—¡Ya callence! —Namjoon golpeó las cabezas de ambos chicos fuertemente.
—Ups. Alguien se acerca.— alertó Jimin, escuchando roces entre los arbustos.
Todos se colocaron en posición, formando un círculo donde sus espaldas apuntaban al centro del mismo para darle la cara a los enemigos. Aproximadamente eran 60 encapuchados los que salían de los arbustos.
—Mierda.— susurró Namjoon.— No esperaba obtener problemas tan pronto.
—Qué puedo decirte, a Kibum no le gusta andarse con rodeos.— Hoseok se encogió de hombros.
—Señor Hoseok, ¿qué hace con estos prófugos? Si no se separa se le considerará traición.— Fue lo que dijo uno de los encapuchados, quien al parecer dirigía a todos los demás.
—Tomenlo como quieran.— mencionó completamente despreocupado.
—A su hermano Kibum no le gustará saber esto.— el encapuchado murmuró unas cuantas palabras al de al lado, dándole la órden de hacerle saber a Kibum que ahora su hermano también era su enemigo.— Atrapenlos, el señor los quiere vivos.— sólo bastó anunciar aquello para que se dejaran venir.
Los elementos actuaron rápidamente; Jimin colocó sus manos en el suelo, causando que de bajo de la tierra saliera agua y alzara a los encapuchados como si fueran fuentes, con gran potencia y precisión. Minho encendió su cuerpo en llamas y atacó a otro tanto. Taehyung encerró a algunos en un agresivo remolino, sin darles oportunidades a escapar. Namjoon alzó grandes bloques de tierra, encerrando a más de uno. Por su parte Hoseok había desaparecido, cuando se dieron cuenta de ello se alarmaron.
—¿A dónde se ha metido?— Namjoon se apartó de la pelea, buscándolo entre los árboles y arbustos velozmente. El pensamiento "nos va a traicionar" se hizo presente.
Antes de que pudiera imaginarse el final más trágico después de semejante traición, un agarre en su brazo lo sacó de sus tormentosos pensamientos, permitiéndole entender que tan equivocado estaba. Hoseok le jaló hacia un arbusto, escondiendolo a su lado.
—Encontré una forma de entrar; si no podemos pasar directamente o por arriba pasaremos por abajo. Necesitamos irnos ahora antes de que lleguen más guardias. Si nos alejamos podemos tomar un viejo túnel subterráneo que construí hace tiempo, pero si nos quedamos...
—Agotaremos nuestra energía antes de llegar con el mago. Entiendo.— Namjoon asintió.— Iré por los demás.
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—Ya es hora de la cena.— murmuró Taemin, queriendo insinuar un "aún no vienen".
Jungkook sólo se quedó callado, viendo la expresión sombría en la cara de Yoongi, quien yacía sentado en un tronco, el más alejado de la fogata. Después dirigió su mirada a Jin, viendo su semblante inexpresivo mientras servía la sopa que había preparado para la cena. Esa sopa, según recordaba, era el platillo favorito de Namjoon. Seokjin dijo que sería un lindo detalle que después de un arduo entrenamiento el moreno comiera eso, pero... Después de que Yoongi le dijera un seco "hablemos", y ambos se apartaran para hacerlo, todo el ambiente cambió a uno tormentoso.
—Vengan a comer.— llamó el mayor.
Los cuatro chicos comieron la sopa en silencio, sentados en unos troncos frente la fogata. El silencio era preocupante, parecía que sin decirlo todos podían suponer lo que estaba pasando, más específicamente Jungkook y Taemin porque Yoongi y Seokjin lo sabían con certeza.
Llego un punto en el que el mayor no pudo soportarlo más y arrojó su plato con aún restos de sopa. Después tiró la olla con aquella comida, haciéndola trizas ante el contacto brusco con el suelo. El siguiente en caer fue él, quien terminó llorando ahí de rodillas.
Jungkook se levantó del tronco, con expresión decidida.— ¡Vamos a buscarlos!— exclamó con el ceño fruncido, ganando la atención de los otros tres.
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Después de lo ocurrido, Hoseok los había llevado hacia una cueva retirada del objetivo. Su prioridad era que pudieran pasar la noche a salvo pero.... Taehyung, con el torso desnudo, muriendo de frío, Minho con apenas una playera que cubría su torso y completamente desnudo de la cintura para abajo. Ambos mirando mal a Namjoon.
—No trajimos ropa de repuesto, apenas y tenemos un par de mantas para pasar la noche. Como ustedes dos son los mejores amigos, espero que no les moleste compartir.— dijo, mostrándoles una sonrisa que presumía sus hoyuelos.
—Fue tu culpa por encenderte fuego a tí mismo, no sólo acabaste con el enemigo, si no con tu ropa. No entiendo porqué debo prestarte mi playera.— Taehyung se cruzó de brazos.
—También compartirán manta.—dijo Hoseok, lanzando la mencionada. —Mañana empezamos nuestra travesía, así que duermanse ya.
—¿Qué? Preferiría dormir con Jimin.— se quejó Taehyung.
—Yo preferiría dormir abrazado de un perro sarnoso antes que dormir con éste.
—¿Disculpa?
—Tú empezaste.
Nuevamente el moreno intervino, dándoles un golpe en la cabeza a ambos.
—A callar, mañana será un largo día.
