Diferente (AU Adrinette)

Especial•Mi pasado

¿Sonreír? ¡Eso lo hacía todo el tiempo!, Sonreía por cualquier bobada como despertar, caminar, ver a mi hermano...yo era la chica que se podría decir que todos amaban. Excelentes notas, nunca inasistente, ayudaba sin importar que...*suspiro*, ¿Para tener 15 años no estaba mal, no?

Siempre, a pesar de las adversidades, mi cabeza estaba en alto. Era una chica que creía su mundo color rosa, pero no literal, es que era...como decirlo, muy infantil, inocente.

Todo bien, hasta que llegó él.

Un chico mayor por un año había llegado, alto, ojos azules, cabello oscuro con las puntas de color azul, y para mí, perfecto. Un día chocamos por accidente y mi peor error fue mirarlo a los ojos. Había quedado enamorada.

Mi corazón latía tan fuerte, que podría hacer correr un auto con él. Se presentó al igual que yo, su nombre era Luka Couffaine.

Después de eso, nos seguimos viendo, a él le encantaba la música y más tocar su guitarra. Su pasatiempo era pasar horas en la playa, admirando las olas ir y venir; con el pasar de los días, caía más y más enamorada de aquél guitarrista, con su embelesante mirada o por su personalidad serena...

Pasado un tiempo me decidí declararme, no había dudas de que lo amaba. Me mentalizaba de que no debía hacer un escándalo si me rechazaba o si aceptaba mis sentimientos. Al declararme me confesó que estaba tan enamorado como yo ¡Dios! pensé que ese sería el día más feliz de mi vida, pues también me pidió ser su novia, obviamente acepté y ya no habría nada que impidiese nuestro amor. Que ilusa estaba peor que Coalemo o Alaksmí.

Nuestra relación fue muy hermosa, pero a medida que avanzaban los días, sentía a Luka distante, sus besos ya no transmitían ese amor puro de antes, estar en sus brazos ya no me era tranquilizante y no tenían ese calor abrazador que envolvía mi corazón. Sentía que era mi culpa, y al mismo tiempo, no lo era. Tenía mi agenda ocupada todo el tiempo, pero siempre me escapaba de la mayoría de mis deberes para ir con él, siendo regañada por mis padres, Alessia o por mi propio hermano. Recuerdo algunas de las conversaciones...

"—Marinette, está no eres tú. Eres alguien tan tranquila, educada, ¿Que está pasando?

—¿Que pasa?, Pasa que ya no soy una niña, Ale. Todos cambian, Luka tiene razón, ¡Ustedes solo quieren controlar mi vida!"

"—Marinette, tendré que prohibirte ver al joven Couffaine.

—¡No!...Está bien, iré al torneo"

"—Princesa, ¿Podemos-

—¡Cállate!"

Me arrepiento de haberles hablado así, para mí, Luka era como un dios, así que todo lo que decía lo creía, no me daba cuenta que me manejaba a su merced.

***

Había llegado el día de un torneo de esgrima que tenía, pero el no lo sabía.

—¿Cómo estás, mi melodía?

—Nerviosa, darling.

—Bueno, ¿Quieres ir a caminar un rato al parque? Podemos tomar algo allá.

—No puedo Luka, tengo un torneo de esgrima y tengo que ir ahora mismo.

—Siempre es igual, y luego dices que tú padre no te maneja.

—Luka, yo-

—No importa, has lo que quieras.

Estaba molesto, quería ir detrás de él y escapar, como lo hacía mayormente, pero no podía, no quería que me impidieran verlo. Yo estaba muy triste, pensé que el me diría algo como: "No te preocupes Mari, la suerte está de tu lado" o "No estés nerviosa, se que ganarás, yo estaré contigo". Pero esto era todo lo contrario a lo que realmente me dijo.