Don't hurt me, please. || Luke Hemmings

¿20 preguntas?

Sí, ésta vez sí empezamos con las 20 preguntas, no me excusé.

–Empiezas tú. –ordenó Luke.

Mi plan era preguntarle cosas sobre el asunto de Michael. Pero obviamente, no lo haría de una vez, empezaré mis preguntas desde la 9 o 10.

–¿Cuál es tu fecha de nacimiento? –pregunté. 

 –Un 16 de julio de 1996... –se señaló con una sonrisa divertida –Nació esta hermosura.

Soltó una risa al verme rodar los ojos, para luego preguntar: –¿Cuál es tu apellido?

–Codelly. –respondí acomodándome en el sillón. –¿Tienes hermanos?

–Dos. –dijo mirándome. –¿Cuál es tu banda favorita?

–Probablemente, Bastille. –abracé una pequeña almohada que tenía a mi lado. –¿Color favorito?

–Verde. –miró al techo. –¿Ya haz dado du primer beso?

–Sí. –asentí recordando el asqueroso momento. –¿Con cuántas chicas te haz acostado?

Luke se sentó haciendo una mueca. 

–Paso. –contestó para no tener que responder aquella pregunta. Suspiré. –¿Cómo fue tu primer beso?

–Paso. –contesté imitándolo, él rodó los ojos.

–¡Oh, vamos! Solo dime cómo fue. –insistió, volviendo a recostarse en la cama.

–Pues tú dime con cuántas chicas te haz acostado. 

–Ugh. –refunfuñó. –Ya me aburrí de las preguntas.

–Que rápido te abu... –fui interrumpida por el sonido de un celular, y esta vez no fue el de él.

Luke miró la pantalla de mi celular, y luego su mirada se posó en mi. –Un mensaje de Renn.

–¿¡Renn!? –exclamé con asombro y me levanté de inmediato a agarrar mi celular.

–Uhm... sí –dijo Luke con el ceño levemente fruncido.

–Shh... –susurré, mientras deslizaba mi dedo para desbloquear el celular y buscar el mensaje.

"Renn: ¿Brianna? Es Renn, he llegado a Australia, pasé por tu casa y todo estaba oscuro, ¿se han mudado?:("

¡RENN HABÍA REGRESADO!

–¿Quién es ese? –masculló Luke, se encontraba parado detrás de mi, leyendo el mensaje.

–Eh, ¿otra vez leyendo mis cosas? –fruncí el ceño y bloqueé mi celular. –¡Fuuuu! 

–Lo siento. –se quejó mientras se sentaba en la cama. –En fin, ¿quién es?

–Mi ex. –murmuré, estaba un poco molesta. En serio me molestaba que se metieran en mis cosas.

–Uy. –susurró. –¿Y por qué terminaron? 

–No te importa, Luke. –fruncí el ceño negando.

–Tal vez me impor... –sonó un celular, otra vez. El mío.

Lo vi y era otro mensaje de Renn. Debería contestarle, pero lo iba a hacer cuando el rubio a mi lado se fuera. El celular sonó unas cuatro veces más. Cuatro mensajes nuevos, de él.

–¿Por qué no contestas? –preguntó Luke,

–No quiero hablar con él. –mentí encogiéndome de hombros.