—H.. Hoseok... —pronuncia, sintiendo como si su alma abandonara su cuerpo. Simplemente estaba helado ante aquella presencia.
—Ha pasado un largo tiempo, Namjoon. —pronunció mientras se acercaba a él, avanzaba con sus pies caminando sobre el aire, a escasos centímetros del piso.— Hey, quita esa cara. Estás bastante tenso. ¿Debo recordarte que no soy yo tu enemigo? —se posicionó frente a él y colocó una mano en el hombro del moreno.
—Tampoco eres mi amigo.— Namjoon quitó la mano del opuesto y se coloco en posición de combate.
—Tranquilo, no he venido a pelear. Sólo... quería ver como les va en su entrenamiento. ¿No has sentido cosas extrañas al rededor de el agua y el viento? —una sonrisa misteriosa se hizo presente en los labios del joven mago.
—¡Lo sabía! —la furia se apoderó del cuerpo del moreno y sin pensarlo tomó del cuello al opuesto. —¡¿Qué demonios les has hecho?!
El cuerpo del mago se esfumó un momento y reapareció detrás de Namjoon. —Oye, relájate. Les hice un favor, ¿no lo has notado? Ahora sus poderes son más fuertes que antes. Aunque admito que no me fue sencillo, tuve que hacer saltos temporales para cambiar su pasado. Ahora su lazo es mucho más fuerte, y por lo tanto sus poderes también. —otras dos presencias habían llegado, presenciando las palabras del mago.
—Así que tú lo hiciste. —el viento hizo notar su presencia, atrayendo la atención de todos los presentes. —Se me hacía raro, pareció como un sueño pero cuando Jungkook despertó y me "reconoció" como parte de su pasado entendí que algo no encajaba. Yo no conocí a Jungkook en su niñez originalmente, eso lo hiciste tú. Pero, ¿con qué propósito?— le miró fijamente al hablar, intimidante.— Dijiste que eso elevó nuestros poderes y eso es verdad, lo que quiero saber es ¿con qué intención buscas que obtengamos más poder?
—Eres inteligente, Taehyung. Debo felicitarte por tú descubrimiento, así como también debo informarte que por ahora no soy su enemigo. No quisiera que me llamaran un aliado, sé lo que mi hermano les hizo....— se rascó la nuca.— Yo, al igual que ustedes también quiero detenerlo, pero mi magia no es tan fuerte como para vencer a la suya en estos momentos. Por eso recurro a ustedes.
—¿Nos crees tontos? —intervino Namjoon. —No podemos confiar en un mago, nuestra situación actual también es culpa de uno. Tú mismo lo has mencionado, eres hermano de ese perverso.
—Tal vez no será fácil confiar en mí ahora, pero piensenlo. Yo fuí quien salvó a Taehyung y a su portador de mi hermano aquella vez. Sí, los he estado vigilando todo este tiempo y nunca he hecho nada para perjudicarlos.
—No sabemos si atacarás en un futuro.— esta vez era Minho quien intervenía, llegando justo a tiempo.
—Bueno, como quieran. Dejaré que lo piensen y volveré mañana a esta misma hora. Háganme entonces saber su desición.— después de decir eso Hoseok desapareció.
—¿De qué me perdí? —Jimin, quien acababa de llegar con un gato blanco en brazos les miró con una sonrisa.
Posteriormente 6 golpes fueron dados, cada uno en una cabeza distinta por cortesía del moreno. —¡Tontos! Es demasiado tarde, ¿en dónde estaban?
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—¿Minho?— unos brillantes ojos buscaban los contrarios entre la poca luz que brindaba la luna.
—¿Taemin?— respondió el otro, dejando ver sus ojos recién abiertos.— ¿No puedes dormir?
—No...—soltó un suspiro, haciendo un intento por levantarse del suelo. Sólo un intento. Unos brazos lo jala Ron de vuelta hacia su lugar y lo envolvieron ahí.
—No te vayas.— susurró cerca de su oído.
—Tú no te vayas.— exclamó el menor, soltando inevitablemente un fuerte llanto.
—Taemin... —el corazón del fuego se estrujó dolorosamente. —Sé que será difícil pero si le ganamos al mago eso va a tener que pasar.
—¡Debe haber otra opción! No puedes... ¡No pueden irse!— dijo aún entre lágrimas, aferrándose al cuerpo ajeno.
Minho no dijo nada, sólo lloró junto a su pequeño. Él también estaba dolido, no se imaginaba vivir sin Taemin ahora que sentía un profundo amor por él.
Por otro lado, Taehyung, quien tenía sentimientos similares, estaba despierto contemplando el rostro de Jungkook.
—Lo siento... —susurró mientras depositaba un beso en sus labios, muy suavemente para no despertarlo.
