Capítulo 12.

28.7K 2.4K 353
                                    

No.

<<No, por favor>>

Me doy media vuelta con el corazón en la mano, ambos están parados mirándome.

—Estábamos jugando, es mentira — Dice Emily tratando de salvarme de esta situación, niego con la cabeza haciéndole entender que no me ayude esta vez.

—Puedes explicarnos lo que acabamos de escuchar — me exige, Alex con la voz fría. Apartó la mirada sintiendo un dolor en el pecho, como si no pudiera respirar. Miró a Emily haciendo una seña que nos deje solos, asiente mirándome enternecida.

—Dinos que es un error lo que escuchamos — súplica Axel una vez que la pareja desaparece de nuestra vista. Niego al borde del llanto al verlo mirarme con tristeza.

—Lo siento.

—¿Lo sientes? ¡Nos usaste! — expresa con dolor Alex — te demostramos que te amamos y tú nos pagas así. ¿Por qué? ¿Por qué jugaste de esta manera con nosotros?

—Solo....Solo quería mí vida de vuelta — tartamudeo, sus miradas son dagas en mi corazón.

—Tu vida de vuelta. — ríe Alex incrédulo —. Te abrimos nuestros corazones. ¡Maldición! todo este tiempo nos hiciste creer... creímos que sentías lo mismo. Pero que idiota fui.

Verlos así me duele, Axel tiene lágrimas cayendo de sus ojos.

—Lo siento mucho.

No sé qué decir, mi interior está sufriendo también.

—No calma mi dolor, tú lo siento.

Muerdo mi labio, observó cómo suspira y con una mirada que me deja helándome los huesos me mira.

—¿Quieres tu vida de vuelta? Bien, prepárate por qué te vas — sentencia decidido, mis lágrimas caen sin parar.

—Axel.

—Ya conseguiste lo que querías, espero que estés feliz. Acabas de romper nuestros corazones.

(....)

Saco toda la ropa del ropero que coloque en el ropero y la pongo en mi mochila, suelto un suspiro tembloroso y me trago mis ganas de llorar.

Todo se acabó.

Se acabó por mí maldita culpa.

Lo aceptó.

No me merezco otra oportunidad, los lastimé y ellos fueron tan atentos conmigo. Miro por última vez la habitación donde compartí momentos con ellos.

Con el corazón desgarrado salgo de la habitación. Me cuesta horrores recorrer el pasillo, sin embargo lo peor me espera en el salón. Cuando pongo un pie ahí, veo a Axel secándose las lágrimas mientras Alex está tomando un vaso de whisky, lo sé porque me hizo probarlo.

—Vamos — espeta Álex dejando el vaso bruscamente en la mesa y tomando las llaves de su auto que tiene en la mesa.

Me quedo callada y los sigo con la cabeza baja, me merezco su alejamiento. Aun odiándome Alex abre la puerta del auto para mi, entro y la cierra. Trago el nudo que se forma en mi garganta.

No quiero irme.

El auto se pone en marcha, después de unos quince minutos llegamos a una cabaña más pequeña que la de ellos.

—Baja.

Dejo mi mochila en el asiento y abro la puerta, pongo un pie en el suelo y luego otro. Avanzamos hacia la puerta de madera, Alex toca la puerta y esta se abre dejando ver a una anciana.

AstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora