Idiota.

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Esta vez, los truenos fueron los culpables de mi despertar. El reloj marcaba las 9 de la mañana, aunque, por el clima, cualquiera pensaría que son las 9 de la noche.

Sentí los ojos muy pesados, lloré mucho anoche, pero tuve a alguien consolándome. Luke. No pensé que él haría algo así, es muy… muy Luke. En fin, nada es imposible.

Me levanté y fui al baño para hacer las necesidades básicas. Al salir, fui directo al armario en busca de un suéter de lana que Anne había colocado para mí. Me lo puse junto con un pantalón largo y unos calcetines. Acomodé las mangas del suéter y salí de mi habitación. Los truenos y yo, no teníamos una linda amistad.

–Buenos días, dormilona. –saludó Anne desde la cocina. –Estoy preparando desayun… ¡Oh, Brianna! El suéter te queda perfecto, querida. –ella sonreía ampliamente, contagiándome, solo un poco.

–Eso creo –alcé un poco mis brazos, mientras ella veía el suéter.

–Bien –me miró y seguía con la sonrisa –Te avisaré cuando esté el desayuno.

–Claro –asentí

Fui a la sala. Estaban Calum y Luke. ¿Ellos no tenían casa o?

–Brianna –Calum sonrió al verme y se hizo a un lado, abriendo espacio para que me sentase –¿Cómo dormiste?

–Cal –me senté en el espacio que había hecho y me acomodé –Dormí bien, gracias.

–¿No tuviste más pesadillas? –preguntó Luke, con la mirada perdida en su celular.

–No –negué con la cabeza. –Y gracias por lo de anoche.

–Cuando quieras –asintió guardando el celular en uno de los bolsillos de su apretado pantalón.

–¿Qué hicieron anoche? –susurró Calum en mi oído y rodé los ojos.

–Nada –me encogí de hombros, mirando la tv. Estaban dando The Middle.

–¿Segura? –volvió a susurrar. Esto era tan incómodo.

–Puta madre, Calum. Te ha dicho que nada, ¿no entiendes? –refunfuñó Luke.

–Ya, perdón. Solo era para asegurarme –bufó y cruzo los brazos viendo la tv.

Logramos ver una capítulo completo e iba a iniciar otro, pero Anne nos llamó para el desayuno.

–¿No comerás, Luke? –preguntó Anne al rubio, quién seguía en la sala.

–No, Anne. Ya comí, gracias igual. –respondió.

–¿Seguro que no quieres un hotcake? –insistió.

En menos de diez segundos el rubio se encontraba a mi lado.

–¿Cuántos quieres? –me preguntó Anne.

–Dos –respondí.

–¿Solo dos? –preguntó Ashton, él estaba frente a Luke.

–Sí –alcé una ceja y él negó.

–Pedirá más –agregó Michael, metiendo un pedazo del hotcake a su boca.

Y así fue. Terminé comiendo 5  hotcakes, estaban buenos, muy buenos.

–Al fin paró de llover –dijo Calum en un suspiro mientras se paraba de la mesa. –Estuvieron buenos, Anne. Vengo más tarde.

¿Por qué habla como si viviera en esa casa?

–¿Ya te vas? –preguntó el pequeño Harry. Nunca lo veía por la casa.

Don't hurt me, please. || Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora