Capítulo XXIII. Dolor

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Capítulo XXIII. Dolor
-¿cómo está mamá Masamune? ¿Él va a estar bien, abuela?-preguntó el pequeño Saeki. El pobre se veía angustiado y lloraba.
-Masamune va a estar bien, mi amor. Tienes que tener confianza de que él va a estar bien. Además, tiene que estar bien para cuidar a su bebé-miró a su nieto con dulzura para que el pobre lograra calmarse.
En eso, recibieron una llamada y la señora Yokozawa tuvo que atender. Se trataba de su hijo.
-¿diga?
-¿mamá? Hola, ¿cómo están los niños? ¿Ya lograron tranquilizarse?
-sí, hijo, los niños ya están más tranquilos. Pero dime, ¿cómo está Masamune?
-no voy a mentirte, mamá. Está muy mal. Llevaba varios meses sufriendo de hipertensión, pero como esta estaba demasiado elevada, sufrió de eclampsia. Y lo que es aún peor, sufrió también un derrame cerebral. El médico dice que tal vez... no sobreviva-expresó el peli azul, hecho un mar de lágrimas.
-no, no. Eso no puede ser. Masamune es muy fuerte y logrará salir de esta. Además, ¿cómo está el bebé?
-es un niño. En estos momentos está en la incubadora porque es muy prematuro. El doctor dijo que con los cuidados necesarios logrará sobrevivir.
-no te desilusiones, hijo. ¿Y han tenido noticias sobre Hiyo?
-no, tampoco. Después Zen y yo iremos a la policía para reportar su desaparición. Por favor, no le digas a los niños sobre el estado de Masamune. Sería algo muy doloroso para ellos.
-no te preocupes, no les diré nada. Hasta más tarde. Mantenme informada-colgó la llamada y en ese momento llegó el pequeño Hideki.
-¿cómo están mamá y nuestro hermanito?
-ellos están muy bien. De hecho, el bebé ya nació y es un hermoso niño-le dijo la señora.
-¿en serio? Tenemos un nuevo hermanito-expresó con alegría.
-¿cuándo podremos ir a verlos?-preguntó Saeki.
-aún no, mi niño. Masamune tiene que descansar. Pronto conocerán a su hermanito-dicho esto, todos los niños se fueron a dormir y la señora se quedó sola, rezando.
-por favor, Dios mío, protege a Masamune. No dejes que nada malo le suceda. Tú sabes que él estaba muy ilusionado por tener un bebé. No permitas que algo malo suceda-hablaba la mujer. Después de eso, simplemente se fue a dormir. Pronto recibiría una nueva llamada de su hijo.
***
-¿qué fue lo que dijiste?-preguntó Yasuda mientras hablaba con alguien por teléfono. Se veía conmocionado y hasta cierto punto, asustado. En ese momento estaba en el sótano, en el cuarto donde estaba encerrado Akihiko y este se alarmó.
-¿dices que Masamune está en el hospital?-en ese momento, Akihiko sintió un sudor frío recorrer todo su cuerpo. Trató de escuchar lo mejor posible todo lo que el azabache estaba diciendo.
-no puede ser. Masamune no puede estar pasando por esto. Debe ser una mala broma-dijo para sí mismo cuando colgó la llamada.
-¿qué sucede con Masamune, Yasuda? ¿Él y el bebé están bien?-preguntó el peli plata. El mencionado dudó un momento de si contarle o no.
-él está muy mal. Sufrió un derrame cerebral causado porque su presión subió hasta niveles insospechados. También me dijeron que su corazón se detuvo unos minutos, pero que lograron reanimarlo. Su condición es grave, porque no saben si él va a sobrevivir-se veía triste.
-pero ¿cómo está el bebé?
-es un niño, pero es muy prematuro. Sus pulmones aún no se han terminado de desarrollar y por eso debe permanecer en la incubadora. Quisieron que terminara de desarrollarse mejor dentro del vientre materno, pero no pudieron porque sabían que eso también estaba acabando con la vida de Masamune poco a poco. Tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia-en ese momento, Akihiko se dejó caer de rodillas y colocó la frente en el suelo.
-por favor, Yasuda, déjame ir. Déjame estar con Masamune. Él en estos momentos me necesita. Por favor, libérame. Ya obtuviste lo que querías. Yo ya no te sirvo para nada, por favor, te lo suplico-se hincó frente a él y lloró.
-está bien. Como dices, ya obtuve lo que quería. Te dejaré ir, pero, les dirás a todos que estuviste en un viaje para promocionar tu nueva novela. No habrá problemas, porque tú eres un reconocido escritor. No debes decirle absolutamente a nadie dónde has estado realmente y mucho menos que mi hija está aquí, ¿de acuerdo?
-sí, haré todo lo que me pides.
-está bien. Entonces, puedes irte-dicho esto, lo soltó y lo escoltó hasta que llegó a la salida. Ahí, le pidió a uno de sus hombres que lo llevara al hospital donde estaba Masamune. Llegó casi enseguida y Akihiko entro al hospital. Encontró a Takafumi y a Zen en la sala de espera. Takafumi era el que se veía más afectado.
-¡Takafumi!-exclamó el peli plata. El mencionado se levantó de su asiento.
-¿cómo es que llegas hasta ahorita? ¿No sabías que tu novio está entre la vida y la muerte?
-lo siento. Estaba en un viaje de negocios para promocionar mi nueva novela. Apenas me enteré. ¿Cómo están Masamune y mi hijo?
-está muy mal. Hace poco el médico nos avisó que los daños en su cerebro son demasiado graves. Tal vez, si llegara a despertar, le será muy difícil caminar, incluso hablar-el peli plata estaba asustado-. Pero con respecto al bebé, es un niño. Es pequeño aún. Tiene cinco meses. Pero es fuerte y sé que saldrá adelante, junto a su mami-dejó escapar unas cuantas lágrimas.
-gracias por haberlo traído para acá.
-de nada. No podía quedarme de brazos cruzados sabiendo que su vida estaba en peligro. Bueno, nosotros debemos irnos, nuestra pequeña Hiyo fue secuestrada hace poco e iremos a la policía para levantar una denuncia. Háblame si pasa algo con Masamune-le dijo el peli azul. Akihiko asintió y dicho esto, los dos esposos se retiraron del lugar.
-por favor, Masamune, tienes que ser fuerte. Tienes que luchar por ti, por nosotros...

Un amor dolorosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora