Capítulo 5

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Advertencia: contenido no apto para cardíacos.  (No digo para menores de edad porque aún así lo leen :V)

Minho y Taemin se encontraban en un cuarto completamente negro, que segundos después fue iluminado por la luz de unas chispas de fuego que salieron de los dedos de Minho.

-Este es buen lugar para entrenar, aquí no quemaremos nada.- se sentó en el piso.

-¿Dónde estamos?- preguntó Taemin, con una pizca de miedo en su voz.

-Dentro de la llave, tranquilo, no permitiría que algo malo te pasara.- le sonrió. -Ven, siéntate, es hora de comenzar. -Taemin acató de inmediato.- Empezaremos por algo sencillo, primero debes relajarte, respira profundo si eso te ayuda. -al poco tiempo los dos se encontraron muy relajados.- Ahora cierra tus ojos, voy a tomar tus manos. Necesito que pase lo que pase no abras tus ojos, voy a buscar algo dentro de tus recuerdos.- Taemin asintió, al segundo ya tenía una cálidas manos tomando las suyas y se dejó llevar por la sensación.

Todo iba bien hasta que una extraña sensación invadió su cuerpo. No sabía distinguir si era frío o calor lo que invadía su cuerpo. Estaba a punto de abrir los ojos, pero recordó lo que Minho había dicho antes, así que resistió.

De pronto, empezó a volver en el tiempo, viendo recuerdos de su infancia pasar rápidamente por su mente, hasta que se detuvo y sólo quedó un recuerdo; cuando la casa de sus padres se estaba incendiando, cuando él estaba al borde de la muerte.

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-Siéntate. -ordenó Taehyung, con una expresión que daba escalofríos.

-Hmm...vale.- Jungkook se sentó frente a él y tragó nerviosamente.

-Ahora escucha con atención, este es tu entrenamiento, sólo lo diré una vez.- Taehyung carraspeó mientras desviaba su mirada a un punto muerto de la habitación.- Besame.- ordenó con su rostro tiñendose de rojo.

-¿Eh?- Jungkook se quedó en shock, ¿acaso estaba soñando nuevamente? De no ser porque en ese momento su mentón fue tomado por el contrario y después le había plantado un suave beso no se lo creiría.

Luego de que el rose de labios acabara, Taehyung abrazó con fuerza a Jungkook, dejandole descolocado.

-¿Qué...?- pronunció apenas, sin poder concluir su pregunta.

-No digas nada...- murmuró.

Taehyung acarició el cuello ajeno con la punta de su nariz, y lentamente fue acercando sus labios para sustituir a su nariz. Besó con amor el cuello del contrario, quien sólo se limitaba a sonrojarse y dejarse hacer. Recorrió toda su extensión, provocando sensaciones agradables en el vientre de Jungkook, y cuando éste soltó un suspiro decidió separarse.

-Lo encontré. -exclamó agitado después de separarse.

Jungkook estaba hecho un caos, apenas podía mirar al opuesto de reojo, y sentía que su corazón iba a estallar. Nunca antes había sido besado de esa forma.

-Toma.- El viento sacó una pequeña perla que tenía presionada contra sus labios.- La tenías escondida en el cuello. Dentro está tu poder oculto.- explicó, entregándole la perla.

-...- Jungkook tomó la perla que el otro le extendía, sin decir nada al respecto

-Ahora quiero que pienses en algo agradable, y después ambos romperemos la perla para que tu poder despierte. - el otro asintió lentamente, aunque su mente no terminara de asimilar lo que estaba pasando ¿qué clase de entrenamiento era ese? -Hmm... déjame ayudarte, luces tenso.- el rostro de Taehyung estaba nuevamente a escasos centímetros del otro.- Te ayudaré a pensar en cosas agradables.- murmuró y sonrió ladino, provocandole corrientes eléctricas al cuerpo ajeno.
Bajó sus manos a los muslos de Jungkook y comenzó a acariciarlos, después llevó sus labios a los labios ajenos para volver a besarle. El castaño tenía su típica expresión de shock que a Taehyung le hacía mucha gracia, su cara era todo un poema.

Antes de separarse del beso aprisiono la mano del castaño, con la que sostenía la perla, con una de las suyas y la presionó  causando que ésta se rompiera. -Listo.- dijo al finalizar y de inmediato unas punzadas aparecieron en los brazos de Jungkook. -Sal a investigar cuáles son tus poderes, mocoso. Estaré meditando dentro de la llave.- anunció con el mismo tono frío que ha usado muchas veces para dirigirse a él, dejando al castaño más que superado.

-Pero...pensé que ibas a ayudarme.- le miró dolido, pero rápidamente su expresión cambió cuando le vio con el rostro pintado de carmín.

-Y...ya active tu poder, déjame en paz.- sin perder tiempo se metió a la llave, escapando rápidamente de cualquier explicación que el otro pudiera pedir.

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Fin del capítulo  :V

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