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CAPÍTULO 85: "UNA INTERMINABLE PESADILLA"

Zhou Xiang estuvo pensando durante mucho tiempo, pero no sabía cómo entrar, había varias personas paradas en la puerta, simplemente no podía moverse.

A legua se notaba que ese tal Xue no tenía ni voz ni voto sobre este asunto, y era inútil esperar a que se le ocurriera una solución, y además, simplemente no podía seguir esperando ni un segundo más.

Estaba desesperado por entrar y ver su cadáver por sí mismo, y además, quería saber a cuenta de qué los dos hermanos Yan estaban aquí y habían traído a tanta gente. Cuando estaba vivo, nunca había sentido que Yan Mingxiu lo hubiera valorado ni la mitad de lo que hacía ahora, y en cambio era ridículo que lo trataran así cuando estaba muerto.

Después de pensarlo, finalmente decidió frentear la situación, y como no había forma de evitar a toda esa gente, decidió simplemente ir a intentarlo.

Así que salió de entre la sombras y se dirigió directamente a la casona iluminada.

Antes de que pudiera acercarse, un soldado se acercó: "¿Qué sucede?"

Zhou Xiang trató desesperadamente de contener su impaciencia: "Estoy buscando a Yan Mingxiu".

El soldado se congeló, su expresión se volvió repentinamente fría mientras lo miraba con recelo: "¿Quién eres?"

"Soy su ... amigo".

El otro hombre escuchó su conversación y se volvió para entrar.

Después de un rato, un hombre delgado salió de la casa, entre la escasa luz Zhou Xiang levantó la mirada sólo para echarle un vistazo y distinguir que era Yan Mingsu.

Yan Mingsu solo lo miró por un momento antes de susurrar: "Déjalo entrar".

Zhou Xiang siguió a Yan Mingsu al interior de la casona.

La casona era mucho más luminosa y brillante, contrastaba con Yan Mingsu que tenía muy mal aspecto, ojeras pesada, mirada cansada, como si hubiera pasado por algún tipo de tortura, toda su persona parecía desanimada y sin energía, barrió a Zhou Xiang con la mirada y rápidamente cuestionó su presencia allí, "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Vine a acompañar a Cai Wei, Cai Wei es ...... un amigo de Zhou Xiang y hemos venido hasta aquí para identificar el cadáver ......"

"No hay nada que identificar, la persona lleva tres años muerta, ¿qué crees que queda? Son solo un montón huesos".

El corazón de Zhou Xiang se vio instantáneamente aprisionado. Yan Mingsu no estaba hablando de cualquier persona, no era un perro tirado al filo de la carretera, era él, era él ... él único Zhou Xiang.

Yan Mingsu no notó el cambio en Zhou Xiang, parecía estar muy resentido mientras murmuraba con tristeza: "En fin, las cosas son así, y para el colmo ese chico sigue ...... maldita sea, como puede hacernos preocupar a todos".

Zhou Xiang se sintió tan adolorido que cubrió incómodamente su pecho y se puso en cuclillas, en ese momento sentía que el cielo se derrumbaba, todo confuso y mareado, sus piernas apenas podían soportar su peso, su rostro palideció al instante que apenas podía encontrarse un rastro de sangre en ella, "Huesos ... Huesos, son los únicos que quedan ...... "

"¿Qué más crees que habría .... Qué te pasa?" Yan Mingsu vaciló y vio que Zhou Xiang estaba todo desubicado.

Zhou Xiang levantó su pálido rostro: "Señor Yan, ¿puedo entrar?"

"¿Entrar para qué?"

"Para, mirar el cadáver ... Zhou Xiang ......" Apenas forzó estas palabras, y en ese momento, finalmente admitió en su corazón qué, como persona, realmente había sido completa y totalmente borrado.