Don't hurt me, please. || Luke Hemmings

Un paseo con Michael.

Narra Luke

–Luke, iré con Michael –soltó, y un leve rubor apareció en sus mejillas.

Si esto no me gusta a mi, a Ashton tampoco. Claro que él no sabía, pero yo le diría.

–Está bien –sonreí forzadamente, setándome nuevamente en el sillón. Esperaría que se fueran para luego ir a donde Ashton.

Antes de que Michael saliera, su mano pasó por mi cabello despeinándolo. Lo miré, él sonreía. Los dos salieron y me levanté, caminé a la habitación de Ashton. Él, Calum y yo, sabíamos el tipo de chico que era Michael y dudo que a Ashton le agrade la idea de que Michael esté afuera con Brianna, es decir, ahora es parte de su familia.

No suelo tocar la puerta,y esta vez, tampoco lo haría.

–Hey, Ashton. Brianna se fue con Michael –dije tranquilo, tirándome en su desordenada cama.

–No, ella debe de estar tratando de que Harry salga de su habitación –negó viendo su celular. –Además, Michael no está.

–Negativo –negué sacando un poco mi labio inferior –Acaba de salir con Michael.

–¿No hiciste nada? –me miró frunciendo el ceño.

Alcé ambas manos, inocentemente. –Ella quería ir.

–¿Michael te dijo algo? –preguntó, tirando el celular en la cama.

–La llevaría al motel de la esquina –me encogí de hombros, trataba de parecer pacífico.

–No jodas –alzó una ceja, y entrecerró los ojos.

–Sabes como es él. –me paré de la cama, dispuesto a salir.

–¿La irás a buscar? –preguntó mirándome.

Narra Brianna

No estaba planeado que Michael regresara. Iba a ser injusto que le dijera que ahora me iba con Luke, es decir, él se ofreció primero. Claro está, que si Luke se ofrece otro día, no lo negaré. Me dio algo de pena haberle dicho que no.

–¿A dónde ibas con Luke? –preguntó Michael, una vez que estabamos dentro del auto y él empezó a conducir.

–Igual, al parque. –respondí, mirando por la ventana.

–Disculpa por no haber avisado que me iba –suspiró. –Era algo importante.

–Oh, no te preocupes –negué.

Aparcó el auto en una esquina, para luego bajarse y abrir mi puerta. Todo un caballero.

–Gracias –sonreí bajándome del auto, y viendo a mi alrededor. Habían niños jugando y una que otra pareja sentada en pequeñas bancas en el fondo.

–No creerás a dónde se van después –dijo señalando las parejas que yo veía.

–¿A su casa? –rodé los ojos mirándolo.

–Sí, sobre todo –rio negando. –Vamos a una de esas bancas –ofreció.

Fuimos a una banca cerca de un árbol, me senté y luego él. Hubo silencio al principio, pero él lo rompió.

–¿Ya te estás adaptando? –preguntó.

–Solo llegué la semana pasada, aunque no parece, aún trato asimilir todo lo que está pasando –suspiré mirando al suelo. –Tal vez, y sea un sueño, uno muy bueno y malo a la vez.

–Eres fuerte, sabes –su mano acarició mi espalda –Yo no hubiese soportado todo lo que pasas –hizo una mueca.

Más silencio, incómodo por cierto. Desde que llegue, es el primero que habla de eso. Michael es especial, su forma de tratarme es diferente a la de los demás. Al principio, pensé que sería un grosero, pero solo fue por su desordenado cabello rojo. Él se veía tan… estúpido. Pero ya saben la frase, “no juzgues a un libro por su portada.”