"Trabajos varios" [MadaIzu \ItaSasu]

capitulo 9

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Izuna abrió los ojos sintiendo de inmediato el terrible dolor de cabeza producto de la bebida. Sujetó su cabeza con ambas manos, se sentía mareado y desubicado. Descubrió su cuerpo observándose desnudo, no recordaba como llegó a su cama, y muchos menos el porque se hallaba así.

Buscó con la mirada su ropa viéndola en el suelo. Estiró su cuerpo alzando los brazos, si descartaba el dolor de cabeza no sentía ningún otro tipo de mal, al contrario su cuerpo se sentía rejuvenecido, liberado del estrés que pesaba sobre sus hombros.

—¿Madara..? —no lo había visto donde estaba, no durmió en el hotel —¿Dónde estará? —bostezó ruidosamente.

—¡Izuna Buenos días! —escuchó la voz de Madara provenir del baño. Después de preguntar no esperaba recibir respuesta tan rápido, solo tenía curiosidad.

Salió de la cama arrastrando su cuerpo hasta el bordillo del colchón, estiró su mano buscando con que cubrir su desnudez. Al ponerse de pie todo su mundo se vino abajo...

—¡¿Qué?! —gritó asustado. No sentía dolor.. para nada, pero sí sentía algo bajando por sus piernas. Enrojeció completamente, no quería creerlo... pero sabía bien que era... no está tan estúpido para no verlo. Amaneció desnudo, ayer estuvo borracho ¿cómo no lo había pensado?

Bajó su mano hasta el interior de sus muslos, la sustancia viscosa que  quedó en sus dedos fue prueba suficiente.

Sabía que no debía beber, no debía porque cuando lo hacía su racionalidad desaparecía por completo y con los años comprendió lo estupido que se volvía... esa era su debilidad, emborracharse con tanta facilidad.

Además teniendo a Madara, quien también bebió . Madara era simplemente su tipo, un hombre que cumplía con todas y cada una de sus fantasías,si bebió no dudaba que llevarlo a la cama era algo que su mente abarrotada de alcohol ansiaba. No podía culparle por negarse a su yo borracho, sabía que podía ser muy insistente cuando se lo proponía .

—¿Izuna estas bien? —preguntó Madara luego de salir del baño.

—Lo estaré en cuanto me bañe —suspiró —Siento lo de ayer, quizá resulte ser demasiado...

—Maravilloso —completó la frase con una sonrisa —Nunca tuve una noche tan especial como esa. Pero quien debe pedir disculpas soy yo, no fui capaz de detenerte.

—No digas más por favor, me conosco y sé cuan molesto puedo ser —acaricio su nuca avergonzado —Si no te importa me quiero bañar... tengo... —calló no se atrevía a decir mas.

Madara entendió rápidamente a que se refería Izuna, al punto de también avergonzarse por no haber pensado en otra cosa que venirse dentro.

—C-claro —se hizo a un lado para dejarle pasar —Pediré el desayuno al servicio de habitaciones debes estar cansado.

—A la verdad no —sonrió —Pero te lo agradesco ,no me apetece salir.

Siguió caminando en dirección al baño.

Cuando estuvo bajo la regadera dejó que su cuerpo fuera abrazado por las cálidas aguas. ¿Qué debía hacer? No era un trabajo, ambos los hicieron por decisión propia, aun si estuviera bajo el alcohol sería pecado decir que le había disgustado. Por qué le gustó y mucho. Recordaba la sensación de las varoniles manos recorrer su cuerpo, esas caricias traviesas, los besos candentes, la magnífica lengua entrando hasta donde nunca otro lo había hecho... ¡Una gran noche! Y no podía recordar más que las sensaciones... no imágenes, pero no hacía falta, necesitaba mirar a Madara a la cara.

—¿Qué debería decirle? El no parecía incómodo, yo tampoco lo estoy pero temo que eso cree problemas en un futuro.

—Eso no debería suceder —la voz de Madara le sorprendió obligándolo a dar un brinco por el susto —Si te preocupa lo que piense yo te lo diré entonces ¡Quiero repetirlo! —dijo con absoluta confianza.

—¿Ehh repetirlo? —se volteó mirándolo incrédulo —Te refieres a... —señaló ambos cuerpos. No merecía la pena hacer un teatrito por su entrada al baño, ni porque lo estuviera viendo desnudo.

—Claro que si. No lo acabo de decir —se cruzó de brazos —¿No quieres Izuna, ayer no parecías no desearlo?

—Eres un descarado —murmuró —No diré que no me gustó, solo no creo que sea correcto volver hacerlo. Digo.. Lo nuestro solo es una actuación... compartir más solo puede darte problemas.

—Creeme que estoy dispuesto a enfrentar esos problemas, gustosamente les abriré los brazos —contestó acercándose a Izuna— Es cierto que cuando te contraté lo hice buscando una pareja solo de apariencia pero... no sé, te conocí y decidí que podía buscar algo más. No me gusta mentir y si hay posibilidades de volverlo real yo estoy más que dispuesto ¿Qué me dices? ¿Aceptas intentar ser algo más real?

—¿Más real? —debía estar dormido aún, si debía ser eso, se estaba imaginando un montón de locuras.

—Así es —acarició la mejilla de Izuna con la yema de sus dedos. El contacto hizo enrojecer más al contrario. La dulzura con la que le estaba mirando no pasó desapercibida a ojos de Izuna. Madara sonrió —Izuna creo que me gustas... tal vez te resulte muy tonto que lo diga luego de tener sexo.. pero yo...

—Esta bien —le interrumpió , alzando la mirada — Lo intentaremos —dijo sonriendo suavemente. Le había sorprendido tal demostración de sinceridad, Madara le pedía volverse su pareja de verdad, no algo falso.. aceptaría que mentir no le agradó para nada y si... claro.. podia darse una oportunidad, no quería rechazarlo... vamos tuvo una gran noche de la que no recuerda casi nada.Seria injusto para los dos —Con una condición.

—¿En serio? —Madara sonrió —La que sea, no me importa...

Se sentía abrumado por tanta emoción, Madara parecía un niño pequeño.

—Q-quiero —tartamudeó nervioso —Repetirlo ahora y aquí, es un injusto que no pueda recordar nada.

Madara llevó una mano a su boca para cubrir la sonrisa que esas palabras le causaron. Jamás espero encontrar en otro ser humano tanta inocencia y ternura como le daba a ver Izuna.

—No tienes que pedirlo —sujeto una de las manos de Izuna para llevarla su entrepierna donde su miembro totalmente despierto escuchaba la conversación muy de acuerdo. —Llevó viéndote desnudo desde que nos levantamos... esto debía suceder.