Capítulo 2

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Taehyung miraba al castaño dormido sobre el colchón. Se veía tan tranquilo, pero tan delicado...

—¿Cómo alguien así puede tener tanto poder espiritual? — musitó sin apartar su vista de él. Seguía sin poder creer que aquel chico fuera su nuevo portador. — Ni siquiera te imaginas cuánto poder ocultas en tu interior. —rió levemente.

Afuera, hacía mucho frío, el viento estaba inquieto, golpeando con fuerza. La poca luz que iluminaba la habitación caía en el rostro del chico dormido, quien se removió hechando a un lado las cobijas.

—Tsk.— Taehyung se acercó y lo arropó nuevamente. — Hace frío, no te destapes así, tonto. —dijo el viento con notable molestia.

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Jungkook abrió los ojos medio adormilado, ya era un nuevo día. Talló ambos ojos y se estiró con un bostezo proveniente de su boca. —Que sueño el de anoche.— se rió de si mismo por haber soñado tal cosa. — Espíritu del viento. — dijo en tono burlón.

En eso, una ventisca suave se posó en su mejilla. Jungkook, miró hacia la ventana, pero esta estaba cerrada. No entendía de dónde salió aquella ventisca, que ahora le hacia cosquillas en el rostro.
Pronto la ventisca se hizo cálida, deteniéndose en el primer lugar que tocó y tomando forma de una mano. —No deberías burlarte de la naturaleza, niño.— con una sonrisa ladina, Taehyung aparecía frente a él.

—Pero qué... — el castaño se quedó atónito.

—No fue un sueño, fue real.— exclamó presionando la mejilla del contrario. —Ahora levantate, imagino que tienes que ir a ese lugar al que asisten los humanos de tu edad...¿cómo se llama? — se preguntó con una mano tomando su mentón, tratando de recordar. — Esdlela...esclera...no.

—Escuela.— corrigió Jungkook mirándolo divertido.

—Si eso...— presionó más fuerte la mejilla de su contrario.

—¡Ya, ya! Eso duele.— Se quejó.

—Pff, ¿y crees que a mí no me dolió cuando te tropezaste conmigo o cuando me tiraste al pavimento? — respondió enojado, pero al final terminó soltando al otro. —Tsk... ¡Mueve tu trasero, niño! — le empujó de la cama haciendo que cayera al piso.

—¡¿Pero qué diablos te pasa?! — reclamó mientras sobaba la parte afectada. —¡Cómo desearía que regresarás a esa llave! — exclamó molesto y de inmediato la expresión divertida de Taehyung se transformó en una de preocupación.

—Oh, no...— fue lo que alcanzó a articular antes de que Taehyung fuera arrastrado por una fuerza mayor que él hacia la llave.

—¿Eh?— Jungkook sólo se quedó quieto mientras veía como éste regresaba a dicho lugar, y su ojos reflejaron un brillo especial.— ¡Puedo encerrarte cuando quiera! — exclamó feliz, ignorando las quejas de la llave que colgaba en su cuello.

—¿Por qué a mí? — murmuró Taehyung del otro lado, dándose por vencido.

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—¡Hey! — Jungkook giró encontrándose con Jin, que corría hacía él acompañado de otro chico.

—Seok Jin Hyung.— le saludó sonriendo.

—Quería presentarte a alguien.— dirigió la atención a su acompañante. — Él es Kibum, mi primo. — ambos se saludaron amablemente, mientras caminaban al instituto surgió una agradable plática.
Kibum no dejaba de hablar de un tal Taemin, ciertamente se escuchaba como una madre preocupada.

—Él es un buen chico.— sonrió Kibum. — Seguro se llevarían bien Jungkook, tienen la misma edad. — el primer mencionado asintió sonriendo, tanto hablaba de él que le daba curiosidad conocerlo. — Hoy vendrá para ver si le dan el cambio a nuestra escuela, ya que se cambia de domicilio.

—Me parece genial, así mi Kookie tendrá un amigo. — Jin despeinó al menor.— A él le cuesta trabajo hacer amigos. — susurró a Kibum, a lo que Jungkook bajó la mirada avergonzado. —Bueno, nos vemos. — Jin y Kibum se despidieron del menor y se fueron a sus respectivas aulas.

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La tarde había pasado. Otra jornada de clases llegó a su fin. El castaño llegó a su casa y en la pared vio otra nota pegada, igual que todos los días anteriores.

<<Tuve que salir de viaje, está vez me iré por una semana. Cuidate... Mamá>>

Sólo suspiró.
Abrió la alacena para preparar con los alimento que contenía un platillo rápido... Cuando terminó decidió que era buena idea llamarle a Taehyung para que él también comiera algo.

—Espiritu del viento, yo, tu portador, te consedo la libertad de salir de esa llave para que tomes tu forma humana. — aquel remolino aparecía frente a él por segunda vez.

—Gracias, pensé que jamás me dejarias salir.— exclamó un molesto Taehyung.

—Oh, vamos. No puede ser tan malo. — Jungkook lo veía burlón.

—Tsk... — maldijo entre dientes.— si no estuviera atado a ti ya me habría largado.

—Como sea.— le ignoró— ¿No tienes hambre? — Taehyung enarco una ceja.

—Soy un espíritu, mocoso ¿Crees que los espíritus nos alimentamos de la misma forma que los humanos? — el castaño ladeó la cabeza.

—¿Entonces cómo te alimentas? — cuestionó.

—Antes no necesitaba alimentarme, pero gracias al mago ahora me alimento de la energía que emana mi portador. Así que callate y come bien, que si algo te llega a pasar estaría en problemas. — por alguna razón desconocida, al escuchar esas palabras, Jungkook se sintió extraño. Un cosquilleo se instaló en su estómago. —Tsk, ¿Qué me miras, mocoso? — sacó de su transe a Jungkook quien miraba embobado a un Taehyung sonrojado.

—¿Acaso te preocupas por mí? — preguntó Jungkook con una sonrisa burlona.

—¡N..no digas chorradas!— exclamó Taehyung mientras su sonrojo aumentaba, lo que hizo a Jungkook reír por lo tierna que parecía la nueva faceta del contrario.

no digas chorradas!— exclamó Taehyung mientras su sonrojo aumentaba, lo que hizo a Jungkook reír por lo tierna que parecía la nueva faceta del contrario

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Taehyung sintió su corazón volcar, ahora era él quien se encontraba embobado por Jungkook.

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