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CAPÍTULO 27: "SIN PLANES DE RENDIRSE"

Finalmente, Zhou Xiang estaba demasiado exhausto y encontró un hotel para pasar la noche. Evidentemente aquel lugar era su casa, pero parecía como si lo hubieran echado.

Durmió hasta el mediodía antes de despertarse porque se moría de hambre.

Tan pronto se despertó, se sentó en la extraña cama del hotel pensando durante mucho tiempo, tratando de recordar todos los acontecimientos que le habían sucedido el día de ayer y cuanto más pensaba, más le dolía la cabeza.

Se lavó y bajó para cancelar su habitación, era la hora más animada del día ya había transcurrido el mediodía, salió del hotel, el sol lo apuñalaba directamente en ojos, era un hermoso día, pero se sentía apesadumbrado.

Se sentó en su coche durante mucho tiempo antes de decidir si volvía a casa.

No podía dejar de ir a casa, sin importar qué, no tenía sentido escapar. 

Se había arrepentido un poco de haber discutido ayer con Yan Mingxiu, sabía muy bien que el temperamento de Yan Mingxiu era así, no habían podido reconciliarse con él y siguieron discutiendo, ayer realmente no pudo contenerse, las palabras que Yan Mingxiu le había dicho y luego lo que le hizo, lo hicieron aún más incapaz de controlarse.

Nunca había estado tan enfadado y triste.

Pero cuando se calmó y pensó en ello, todavía no estaba dispuesto a romper con Yan Mingxiu de esta manera. Ya había apostado mucho en esta relación, cómo podía retirarse tan fácilmente, incluso si a Yan Mingxiu no le gustaba, no podía evitar el hecho de que a él todavía le gustase. 

Así que decidió irse a casa, si Yan Mingxiu estaba en casa, hablaría con calma y correctamente, temía que solo hubiera un desagradable malentendido entre ellos, tal vez sería mejor que se sentaran hablar sobre ello.

Así que condujo de regreso a casa, y para su decepción, Yan Mingxiu también se había ido de su casa.

Nada más al entrar en la casa, vio el teléfono que continuaba tirado en el suelo, se acercó y lo recogió, la pantalla estaba rota, pero evidentemente seguía encendida, sólo que la pantalla estaba demasiado trizada, era difícil identificar los mensajes en ella, pero aún podía ver que había muchas llamadas perdidas.

Zhou Xiang cargó su propio teléfono, queriendo llamar a Lan Xi Rong, cuando estaba a punto de marcar el número recordó que el teléfono de Lan Xi Rong estaba en su mano, lo que realmente lo hizo llorar de la risa. 

Simplemente había tomado el teléfono de alguien y lo había llevado a su casa, Lan Xi Rong era una persona tan ocupada, debe haber tenido muchas llamadas importantes, sin saber cuánto había retrasado sus asuntos.

Se apresuró a llamar a Cai Wei para que le diera el número del asistente de Lan Xi Rong y luego pudiera conectarlo con Lan Xi Rong y efectivamente estaba con su asistente.

"¿Aló? ¿Hermano Xiang?" La voz de Lan Xirong tenía un toque de sorpresa.

"Xi Rong, lo siento. Tengo tu teléfono conmigo".

"¿Qué?"

"Ayer cuando te lleve a casa, se te cayó el teléfono al suelo, como ambos tenemos el mismo teléfono, pensé que era el mío y me lo lleve, pero accidentalmente lo dejé caer y terminé rompiéndolo, lo siento".

Cuando Lan Xi Rong lo escuchó inmediatamente se sintió aliviado, "Oh, que bien, al menos no lo perdí en otro lugar, en realidad el teléfono no es tan importante, el punto es que hay un montón de llamadas y mensajes dentro, si alguien más lo hubiese encontrado sin duda hubiese sido muy problemático".