🦇ᴛᴜ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇs [ʙᴀᴛᴊᴏᴋᴇs]🃏

🦇

Narra

La idea de hacerlo era algo imposible y algo frustrante, pensó por un momento que el beta era su pareja deo murciélago pero fue algo equivocado que solo haba pensado nada más así por qué si.

Llevaba días sin tener  ninguna visita del murciélago tal vez tenía razón en el echo que ya no tenía que meterse en su vida privada.

Era más que obvio que no lo quería dentro de su "Vida".

Todo esto lo hacía ponerse desesperante, no aguantaba el simple echo de permanecer aquí y más si también estaba Bruce ahí.

Claro que había sido atento al suministrarle sus debidos supresores para así que no se volviera a repetir lo que con anterioridad había ocurrido.

El payaso lo único que fue hacer es volviéndose a recostar  pero se escuchaba como golpeteaban la puerta con suavidad se levantó algo extrañado pensó que era Bruce pero al escuchar la voz del beta pudo calmarse.

–"Buenos dias, le traje su desayuno"– hablo el Beta esperando que está vez si accediera.

El Omega no tenía nada que perder y acepto dando un si como respuesta pero claro no era un idiota estaría a la defensiva todo el tiempo.

Claro que el Beta abrió la puerta de seguridad y entro con lo que era el desayuno del payaso quién estaba al tanto de que no pasará nada o se le ocurriera hacerle algo.

–"Aqui tiene si me necesita para algo más estaré al pendiente, buen provecho"– Le había dado una pequeña sonrisa. –"Con permiso'–

Dicho el mayordomo salió de la habitación volviendo la puerta de seguridad no quería ir pasará ningún incidente.

Antes de que el payaso hablará comenzó a ingerir sus alimentos con algo de lentitud mientras pensaba en un plan de como ganarse su confianza.

No quería seguir estar ahí sin hablar con nadie aunque al parecer era ese su trato con ese "Bruce Wayne".

La noche calló y el payaso esperando la vista del murciélago pero no llegaba, como había pasado días atrás al aver acabado su celo.

Las persianas las bajo, y apretó sus puños con bastante fuerza.

Cuantos días estaría sin verlo, la desesperación que tenía era bastante al menos quería arreglar las cosas con el pero parecía que sería otra noche sin ninguna visita.

Sin darse cuenta la puerta de su habitación estaba ligeramente emparejada y eso había sido grandioso para el payaso así que salió viendo si no pasaba alguien por los pasillos de esa mansión.

Por su suerte el área estaba despejada y salió arreglando sus ropas lo más tranquilo que podía.

Era una oportunidad de salir de ahí sin ser descubierto por su suerte bajo las escaleras pensando que no hay nadie pero ese fue su error ahí en las escaleras venía subiendo el mayordomo quien se quedó algo soprendido de que el payaso no estuviera afuera de su habitación claro que el payaso no sabía para donde correr.