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Para ChenLe, ser ignorado por Mark no era divertido. Tampoco era divertido como la novia de éste le dedicaba palabras hirientes mientras él solo sonreía con burla para luego irse tomados de la mano, no, él odiaba a Yeri. La chica era una completa perra que disfrutaba hacer sentir inferior a los demás, la típica porrista de rostro inocente y complejo de superioridad.
Mark Lee no mejoraba la historia, era el clásico chico malo. Usaba chaquetas de cuero, fumaba, se saltaba clases, fiestas cada fin de semana y tenía una motocicleta, pero era demasiado guapo para resistirse a él. A simple vista no lucía tatuajes, pero a Chenle le gustaba imaginar que algo se escondía bajo el cuero.
Y Chenle? El... Simplemente era él. Un chico extranjero con excelentes calificaciones, lo único que resaltaba en él era su escandalosa risa. Junto a su pequeño, pero confiable grupo de amigos son considerados los nerd.
Como ahora, él junto con Xiaojun, Sicheng y Renjun se encontraban en la biblioteca terminando su proyecto de literatura.
—Oigan, podrían ir a buscar algo sobre... ¿Tierras de fantasía o algo así?– habló Renjun sin despegar la mirada de sus apuntes. Chenle y Xiaojun se levantaron.
—Entonces, tu izquierda yo derecha?– el menor asintió caminando al otro lado del pasillo.
"Tierras mágicas, algo peor no existe", pensaba mientras buscaba algún libro. "ajá, ay, ¿por qué está tan alto?". Se paró de puntitas intentando alcanzarlo pero...
—Agh!– el libro, junto a otros dos cayeron golpeando su cabeza y haciéndolo caer de espaldas– ¿Por qué demonios están tan arriba? No todos somos torres como Xuxi o Johnny hyung– se quejó sobando su frente.
Miró los libros a sus lados y un título captó su atención, "Black Magic" estaba escrito en letras rojas. Frunció el ceño con confusión. Decidió hojearlo un poco sorprendiéndose al leer el contenido, todo tipo de conjuros y hechizos estaban escritos en él. Fue algo escalofriante pero igual se llevó el libro junto a los otros dos.
—Chicos, no creerán lo que encontré– dijo con ojos completamente abiertos ganándose miradas curiosas.
Dejó el libro sobre la mesa, sus amigos vieron el objeto con curiosidad y le devolvieron la misma mirada que él les daba. Renjun sonrió con malicia.
