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CAPÍTULO 90: "APELANDO A LOS SENTIMIENTOS"

Uno a uno, los periodistas se giraron, y cuando vieron a Yan Mingxiu caminando con sus guardaespaldas, nadie se atrevió a acercarse y rodearlo, sino que automáticamente le cedieron el paso a Yan Mingxiu.

Yan Mingxiu es una de las pocas personas más inusuales dentro del círculo, no solo es un actor, sino que también representa a una de las familias más prestigiosas en la cúspide del poder en la capital, por lo que nadie se atrevería a provocarlo, aunque actúa con frialdad y arrogancia, incluso, nadie se atrevería a ser tan osado para escribir ni un solo artículo sobre él en ningún medio de comunicación. En ese momento, al verlo caminar con una cara tan escalofriante, naturalmente nadie se atrevería a interponerse en su camino.
Yan Mingxiu miró fijamente a Zhou Xiang, mientras se acercaba lentamente, luego le agarró suavemente del brazo y le susurró: "Vamos".

El volumen de su voz era muy bajo, pero no había ningún sonido alrededor, y todos pudieron escuchar claramente lo que había dicho.

Sobre Zhou Xiang, el recién llegado, tanto las habladurías como la exposición habían seguido aumentando últimamente, y a menudo estaban relacionadas con grandes nombres, como Lan Xi Rong, Wang Yudong, e incluso con el mismísimo Yan Mingxiu. El hecho de que nadie se atreviera a decirlo públicamente no significa que no vayan a chismear en privado. Al menos la noticia de que Zhou Xiang estaba siendo apadrinado por Yan Mingxiu había llegado a oídos de todo el mundo desde que la tripulación regresó de Guizhou, y ahora que los dos han entrado en contacto frente a tantas miradas, los reporteros, naturalmente, no van a dejar pasar esta buena oportunidad, con los ojos clavados en ellos como reflectores, esperando a que Yan Mingxiu se dé la vuelta y poder tomar fervientemente un montón de fotos de ambos.

Zhou Xiang trató de mantener la compostura y sonrió en todo momento: "Señor Yan, por favor, adelante". Se deshizo del agarre de la mano de Yan Mingxiu sin dejar rastro y, de paso, hizo un gesto de invitación.

Los músculos de la cara de Yan Mingxiu se movieron imperceptiblemente mientras lanzaba una tenue mirada a los reporteros que aún estaban frente a ellos, obviamente una mirada de advertencia, pero, con su ceja estaba un poco levantada hizo que su expresión fuera la más encantadora.

Los reporteros que bloqueaban a Lan Xi Rong también se dispersaron, Zhou Xiang asintió cortésmente a los reporteros y se escapó hacia el escenario.

Yan Mingxiu le siguió por detrás y le apoyó suavemente la espalda.  Sus acciones no eran en absoluto deliberadas, como si él y Zhou Xiang hubiesen sido cercanos desde siempre.

Esto hizo que Lan Xirong frunciera ligeramente el ceño.

Mientras varias personas subían al escenario, el anfitrión agradeció primero al CEO Wang y a Yan Mingxiu por su presencia de forma emotiva, y luego dejó que Lan Xirong tomara la iniciativa mientras varias personas implicadas pronunciaban sus discursos de liberación.

Cuando llegó el turno de Zhou Xiang, más de cien pares de ojos lo miraron al unísono. Por un instante, Zhou Xiang se quedó petrificado sin saber que decir. No se sentía nervioso cuando estaba de pie en el escenario hace un momento, pero ahora que tanta gente lo estaba mirando y con tantos reflectores iluminándolo, sintió inmediatamente un cosquilleo que recorría desde su cuero cabelludo hasta la punta de sus pies, incluso, las palmas de las manos estaban sudando.

Realmente no se atrevía a imaginar cómo Lan Xi Rong era capaz de dar un concierto en un estadio abarrotado de personas. Sin embargo, solo estuvo nervioso durante dos o tres segundos antes de calmarse y pronunciar su discurso previamente preparado, un discurso moderado que agradecía a todos lo que debía.

La siguiente sesión fue una sesión de preguntas y respuestas, en la que la mayoría de las preguntas se centraron en Lan Xi Rong y básicamente nada en Zhou Xiang, y para cerrar, hubo un corte de tarta y un sorteo de abanicos. El acto duró casi tres horas antes de finalizar.