Capítulo 1.

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—Bueno, chicos, es todo por hoy, que tengan unas lindas vacaciones — sonrío mirando a mis alumnos guardar sus útiles.

La mayoría de ellos asienten con la cabeza. Suspiro agotada y comienzo a juntar mis cosas también, ya casi terminando, escucho que mi celular vibra en el escritorio. Cada vez que tengo que dar una clase lo pongo en silencio o en vibrador para que nadie me moleste, siempre me llaman alguna empresa de línea o vendedores, es irritante.

Lo desbloqueo. Es un mensaje.

Entro al chat #LasLocas.

"¿Están listas? "— escribió Emma.

Arrugó las cejas.

"¿Listas para qué?" — tecleo con rapidez y presiono enviar.

Al instante llega la contestación de Emma. Debe estar desocupada.

"¿Cómo puede ser posible que te hayas olvidado? Mañana tienen que hacer lo que yo diga."

Cierto.

Emma es la mujer más loca que conocí en mi vida, su cabello es azul, mide uno setenta, sus ojos son color verde, su nariz es pequeña. Es una mujer muy directa, divertida y también es maquilladora profesional. Tiene un rostro angelical.

Y hoy le toca a ella decidir a dónde ir. Solo espero que no sea algo extremo.

—Nos vemos, seño — oigo voces tiernas a la par, alzó la mirada del celular y veo a algunos de mis alumnos saludarme, agitando sus manos. Devuelvo el saludo sonriendo.

Espero que todos abandonen el aula y me cuelgo mi bolso en el hombro. Camino por el pasillo de la escuela encontrándome a maestras saliendo de sus salones y niños apresurados, uno le dice que no corran, que pueden lastimarse, pero ellos igual lo hacen.

Me dirijo al estacionamiento donde dejé aparcado mi auto. Saco las llaves de mi cartera y desactivo la alarma, abro la puerta y subo colocando el bolso en el asiento del copiloto.

Manejo hasta el departamento, luego de unos minutos llego hasta mi dulce hogar, estaciono el auto y desciendo de él, antes de bajar tomo mis cosas que dejé en el asiento.

Activó la alarma y avanzó hacia el interior.

—Señorita Herrera — me saluda el portero con una leve inclinación.

—Hola, Richard — sonrío y me dirijo al ascensor que justo una persona sale de él.

Presiono el botón tres, siento mi celular vibrar en mi bolso.

"¿Vamos para tu departamento As?" — envío Alison.

Alison es nuestra chica mala, es una persona muy sería, casi nunca sonríe, es petisa, tiene el cabello negro y sus ojos con color café. Nos contó que tuvo una vida muy difícil, aunque costó que se abriera a nosotras, no es fácil hablar de tu propio dolor, pero se recuperó tomando clases de fotografía. Eso la ayudó a relajarse, a estar en armonía consigo misma, es una guerrera.

"Sí, no te molesta, claro"— escribió Emily.

Emily es la tímida del grupo, le dices hermosa y ya se sonroja, es muy tierna, su cabello es rubio y tiene flequillo, sus ojos son café claro. Es escritora y puedo decir que es una de las mejores de todo Nueva York. Tuve el placer de escuchar su libro en una reunión, cada palabra es tan única y especial. Por esa razón tiene tanto éxito.

"No hay problema, vengan. Me daré una ducha".

Salgo del ascensor cuando las puertas se abren, dobló a la izquierda y llegó a la puerta de mi departamento. Hace casi siete años vivo acá y nunca me acostumbro a que la puerta se abra hacia atrás y no hacia adelante.

AstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora