Don't hurt me, please. || Luke Hemmings

Grosero y Entrometido.

Eran las dos de la mañana y yo seguía despierta. El sueño aún no llegaba a mi.

Dos leves golpes resonaron en mi puerta. Me levanté y la abrí. Calum.

—Sabía que estabas despierta. —sonrió leve y se apoyó en el umbral de la puerta.

—No tengo sueño. —me encogí de hombros, volviendo a la cama y sentándome en ella.

—Yo tampoco. —torció los labios mirándome. —Y creo que hoy Michael y Luke decidieron irse a sus casas.

No creo que Luke esté en su casa, pensé.

—¿Y Ashton? —pregunté, mirando al piso.

—Está dormido, o eso creo. —entró a la habitación y se tiró en la cama boca abajo.

—¿No es muy temprano para que él esté durmiendo? —alcé una ceja haciendo una mueca. Ninguno de ellos dormía a las 2 de la mañana, normalmente, dormían alrededor de las 6 de la mañana.

—No lo sé, solo no quiere abrir la puerta. —suspiró un poco desanimado.

—¿Le hiciste algo? —pregunté.

—¡No! —dijo en un tono alto. —O tal vez, no lo recuerdo. —murmuró.

Calum miraba al piso, su mirada estaba apagada, o eso parecía.

—¿Haz hablado con Harry? —solté de repente. Me había acordado de que no había logrado sacarlo de su habitación y que la única solución era que Calum lo hiciera.

—Sí. —se sentó. —Cuando llegué no había nadie y fui a hablarle. Nos quedamos jugando un rato.

—Traté de sacarlo de su habitación, pero no lo logré. —saqué levemente mi labio inferior, formando un pequeño puchero.

—Supongo que es difícil. —se encogió de hombros, seguía mirando al piso. —¿Dónde estaban?

—Pues, yo fui al parque con Michael. —lo miré. —Luego Ashton y Luke fueron a buscarme.

—¿Micha... Michael... —tartamudeó y pasó una mano por su cabello. — te hizo algo?

NO, NO LO HIZO, grité, en mi mente, obviamente.

—No, no. —fruncí el ceño negando. —¿Qué me podría haber hecho?

—No... no... nada —se paró de la cama y metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón. —Iré por algo de comer. 

Asentí, acostándome en la cama. 

Calum ya se había ido, hace unos 10 minutos. Eran las 3:02am.

No sé cómo, pero me dormí.

Me levanté alrededor de la 1 de la tarde. Mi estómago no dejaba de rugir. Salí de mi habitación después de haber hecho mis necesidades en el baño.

En la cocina se encontraba Anne. Estaba haciendo lasagna.

—Buenos días. —saludó sonriendo al notar mi presencia. —O mejor dicho... —miró al reloj y luego a mi. —Buenas tardes. 

—Buenas tardes. —le devolví la sonrisa, viendo lo que ella cocinaba, se veía bueno.

—¿Dormiste bien? —preguntó, secando sus manos con una pequeña toalla. 

—Sí, como siempre. —solté una leve risa. —Esa cama es muy cómoda. 

—¿En serio? —rio alzando ambas cejas. —Los chicos la escogieron, me insistieron bastante por ella.