca nos íbamos a separar, que tendríamos paciencia con mi padre y que siempre nos cuidaríamos- unas lagrimas comienzan a caer por sus mejillas –Un día, su salud empeoro y no sabíamos que hacer. Nos quedamos pero, él quería que le prometiéramos algo y prácticamente nos exigió, prometerle que; pase lo que pase, nunca íbamos a caer. Que siempre saldríamos adelante pero...- se le quiebra la voz.
>>¿De quién me está hablando? No entiendo nada<<
-Al momento de decirle que le prometíamos, salir adelante. Cerro sus ojos y se dejo caer en la camilla. Yo gritaba, gritaba; ayuda, mientras que; Naim, buscaba al médico. Nos sacaron a la fuerza de la habitación, solo para decirnos media hora después; que nos había dejado- Empieza a llorar más fuerte.
>>¿Qué hago?<<
-Amaris yo...- Comienzo pero me interrumpe, levantando un dedo.
-Por cinco años, he escuchado el mismo discurso. Sé que me dirás; que lo siente y que, crees que es mi madre- frunzo el ceño.
>>Si no es su madre ¿entonces quién es?<<
-¿Quién?
-Mi abuelo materno.
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Your Eyes (La chica de la universidad) COMPLETA ✅
Teen FictionDespués de mudarse a Valdivia (Chile) por el trabajo de su madre, Mateo Ortega se tiene que acostumbrar con la nueva universidad y sus nuevos amigos, todo cambio cuando conoció a Amaris, la chica fría y misteriosa de la universidad.