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CAPÍTULO 78: "LAS MENTIRAS EMPIEZAN A DERRUMBARSE"

El lugar al que Cai Wei quería que fuera resultó ser un pequeño restaurante de Xinjiang donde ambos solían reunirse cuando luchaban por llegar a fin de mes, unos años después de haberse graduado. Según recordaba, el restaurante llevaba al menos veinte años de funcionamiento, siempre con una fachada pequeña y una decoración anticuada, pero el negocio siempre había sido bueno, el propietario era un tío oriundo de uigur blanco y regordete hacía de chef y gerente, con un carisma agradable y cuya risa escandalosa podía oírse desde la distancia.

En aquellos días, después del trabajo, Cai Wei y él a menudo corría aquí para comer y beber un poco de vino, y luego hablarían de un poco de todo, imaginaban qué tipo de vida tendrían cuando fueran ricos.

Al final, ni él ni Cai Wei se hicieron realmente ricos, pero ambos estaban muy contentos con sus vidas y estaban muy apegados a este pequeño restaurante, por lo que  venían aquí de vez en cuando, sin embargo, con el tiempo las visitas al local se hicieron cada vez menos frecuente. Especialmente desde que Cai Wei se había acostumbrado a seguir a todo tipo de grandes jefes y estrellas dentro y fuera de los hoteles más lujosos, sentado aquí con un traje de varios miles de yuanes simplemente parecía fuera de lugar.

Zhou Xiang no esperaba que Cai Wei quisiera reunirse con él aquí.

Este pequeño restaurante seguía siendo el mismo de antes y Zhou Xiang lo reconoció desde lejos.

Entró directamente en una pequeña cabina donde Cai Wei ya estaba sentado adentro esperándolo. La comida estaba toda servida, una mesa llena de sus manjares favoritos y que a menudo solían pedir en ese momento.

En el centro de la mesa había seis o siete botellas de cerveza y dos de vino blanco.

Esta postura le resultaba familiar a Zhou Xiang, Cai Wei quería emborracharse.

"Hermano Wei". Zhou Xiang se sintió un poco aprensivo, intuía que Cai Wei lo estaba buscando por el asunto de Yan Mingxiu.

Cai Wei le dirigió una mirada profunda: "Siéntate, ya he ordenado".

Zhou Xiang se sentó en su silla y mantuvo una distancia de Cai Wei que consideraba mentalmente segura. Se trataba de un acto subconsciente por su parte, pero a los ojos de Cai Wei, parecía que era deliberado.

Cai Wei descorchó la botella y sirvió dos vasos de cerveza y de vino blanco cada uno.

Zhou Xiang asintió, "Hermano Wei, por qué me estabas buscando ......"

Cai Wei chocó su copa y dijo, "Hasta el fondo".

Los labios de Zhou Xiang temblaron un poco, este ambiente familiar le hizo sentirse un poco abrumado.

Simplemente cogió la botella y se sirvió una gran copa de vino para darse un poco de valor.

Después de beber, Cai Wei abrió la puerta y dijo: "He oído de lo tuyo con Yan Mingxiu, dime la verdad, es cierto o no, si realmente me consideras como un hermano, no me lo ocultes".

Zhou Xiang se limpió la comisura de la boca, no se atrevió a mirar a Cai Wei, en su lugar miró los platos humeantes de la mesa. "Es verdad".

La mano de Cai Wei que sostenía la botella de vino hizo una pausa, luego dejó caer la botella con fuerza sobre la mesa, levantó la mano y abofeteó con fuerza la cabeza de Zhou Xiang. "¡Maldito tonto!"

Zhou Xiang bajó la cabeza y apretó los labios sin decir nada.

"¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¿Dinero? ¿Fama? ¿Lujos? Dime, ¿Qué es lo que buscas?"

Zhou Xiang giró lentamente la cara y miró a Cai Wei, con los ojos un poco rojos: "Dinero".

Cai Wei miró su expresión y todo su cuerpo se petrifico, luego dejó caer sus manos de manera derrotada, como si su fuerza se hubiera agotado de repente.