Cap. 2 - Confusión.

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Shigeo caminaba tranquilamente por los pasillos de su secundaria, pasando inadvertido por los demás alumnos de la institución. No le molestaba, es más, ya se habia acostumbrado a ser invisible ante las demás personas.

Así transcurria toda su mañana.

Al llegar el final de su jornada estudiantil se dirigía a la salida en donde siempre lo esperaba su mejor amigo.

—¡Kageyama-kun!

A Shigeo le causaba gracia como el rubio siempre lo saludaba de manera alegre agitando su mano de un lado a otro.

—Hola Hanazawa-kun. —saludó de manera tranquila el pelinegro.

—¿¡Listo para iniciar con la operación!? ¡Tengo varios planes en mente! —informó el rubio casi gritando.

—¿Qué operación? —preguntó el pelinegro confundido.

Teruki parpadeo un par de veces para luego sonreir de oreja a oreja con un pequeño brillo en sus ojos.

—¡La operación invitar a la chica que te gusta a una cita para lograr que se fije en ti y seas su novio! Aww, tengo que buscar un nombre más corto y más genial. —Teru tomo una bocanada de aire al terminar de decir todo aquello.

—Hanazawa-kun creo que aún no estoy listo para invitar a Tsubomi-chan a salir...

—¡Exacto! Tenemos que prepararte primero. —Teru tomó del brazo al pelinegro y lo arrastró al consultorio de Reigen, pues sabia que hoy su amigo tenia trabajo con el espiritista.



Ritsu caminaba de regreso a su hogar cuando sintió de nuevo esa presencia seguirlo.

—Reigen, si otra vez me estas siguiendo te voy a... —fue interrumpido por un pelinaranja que apareció justo enfrente de él —¿¡Qué haces aquí!?

Reconoció de inmediato a su acosador, era el chico contra quien lucho al intentar huir de la organización Garra.

—Solo te estoy siguiendo. —respondió el pelinaranja con una sonrisa alegre y relajada.

—¡¿Por qué mierda me persigues!? —interrogó.

—No tengo nada mejor que hacer. —respondió con simplesa.

—¡Ya deja de seguirme! —ordenó el pelinegro mirando al más pequeño con odio.

—No quiero. —respondió Shou con una gran sonrisa, le resultaba divertido ver la expresión de enfado de su interlocutor.

—¡A caso quieres que te de una paliza para que dejes de molmh... —no pudo seguir con su amenaza ya que el pelinaranja le planto un beso en la boca para que se callara.

Al separarse el chico le sonrió y desapareció dejando al pelinegro paralizado en medio de la calle.

—¿¡QUÉ MIERDA ACABA DE PASAR!? —gritó exaltado en cuanto logro salir de su estado de shock.



—Hola Mob. —saludó Reigen a su disipulo y luego miró al chico rubio que estaba al lado de su alumno —Y... amigo de Mob (?.

—¡Hola! —dijo el rubio con entusiasmo.

—Mob es hora de irnos, hay que exocizar un departamento de la cuidad. —informó Reigen empezando a caminar rumbo a la parada de autobús.

—¿Puedo acompañarlos? —preguntó el rubio al adulto.

—Mm... Sí, esta bien. —respondió con desinterés continuando con su caminata siendo seguido por los dos adolescentes.

Teruki sonrió, aprovecharía el viaje para comentarle sus planes a Shigeo.

Una vez a bordo del transporte público Teru se digno a comentarle su plan al pelinegro. Reigen no los escucharía, pues estaba discutiendo con Hoyuelo sobre la efectividad de la sal contra los fantasmas.

—Kageyama-kun creo que antes de invitar a... ¿Cómo se llamaba la chica que te gustaba? —preguntó el rubio y Shigeo se sobresalto un poco al escucharlo hablar.

—¿T-te refieres a Takane-chan?

—¡Ah! Sí, a ella me refieria. Bueno, creo que antes de eso debes de practicar hablar con otras chicas. De esa forma no te sentirás tan nervioso. También debes de ejercitarte más y con respecto a tu ropa, iremos de compras uno de estos días. —Hanazawa tenia una libreta donde tenia anotado todos sus planes para poder ayudar a su amigo ante cualquier situación.

—Mm... Me parece bien. —Mob se resignó, de nada servía llevarle la contraria a Teru cuando hablaba de manera tan rápida -debido a la emoción- que ni se le entendía nada.

—Ey, ¿qué tanto hablan ustedes dos? —Hoyuelo interrumpió la charla de ambos chicos.

—¡N-nada! —respondió el pelinegro empezando a sudar.

—Kageyama-kun solo me comentaba como es que ayuda a Reigen en el trabajo.

—Pues prácticamente Mob hace todo mientras Reigen grita como una niñita asustada. —comentó el espíritu mientras reía a carcajadas.

—¡Yo no grito como niña! A demás Mob no hace todo el trabajo, yo dejo que él se encargue de los espíritus para que entrene y aprenda a usar sus poderes psiquicos, pero yo puedo exorcizar lo que sea sin ayuda de nadie.

—Gracias maestro, usted es muy amable. —dijo Shigeo con una pequeña sonrisa.

—¡Wow! ¡Kageyama-kun tu maestro es genial! —exclamó Teru sacando chispas de los ojos —¿Puedo entrenar con ustedes?

—Esta bien, pero no pienso pagarte. —informó el adulto.

—No se preocupe por el dinero, no tengo interés en eso. —comentó el rubio.

—¿Qué clase de persona eres? —preguntó Reigen mirandolo con incredulidad.

—Normal, supongo. —respondió con duda.



Ritsu estaba recostado en su comoda cama, mirando el techo de su habitación, pensando en las razones del actuar de aquel chico pelinaranja.

Quizás solo queria fastidiarlo, pero si así hubiera sido se hubiera quedado a burlarse de su estado de shock. Pero eso no ocurrió, por el contrario, el muy idiota le sonrió bobamente para luego huir dejándolo solo en medio de la calle.

Seguramente solo buscaba confundirlo y alterarlo para así atacarlo cuando menos se lo espere. Al llegar a esa conclusión sonrió de manera sádica.

—¡No vas a lograr derrotarme idiota! ¡No caeré en tu juego! —dijo entre dientes para luego desahogarse doblando unas cuantas cucharas.

Claro que luego las devolvería a la normalidad, ya que no quería que su madre lo regañara.



Al llegar al edificio los cuatro ingresaron y se encaminaron al departamento n° 13.

—Número de mala suerte. —comentó Teruki al ingresar al recinto.

A simple vista era como el resto de los departamentos, un comedor/cocina, un pequeño living y dos cuartos con baño. Nada del otro mundo, pero pesé a su apariencia sencilla se podia percibir una aura pesada.

—Siento una presencia maligna en este lugar. —comentó Reigen —Mob encargate de esto rapido así vamos a comer ramen.

—Claro maestro. —Shigeo se coloco en medio de la habitación esperando la aparición del fantasma.

El silencio invadió el lugar, todos estaban atentos a lo que podría llegar a pasar y fue entonces que el piso empezó a temblar y varios objetos salieron disparados hacia ellos.

Teru creo una barrera para proteger a Reigen y a Hoyuelo mientras Mob se encargaba del fantasma.

Un movimiento de su mano basto para exorcizar al espíritu que habitaba el departamento.



¡Fin del capitulo 2!

¡Nos leemos en el próximo cap. Bye!

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