CAPÍTULO 36: "LAS MENTIRAS DE WANG YUDONG"

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Zhou Xiang condujo a casa.

Esa casa era en la que había vivido desde que nació, toda una treintena de años, pero ahora por culpa de una persona, no se atrevía a regresar a su casa desde hace varios días.

Fue quien trajo a esta persona a su propia casa, pero ahora quería echarla, Yan Mingxiu era altivo y orgulloso, temía que no podía soportar la humillación de ser echado, si no, cómo diablos fue a meterse con él.

Temía que en la mente de Yan Mingxiu, tal vez sea solo una niñera competente y un compañero de cama, disponible a su antojo. 

Tan pronto volvió a casa, las luces estaban encendidas, Yan Mingxiu ya había regresado.

Zhou Xiang respiró profundamente y abrió la puerta con su llave ...

Yan Mingxiu estaba sentado en el sofá, mirándolo fríamente.

Zhou Xiang hizo lo que siempre hacía cuando volvía a casa, se quitó la chaqueta y la colgó en la puerta, poniéndose las zapatillas y colocando despreocupadamente la llave en el mueble zapatero, una serie de acciones habituales que había visto muchas veces cada vez que llegaba a casa Yan Mingxiu. Esta escena familiar se fijó delante de sus ojos, como si no hubiera pasado nada entre ellos, simplemente que Yan Mingxiu había llegado a casa un paso antes que él. 

Zhou Xiang empleó la mayor determinación que tenía en su vida para mantener su aparente compostura. Se acercó, miró hacia el interior de la habitación y dijo con desparpajo: "Todavía no has empacado tus cosas, déjame te ayudo".

Los ojos de Yan Mingxiu cambiaron drásticamente, se levantó de un salto del sofá, agarró el cuello de Zhou Xiang y levantó el puño, a punto de golpearlo.

Zhou Xiang le agarró la muñeca y lo miró desafiante, reacio a mostrar su debilidad.

Yan Mingxiu apretó los dientes y dijo: "¡Qué demonios te pasa, estás loco, por qué de repente te comportas así!"

Zhou Xiang apartó su mano y espetó: "Aquella noche que estabas borracho, te traje a casa, te lleve a la cama, luego te aferraste a mi cuello y me besaste, pero tu boca no me llamaba a mí, por el contrario, suplicaba por tu amado 'Hermano Dong' ... Tsk ... Yo, un insignificante doble carente de habilidad, no soy tan bueno como para compararme con tu 'Hermano Dong', pero, ¿qué demonios me pasa? La persona en la que pensabas cada vez que hacíamos el amor no era otra que tu maldito 'hermano Dong' ... Sabes, todavía tengo dignidad, y esto, es algo que simplemente no puedo aceptarlo ... Ninguna persona normal podría aceptarlo. ¿He sido lo suficientemente claro? Por favor lárgate de mi casa y vete con tu 'Hermano Dong'".

La cara de Yan Mingxiu estaba azul. Aunque ya había adivinado que aquella noche cuando estaba borracho quizás había dicho algo que no debía, ya que no recordaba nada en absoluto. La ceremonia de compromiso de su hermana y Wang Yudong le había producido una gran conmoción, pero también le había dado una fuerte sensación de alivio. Sentía que finalmente debía enterrar este asunto de una vez por todas, dicen que las cosas que no puedes tener, siempre serán las más cautivadoras, sin importar cuánto lo desees, era algo que nunca podrá tener, era su hermana, nunca podría robarle el novio a su hermana, tenía que rendirse. Aquella noche, bebió toda su frustración y su pérdida mezclada con la energía del alcohol, no pretendía desahogarse de nada, solo quería rememorar, recordar la clase de asombro y anhelo que sintió al ver a Wang Yudong en la gran pantalla cuando era un adolescente y aún temía vagamente a su verdadero yo.

Aquella espalda blanca y pura que caía con gracia en el agua, el agua fresca del río empapando su túnica a la luz de la luna, los hombros anchos, la cintura ajustada y los glúteos firmes y redondos salpicados por la más visceral y exuberante sensualidad, incluso Yan Mingxiu aún podía recordar como la sangre le fluía violentamente en aquel momento, y los apuestos e inconfundibles rasgos que se revelaron cuando esa espalda se giró lentamente no le decepcionaron. Haberse excitado por el cuerpo de un hombre fue un gran shock para Yan Mingxiu, que entonces solo tenía dieciséis años, y desde entonces ha visto todo tipo de bellezas, pero nunca pudo olvidar el asombro inicial, extremadamente fuerte, que le produjo Wang Yudong.

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