🦇ᴛᴜ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇs [ʙᴀᴛᴊᴏᴋᴇs]🃏

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Narra

Todo ha la comenzado a ser abrumador el calor insoportable que comenzaba a invadir en su cuerpo.

Los constantes jadeos del Omega eran irritables para sus oídos del mismo, odiaba escucharse en ese estado tan débil y sumiso en el que ahora se encontraba más que sumergido.

No podía más contenerse quería morir en esos instantes, no quería seguir de esa forma.

Estaba cansado por todo lo que le estaba pasando, por qué se preguntaba para torturarse a su persona.

Podía sentir un ligero frío recorrer su delgada espalda había tratado de mirar quién había entrado por la ventana, pues se encontraba abierta.

Era algo extraño para el comodín de que a si fuera, sin importar que tratado de al menos ponerse de pie pero había sido inútil hacerlo sus piernas temblaban mucho por el celo que era algo imposible de cumplir.

Al menos trato de ver quién era y se había llevado un susto estaba ahí el caballero de la noche mirandolo

–"B-Batsy..."–

El murciélago se acercó a una distancia algo considerable para acariciar una de sus rojas mejillas.

Mientras que el comodín estaba en shock mirando lo que hacía su rival trato de alejarlo por el comportamiento que para nada comenzaba a agradarle.

Pero la fuerza del murciélago era más fuerte que la suya.

El cuerpo del payaso ya de hacia recostado nuevamente en la cama

mientras que el payaso que hacía recostado nuevamente en la cama el caballero de la noche había abierto sus piernas del payaso para ponerse entre ellas, dejando al comodín algo asustado.

El comodín no sabía cómo reaccionar ante tales acciones que estaba haciendo, supondría que era por lo del celo era más que obvio que el comportamiento de su rata voladora fuera ese.

–"B-Batman..a-ah apartarte"–

Por un momento el comodín pensó que rogarle o más bien pedirle que se apartará de él, funcionaría pero había sido inútil, comenzó a intentarse mover para que así pudiera salir de ahí o al menos tratar de hacerlo pero la voz ronca del caballero hizo que el cuerpo del payaso se estremeciera más de lo que ya estaba.

Esa voz le había dicho que dejará de moverse claro que en ese estado era más sumiso de lo qué podía llegar a pensar, pero todo no podría ser real ese no era el comportamiento del murciélago aunque tal vez si el olor de su celo tal vez lo ponía de esa manera

Podía sentir su cálido aliento serca de su cuello comenzó a ser algo molesto para el comodín que nuevamente había comenzado a moverse de una manera algo frenética.

–"D-Detente p-por favor.."– hablo el comodín

–"Quédate quieto...un momento.."– contesto el murciélago.