CAPÍTULO 26: PARA TI, NO SOY NADA..."

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Zhou Xiang miró el teléfono en el suelo y bajó la cabeza, sin decir nada.

No quería discutir con Yan Mingxiu, porque además estaba cansado de intentar explicar siempre lo mismo. Simplemente había llevado a un amigo borracho a su casa y fue interrogado de esta manera, la caprichosa y arrogante actitud de Yan Mingxiu no era para nada cosa de un día o dos, pero hoy era particularmente insoportable para él, tal vez por lo que había sucedido hace poco en el estudio todavía seguía vivido en su mente, y para el colmo, la actitud ansiosa e indiferente de Yan Mingxiu por aclarar su relación con él lo hizo sentir desolado a pesar de que había encontrado múltiples razones para tratar de justificar su mala actitud.

Al ver que Zhou Xiang no decía nada, su ira se elevó a niveles indecibles. En su mente seguía resonando el suspiro despectivo de Wang Yudong, que lo veía con una mirada totalmente incomprensiva, cuestionando su necesidad de involucrarse con alguien tan insignificante como Zhou Xiang. 

Aquellos ojos eran como agujas que perforaban su corazón.

Empezaba a creer que esta relación era como un túnel sin salida que lo hacía confundirse a medida que avanzaba, ¿cuál era la necesidad de querer estar con Zhou Xiang, solo porque su espalda se parecía a la de Wang Yudong? El hecho, de que no podía conseguir al original, lo hizo conformarse con un sustituto ... ¡¿Tsk ... desde cuándo se había vuelto tan patético?!

Aunque simplemente era un sustituto, que no le importaba decirle a viva voz cuánto le gustaba, pero tras bastidores, aún no había perdido la maña de ser tan 'puto'.

Yan Mingxiu nunca había sufrido semejante humillación, su pecho estaba lleno de hostilidad, el silencio de Zhou Xiang no le hacía ni media gracia, Sin embargo, esa actitud por defecto hacía que su ira se aumentara cada vez más ...

Yan Mingxiu arremetió furiosamente, "¡Maldita sea porqué no dices nada! En aquel momento me prometiste que no lo volverías a verlo a solas, qué solo lo verías en la empresa. ¿Crees que soy imbécil? ¡Incluso fuiste a su casa! Solo porque es una gran estrella. ¿No había nadie más? ¿Por qué tenías que llevarlo precisamente tú?" Ya no se trata solo de su aversión hacia Lan Xi Rong. Yan Mingxiu simplemente necesitaba encontrar una salida para desahogar violentamente sus emociones contenidas.

Zhou Xiang levantó la cabeza, su rostro no tenía la habitual mirada coqueta con la que siempre trataba de seducirlo, simplemente se dirigió con indiferencia: "Mingxiu, detente, no quiero pelear ¿sí? Solo lleve a un amigo borracho a casa, nada más, ¿por qué te pones así?" Su voz estaba llena de cansancio, el simple hecho, de reprimir el descontento y el agravio en su corazón fue suficiente para agotar toda su energía mental.

Yan Mingxiu arremetió sarcásticamente: "¿Por qué? Incluso lo llevaste a casa, entonces ¿por qué te dignaste en regresar? Escuché que andaban, ¡Hmph! ¡Qué ni siquiera necesitaba pedir permiso para venir a tu casa, podía entrar y salir cuando se le diera la gana, incluso dormía aquí! Si no fuera por mí, ya habrías regresado con él hace tiempo, ¿no es verdad?"

Cuanto más decía Yan Mingxiu, más se sentía como un estúpido irracional, pero no podía parar, era como un espectador, viendo como las palabras mezquinas seguían saliendo de su boca una tras otra sin parar, no sabía en qué diablo estaba pensando, quizás quería ver a Zhou Xiang enfadado, quizás simplemente quería perder los estribos con Zhou Xiang. Este hombre que lo desconcertaba demasiado, lo había alejado tanto de Wang Yudong, que incluso cuando los vio abrazarse, aunque estaba consciente que nunca habría esperanza para él y Wang Yudong, nunca quiso que Wang Yudong supiera de sus enredos con Zhou Xiang, se sintió enfadado, había entrado en pánico, estaba ofuscado y lo único que se le vino a la mente fue querer arreglarlo todo de una maldita vez.

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