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Esperaba pacientemente recargado a la salida del instituto, su cabello se movía con la fresca brisa de esa tarde aligerando un poco el horrible calor del verano.
Los estudiantes salían corriendo desesperados, era de suponer todos eran niños prácticamente, para ellos la escuela era lo peor que les pasaba al crecer. Solo unos pocos le tenían verdaderos gusto.
Alzó sus ojos buscando entre el montón de cabecitas peludas una en especial ;sabía que era de los últimos en salir, su personalidad calmada y tranquila no le permitían como otros niños correr al sonar el timbre de la salida.Lo divisó a los pocos segundos, esos mechones brillantes de negro cabello eran inconfundiblemente tiernos al caer a ambos lados de las mejillas más suaves que alguna vez llamaron su atención. La pequeña criatura caminaba solitario, no era de amistades y él tampoco, por esa razón había sido tan única su conexión.
-Itachi -el niño alzó su mirada profunda en su busca. Pronunció su nombre al mismo tiempo que sonreía dulcemente para el.
-Sasuke -el también sonrió levemente, algo en ese niño le incitaba a ser una persona completamente diferente.
-¿No sabía que vendrías a buscarme hoy? De ser así habris salido antes.
-Descuida Sasuke, hoy tuvimos algunas clases libres por lo que venir hasta aquí y esperarte no me resultó un problema.
-Gracias, mamá no podía venir por mi hoy -comentó con un leve suspiro. Los padres de Sasuke eran así, unos desentendidos con su único hijo al que su veían una vez por semana era mucho.
-Si quieres te llevo algún lugar ¿donde te gustaría?
El niño pareció pensarlo por varios segundos hasta que con una sonrisa comunicó que quería un helado. Itachi asintió tomando su mano antes de empezar a caminar. No habían abandonado el terreno de la escuela cuando Itachi tuvo que voltearse, lo había sentido inconfundiblemente, esa mirada que se posaba sobre ellos al estar cerca de Sasuke. Frunció la frente en disgusto, aun no descubría a quien se trataba, pero lo haría, nadie amenazaria la tranquilidad de ese pequeño.
Recordaba el día en que conoció a Sasuke, su tío Izuna había salido en uno de sus trabajos raros dejándolo a cargo. Sasuke se presentó esa tarde en la oficina, solo y con un folleto de publicidad sobre el lugar. Requería sus servicios, Itachi estuvo a punto de rechazarlo, no tenía ganas de jugar con un crio o buscar gatos, los trabajos que normalmente traían y su tío le obligaba hacer. Pero cuando sus ojos conectaron con los de esa criatura quedó maravillado, cuanta belleza poseía en una simple mirada, la elegancia del movimiento de sus labios y su pequeño y delgado cuerpo. Pero sobretodo la seriedad que veía arraigada en su convicción al ir ahí.
-¿Quiero un guardaespaldas? -ese fue su petición. Itachi se mostró curioso, que razón le motivaba a un niño de esa edad a pedir algo así.
La razón le llegó bastante rápido.
-Hace días que siento una mirada sobre mi, hable con mamá y me dijo que eran imaginaciones mías. Pero cuando estoy en la escuela puedo sentirla, es como si me atrapara e intentara devorarme con ella. Ayer se me hizo tarde con el club, mi madre no iba a ir por mi ese día por lo que salí solo de la escuela, entonces al pasar por el parque sentí esa mirada, esta vez esta tan cerca que temí, corrí desesperado hasta llegar a casa. Pero nunca dejó de seguirme solo hasta que me encontré con un vecino desapareció . Estaba tan asustado que me costó reaccionar.
El temblor de sus labios al hablar, la franqueza en su mirada y el terror que su cuerpo expresaba fueron suficientes para Itachi. Ese niño decía la verdad, algún pervertido estaba detrás de él e incluso se atrevía a pensar que iba más allá de eso. No lo negaba Sasuke es una preciosura de niño, una muñeca de la más fina porcelana a la que quieres admirar eternamente y eso claramente llamaría la atención en cualquiera que con una moral podrida deseaba poner sus manos sobre el.
Aceptó de inmediato, no pediría pago, no le comentaría a su tío, conociéndolo armaría un alboroto y el mismo cazaria al desgraciado... Temía por el ser que cayera preso de sus garras al estar bajo la influencia del enojo. Izuna enojado era de temer.Pero algo le decía que ese tipo sabía muy bien lo que hacía.
Sasuke se mostró aliviado con su aceptación, solo era un niño asustado sin unos padres comprensivos y necesitado de apoyo. El se lo daría, cuidaría de él hasta que fuera necesario tal como a Izuna hizo con él cuando a los diez años quedó huérfano.
Era un sentimiento similar, algo que le impulsaba a querer proteger a Sasuke con todas sus fuerzas.
Solo puso como condición una sola cosa :Sasuke no debía presentarlo como su guardaespaldas, lo haría como su novio.
Le agrado la idea en cuanto estuvo en su cabeza, si eres un adulto y deseas a un niño saber que otro está en tu terreno te obligará a salir o esconderte... Itachi abogaba por salir e intentar alejar al estorbo, es lo que el haría. Quizá no era una idea muy bien pensada, quizá lo hacía por su propio gusto... ¿a quién engañaba? Lo hacía por que le gustaba Sasuke bastante como para arriesgarse a ser llamado pedófilo.
Sasuke estaba primero de secundaria, el en segundo de preparatoria, casi tenía su mayoría de edad, pero ese niño era tan lindo que se arriesgaría a tenerlo bajo sus brazos.
Sasuke es un nombre hermoso, tan bello como la criatura que lo llevaba... había cautivado a Itachi. Y este estaba feliz con eso. Solo tenía que disponer de toda su materia gris para encontrar al pervertido y darle una patada lejos de Sasuke para siempre.
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"Trabajos varios" [MadaIzu \ItaSasu]
FanfictionMadara necesita un acompañante para una reunión familiar, un amigo le recomienda contratar un novio de alquiler ;pero cuando accede a intentar esa idea se confunde de lugar entrando a "Trabajos varios", una dudosa agencia con un más raro dueño todav...