Misterio.

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El día fue muy aburrido, no hicimos nada, solo ver televisión. Calum, Michael y Ashton se unieron a nosotros a las 4 de la tarde. La maratón de America’s Next Top Model, terminó alrededor de las 8 de la noche.

–Mamá, ¡tengo hambre! –gritó Lauren y llevó sus manos a su estómago.

–Ashton, ve a comprar sushi –ordenó Anne acercándose a nosotros, pensó lo que dijo unos segundos y se retractó –Mejor vayan a comer todos. Yo me quedaré esperando a Thom.

–No tengo dinero –dijo Ashton seco y se paró.

–Eso es lo de menos, querido, yo te lo daré –sonrió Anne y Ashton bufó.

–Creo que ya se me fue el hambre –murmuró Lauren quien miraba aquella escena.

–No –Anne dirigió su mirada a Lauren –Tu hermano los llevará a comer.

Ashton rodó los ojos y fue a su habitación. Algo lo había molestado, ¿pero qué?

–Michael, ¿puedes ir tú? –Michael asintió y se paró. Anne se acercó a él y le dio unos 3 billetes.

–No se demoren, y tengan cuidado –advirtió Anne y miró a Michael –No dejes que Luke maneje.

–Estoy aquí –se quejó Luke y Anne rodó los ojos.

–Ya sabes –dio una palmada en el hombro de Michael y subió a la segunda planta.

–Vámonos –Michael agarró sus llaves y los cuatro nos paramos.

Salimos de la casa, nadie hablaba. Espero que todos, al igual que yo, se estén preguntando sobre la actitud de Ashton. O tal vez, ya estén acostumbrados a eso, tendré que hacerlo.

El auto de Michael era un Audi Q7 gris. Michael abrió la puerta del copiloto y me miró.  –Brianna, adelante. –ordenó, totalmente serio.

Entré y cerró la puerta. Atrás iban Calum, Lauren y Luke. Michael entró por su puerta.

–¿En serio comprarás Sushi? –preguntó Luke en un suspiro.

–¿Quiénes quieren sushi? –se volteó Michael.

–Yo –dijeron Lauren y Calum al uniso.

–Yo también quiero –culminó Michael, se acomodó y encendió el auto.

–¿Qué hay de Brianna? –sentí la mirada de Luke, se había acercado a mi asiento. –¿Quieres sushi? –preguntó.

–No comeré. –respondí y observé como la ceja de Michael se alzaba.

–¿Por qué? –soltó Michael y miré por la ventana.

–Odio el sushi –negué con la cabeza.

–¡¿Lo ven?! –exclamó Luke. –No soy el único, eso sabe horrible.

Reí un poco y crucé mis brazos, las ventanillas del aire tiraban directamente a ellos.

–Bien, bien, comeremos tacos –bufó Michael.

–No es justo –refunfuñó Lauren. –Yo quiero sushi, Calum también quiere, y tu dijiste que querías. Tres contra dos.

–Ahora quiero tacos. –contradijo Michael. –Dos contra tres. –sonrió victorioso con la mirada en el camino.

–Es por Brianna. –suspiró Lauren y me sentí mal. No creo que haya sido por mi, fue por Luke. Sí, por él.

–¿Perdón? –preguntó Mike confundido.

–Nada –Lauren negó y apoyó su cabeza en el hombro de Calum.

El auto se hundió en un silencio después de ese comentario. Todos estábamos incómodos, pero ninguno más que yo. No sabía ni como respirar.

Don't hurt me, please. || Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora