Siento mucho calor, trató de moverme pero dos brazos me lo impiden. Alarmada abro mis ojos rápidamente, veo que de mí lado izquierdo está Alex durmiendo y del otro lado Axel.
<<¿No se suponía que era mí habitación?>>
Suelto un suspiro.
—Chicos. — Apoyo mis manos en sus fuertes brazos y los muevo, ambos sueltan un gruñido y siguen durmiendo como si nada — Necesito ir al baño.
—No.
—Suéltenme.
—No.
—Joder.
—La boca — me regaña dormilón Alex.
—Si me dejan ir, hago lo que ustedes quieran. ¿Hecho? — con tal de que me suelten y me dejen ir al baño.
—No tardes.
En sincronía ambos me dejan el camino libre, salgo por arriba de Álex quién está más cerca del baño. Entro al baño y hago mis necesidades, cuando ya vacíe mí interior lavo mis manos y mi rostro.
Tomo el cepillo de dientes que dejé ayer preparado.
—¡Astrid!
Pongo pasta dentífrica, ignorando sus gritos para que me vaya a costar con ellos.
—¡Estoy lavándome los dientes! — gritó, ya cansada de escucharlos.
—¡Qué gruñona! ¿Será así siempre?
—¡Te escuché, Álex!
Resuenan sus melodiosas risas, una pequeña sonrisa se forma en mí rostro haciéndome fruncir el ceño.
<<No vayas por ese camino Astrid>>
—Cinco minutos.
—¡Voy! — escupo y enjuagó mí boca.
Descalza salgo del baño y me encuentro con Alex, está con el brazo detrás de su nuca mirándome, mientras Axel está durmiendo abrazando mí almohada fuertemente.
—Hola. — sonrió acercándome a pasos lentos.
—Buenos días, hermosa.
Frente suyo me hala hacía él haciendo que cayera en su pecho, se siente duro, parece una roca.
—Hueles delicioso — balbucea escondiendo su rostro en mí cuello.
—¿Gracias?
—Quiero un beso — dice de repente sacando su cabeza de mí cuello y mirándome fijamente.
—¿Eh?
—Dijiste "Si me dejan ir, hago lo que ustedes quieran ¿Hecho?" — imita mí voz.
Suelto una risa divertida.
—Así no hablo yo.
Se encoge de hombros restándole importancia.
—Mí beso — señala su boca.
No me queda de otra que cumplir con mi palabra. Me acerco lentamente y estampo mis labios con los suyos. Sus manos firmes manos me jalaron hacia él, de alguna forma quedó sentada en su regazo. Seguimos besándonos pero más apasionado.
—Alex — jadeo al sentir como pone su mano en mí glúteo izquierdo y me presiona para que pueda sentir su miembro despierto.
—Quiero sentir tu piel con la mía — susurra con la respiración acelerada juntando nuestras frentes — que seamos uno.
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Astrid
Fantasía¿Cómo reaccionarías si al acampar con unas amigas te perdieras en una cueva que te llevara a otro mundo con dos hombres lobos que te consideraran su propiedad?