Narra Brianna.
No entendía absolutamente nada. Luke había llegado todo asqueroso y sudado a la casa y diciendo que había ido a buscarme. Ashton solo reía, y reía y reía. ¿A dónde había ido a buscarme? Es decir, yo caminé de regreso a casa, ¿él no se había dado de cuenta?
Como sea, no me importaba nada con respecto a Luke. Miré al techo y me acomodé en la cama. Alguien tocaba la puerta. Suspiré.
–Adelante –grité.
Michael.
–Hola –murmuró cerrando la puerta. –¿Cómo estás?
Me senté y lo miré. –Estoy bien, ¿y tú?
–De maravilla –sonrió y se sentó a mi lado. –¿Qué le pasó a Luke? Está cabreado allá afuera.
–¿Acaso yo tengo que saber? –fruncí el ceño negando. –No, no sé y no me importa.
–Hey –Michael alzó las manos divertido. –Al parecer alguien también está como él.
Negué mirando al piso. –No lo estoy.
–¿Segura?
–Sí, estoy segura.
–Bueno, vine para saber si quieres salir mañana, te prometo que ni Ashton ni Luke ni Calum nos va a interrumpir. –Michael me miró.
–Oh, claro que s... –traté de decir pero un nombre vino a mi cabeza: Renn. –Lo siento, no puedo. –corregí.
Michael sonreía, pero cuando dije que no, su sonrisa se desvaneció.
–¿No puedes?
–No –negué varias veces.
–¿Quién te sacará? ¿Luke? ¿Ashton? ¿Calum? –quizo saber.
–No, no y no.
–¿Entonces quién? –preguntó.
–Nadie, no importa, tengo sueño, ¿te puedes ir, por favor? –pedí.
Michael me miró confundido y se paró de la cama, se acercó a la puerta y luego me miró.
–Si no quieres salir conmigo, solo dilo. –dijo y luego salió.
Qué. Le dije que no podía, no es que no quería, solo que no podía.
Estúpido Luke, estúpido Michael, estúpidos todos.
Me acosté y miré el reloj en mi celular, éste marcaba las 10:09. Era temprano pero tenía sueño apesar de que dormí en la tarde. Iba a dormir pero sonó mi celular. Era un mensaje de Renn.
"Renn: He empacado, nos vemos mañana, dulces sueños, Briz. (si es que vas a dormir, claro.)"
Sonreí al leer el mensaje, dejé el celular a un lado y finalmente, me dormí.
Narra Luke.
Salí de la casa de Ashton y caminé a la mía. La noche estaba fría y me gustaba. Había una pareja, tenían unos catorce o quince años, apróximadamente. Se veían felices, o por lo menos la chica lo estaba. Caminaban con las manos agarradas y hablaban. ¿Durarían para siempre? No lo creo. Uno de los dos se cansaría. Triste, pero cierto.
Seguí caminando y llegué a mi casa. Mamá estaba sentada en el sillón y habían muchas bolsas en la cocina.
–¡Luke! ¡Hijo! –sonrió mamá al verme y extendió sus brazos esperando un abrazo. Me acerqué a ella y la abracé. Liz era tan cariñosa.
ESTÁS LEYENDO
Don't hurt me, please. || Luke Hemmings
RomanceBrianna, con 16 años, sufre un accidente donde sus padres y su pequeño hermano muere. Después de haber estado en un centro de adopción, una familia se fija en ella. ¿Se sentirá bien con ésta familia? ¿Tendrá algún amor? ¿Saldrá herida?