Viajes De Naranjo

Capítulo 4: Un café por favor

(Hola, soy el autor, te agradezco que hayas llegado a este capítulo, espero que estés disfrutando la historia. Para este capitulo, me gustaría que lo acompañes escuchando la canción "Champagne Supernova" de Oasis. Un saludo y disfruta la lectura.)

Es una tarde de otoño de 2021, octubre 26 de 2021 para ser precisos. Eran aproximadamente las 18:59 pm en su crepúsculo, los rayos anaranjados del sol y las nubes moradas del horizonte coloreaban las colinas de los amplios campos áridos a las afueras de Ciudad Universidad. No había nada cerca de ahí a menos de cuarenta kilómetros a la redonda, nada salvo las huellas de un automóvil, y un joven parado en la mitad del campo. Un joven bien parecido y lo mejor arreglado posible, usaba una camisa manga larga de cuadros azules y blancos, un pantalón de mezclilla, tenis negros converse y un par de anteojos de marco negro. Su nombre era Alejandro.

Alejandro es un joven de 21 años, un profesor de física en la universidad de Ciudad Universidad, además de hacer investigaciones para esta, daba clases, pues, sentía que le venía bien mantener contacto con personas de su edad, aunque nunca los llegaba a ver más allá de alumnos. Sin embargo, eso no evitaba que algunas de sus alumnas o de otras carreras le invitaran a tomar un refresco o salir al parque en algún momento libre en su agenda, pero todas fallaban en su intento de lograr algo con Alejandro. Todas salvo una chica bastante especial, llamada Laura, que después de la clase del 11 de octubre de 2019, se le acercó a Alejandro para pedirle que aceptara salir con ella a tomar un café. El joven profesor había tenido una semana bastante demandante pues acababa de postular dos nuevos artículos para la universidad, por lo que pensó que le vendría bien despejar su mente un momento, además; se le había acabado el café para su cafetera, por lo tanto, decidió aceptar, pues Laura era una alumna destacada que se había desempeñado lo suficiente como para tener la atención del chico.

La cita se celebraría el mismo día a las 18:00 pm en un café cerca de la universidad.

Alejandro fue a su departamento el cual estaba a solo unas cuadras también de la universidad, para arreglarse un poco para su cita. El no lo veía realmente como una cita, simplemente sería una platica con una de sus alumnas, lo único que temía, era meterse en líos con el departamento académico, pero no se preocupaba por eso. Se dio un baño y se puso una camisa azul cielo lisa, un pantalón de vestir, un suéter ligero y zapatos negros, no era una vestimenta muy casual, pero tampoco la más elegante que podría haber, hecho esto, tomó sus llaves y caminó hacia el café.

Eran las 17:59 pm cuando ya se encontraba fuera del local, pensó que lo más cortes sería esperar a la chica fuera para abrirle la puerta y entrar juntos, el establecimiento era no muy grande, tenía una capacidad de unas 25 personas cuando mucho, tenía una lona color marrón en la parte frontal con el nombre de la tienda, amplias ventanas donde se apreciaba que la iluminación del interior era cálida a la vista, hacía mucho contraste con el exterior, el cual era gris azulado por las nubes, pero anaranjado por los rayos de sol de la tarde que lograba atravesar a estas, más no llegaban a todas partes, pues los árboles y edificios les tapaban el paso, el clima era fresco, y era posible que más tarde la temperatura fuera un poco más baja, pero agradable como para pasar un rato fuera. Dieron las 18:00 pm cuando se estacionó un taxi y Laura bajó. Era una chica casi de la misma estatura de Alejandro, salvo que ella le superaba por dos centímetros, tenía un largo cabello pelirrojo y ondulado, usaba una mascada roja, que iba en juego con su blusa color cerezo rojo, una gabardina de gamuza marrón. jeans y tenis grises, realmente era una muchacha muy bonita, y Alejandro no pudo evitar sonreírle al verla.

-Profesor, buenas tardes- dijo mientras caminaba hacia el con un paso enérgico.

-Hola, buenas tardes.