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CAPÍTULO 117: "HAGÁMOSLO ..."

La señora Yan se quedó en el hospital hasta pasadas las diez, y solo se marchó de mala gana después de insistir en que debía comer bien. Cuando se fue, Zhou Xiang pasó la noche con Yan Mingxiu en el hospital.

El pabellón individual reservado para Yan Mingxiu estaba en muy buenas condiciones, las camas eran dobles, y los dos dormían uno al lado del otro. Yan Mingxiu no podía mover su mano derecha, así que puso suavemente su mano izquierda sobre la de Zhou Xiang, apretando sus dedos, y su piel estaba cálida por todas partes donde tocaban.

Cuando se despertó al día siguiente, Yan Mingxiu quería que le dieran el alta del hospital. Zhou Xiang consultó con el médico y luego lo ayudó con los trámites para que le dieran el alta. Jiang Yuan recibió la llamada y los llevó a casa.

Era la primera vez que Jiang Yuan llevaba a los dos a la casa de Zhou Xiang. Cuando vio el lugar, obviamente se sorprendió mucho, probablemente porque no esperaba que Yan Mingxiu y Zhou Xiang vivieran en un barrio tan pequeño y anticuado, además, porque honestamente el entorno no correspondía con el estatus social de Yan Mingxiu.

A simple vista se podría decir que esta era sin duda la casa de Zhou Xiang. Todo lo que Yan Mingxiu había hecho por Zhou Xiang le había permitido comprobar lo extraordinario que era y, por tanto, había sido mucho más cuidadoso en su actitud hacia Zhou Xiang.

Después de llegar a su casa, el problema con las evidentes lesiones de Yan Mingxiu estaban a la vista y obviamente se interponían con sus actividades diarias. Tenía la mano derecha rota, muchas contusiones y costillas rotas, por lo que no solo tenía dificultades para moverse, sino que el ducharse y otras cosas irrelevantes también serían un problema.

La única persona adecuada para cuidarlo era obviamente Zhou Xiang. Zhou Xiang no tuvo más remedio que tomarse una licencia en su compañía, y se inventó la excusa de que Yan Mingxiu estaba enfermo y que no volvería por un tiempo.

De repente, Zhou Xiang tenía tiempo libre de sobra, y su trabajo a tiempo completo era cuidar de Yan Mingxiu.

Como su mano derecha estaba lesionada, Yan Mingxiu no podía ni siquiera sostener los palillos, así que utilizó una cuchara para comer, y cuando no pudo sostener la cuchara, Zhou Xiang tuvo que alimentarlo. Esta simple tarea fue más exhaustiva que hacer ejercicio.

Sin embargo, esto era sólo el comienzo.

Bañarse por la noche era probablemente el mayor reto al que se enfrentaba Zhou Xiang. Se quedó parado en la puerta del baño durante un largo rato antes de girarse hacia Yan Mingxiu y decirle con impotencia: "¿Qué tal si te bañas una vez cada tres días?"

Yan Mingxiu frunció el ceño y sacudió la cabeza: "Sería demasiado incómodo".

"Si quieres ducharte todos los días, tampoco necesitamos hacer nada más".

"De todos modos no tienes nada que hacer, y yo tengo aún menos posibilidades de hacer algo". Yan Mingxiu frunció los labios y sonrió: "Date prisa y dame un baño".

Zhou Xiang no tuvo más remedio que quitarle la ropa con cuidado, para evitar que el agua le salpicara el cuerpo, se quitó su propia ropa, y luego levantó el cabezal de la ducha, giró el flujo de agua a la mitad, con cuidado para que Yan Mingxiu se enjuagara el cuerpo.

El cuarto de baño de la casa de Zhou Xiang era muy pequeño y básicamente solo tiene la función del área de ducha e inodoro, por lo que era un poco apretado para que dos hombres se queden dentro, y ahora los dos están uno frente al otro en el pequeño cuarto de baño, cuanto más caliente está el baño, el ambiente se vuelve cada vez más lascivo.

Zhou Xiang tuvo que evitar que el agua tocara los lugares lesionados de Yan Mingxiu, pero también tenía que evitar las manos y los pies de Yan Mingxiu, nunca había sentido que bañarse fuese tan cansado, Zhou Xiang se rió y regañó: "Suficiente, detente ah, tantos lugares de tu cuerpo no pueden tocar el agua, si te llega a tocar no me hago responsable".