Capitulo 23

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🦋♥️🦋





Madara despertó temprano esa mañana, Izuna aún continuaba durmiendo por lo que se puso algo de ropa adecuada y salió de su habitación dispuesto a dar un paseo mañanero por los alrededores, respirar un poco del aire húmedo por el rocío y tal vez darse una vuelta por los establos. Besó la mejilla del durmiente Izuna con dulzura antes de salir.

Estuvo caminando por varios minutos cuando sintió a alguien acercarse a él, no se volteó pues ya reconocía esos pasos delicados donde fuera.

-Cuñada buen día -saludo con una sonrisa a la mujer -Disfrutando del sol de la mañana.

La mujer le devolvió una cálida sonrisa tímida antes de pararse a su lado.

-Me apetecía un poco salir a tomar el fresco, en estos días he estado mejor y el médico me recetó un poco de sol.

-Ya sabía yo estabas más hermosa últimamente -le tomó de la mano besando el dorso de esta caballerosamente -. El siempre hace bien, el médico sabe lo que dice. Aunque una belleza como la tuya nunca deja de brillar.

-Ohh Madara tu siempre tan halagador -dijo con las mejillas levemente sonrosadas -. Solo a ti te paresco bella aún cuando la enfermedad me tiene demacrada, pero te lo agradesco, sentirme bella me subió el ánimo.Es muy lindo tu pareja, sabes... esta vez elegiste bien, estoy muy feliz por ti.

-Izuna es especial, nunca había conocido nadie como él y no puede evitar quedar enamorado de su mirada-comentó mirando sonriente al cielo.

-Tu hermano también está feliz, aunque no lo diga sabes cuanto le cuesta expresar algo... es un cabeza dura.

-Lo sé Mikoto y me alegro de que al menos el si sea feliz en esta casa. Tiene una hermosa compañera y dos hijos maravillosos... antes le envidiaba, pero ahora te puedo decir que no tanto.








***



La mano de Izuna se movió entre las sábanas buscando el cuerpo de su pareja y al no hallarlo frunció la nariz levemente, las sábanas estaban frías por lo que debía de haber salido hace un buen rato. Se incorporó sentándose en la cama tras un bostezo ruidoso y se levantó.

Algo dolorido camino hadra el baño para darse una ducha, podía sentir su piernas pegajosas y al caminar, como lo que le quedaba dentro salía, llenando sus ya sucias piernas de la corrida de su pareja.

Bajo el chorro de agua caliente se dedico Izuna a rememorar los sucesos de los últimos días, no pudo evitar sonreír tontamente ;hacia solo unos días el mismo se miraba al espejo notando los años que habían pasado y meditando sobre su vida sentimental, la cual se había vuelto deprimente y nula desde que Itachi había llegado a su vida. Realmente le preocupaba mucho cuanto podría afectar al niño y a si mismo, lo dejo pasar por algunos años y luego otros más con escusas tontas de tener mucho trabajo y al final se hicieron cinco años desde su última vez. Ahora luego de conocer a Madara no había día en que no lo hiciera, Itachi mismo le había dado el empujoncito para dejar atrás esos años y vivir para si mismo otra vez ;la vida le sorprendió con la pareja más especial que podría heber conocido, de eso estaba totalmente seguro.

Unas manos cálidas subieron por su espalda acariciando esta con dulzura hasta detenerse en su nuca y ser besada.

-Um me gusta esto, encontrarte así tan sexy con tu bonito trasero descubierto ¿Esperabas por mi? -dijo cerca de su oído con tono sensual haciendo que cada nervio del cuerpo de Izuna se extremeciera en respuesta.

-No, pero si lo quieres ver de esa forma no tengo problemas -se giro sobre sus pies para devolverle un beso corto -Es mas, te gustaría disfrutar del momento, mira que no llevo nada debajo.

Madara gruñó excitado por aquellas palabras, eso era lo sus estaba esperando y lo ansiaba desde que regresó y escuchó el sonido de la ducha... ese sonido era tan erotico.

Sin darle tiempo a Izuna para decir nada más presionó su espalda contra la pared apoderándose de su boca con ansiada necesidad a tiempo que elevaba una pierna de su amante para entrar en su interior.

Izuna mordió su labio sintiendo su entrada ultrajada sin haber sido preparada, más no hubo dolor puesto que aún quedaban restos de la noche anterior y se encontraba bastante dilatado. Aferró sus manos cerrando las tras su nuca en un impulso de no perder el delicioso contacto de sus bocas.

Una y otra vez las caderas del mayor golpearon la pelvis de Izuna con cada embestida, los cuerpos de ambos calientes por el deseo bajo el cálido chorro de la ducha se dejaron inundar por el placer, Izuna fue el primero en sentir su miembro liberarse y luego lo hizo Madara segundos después llenado nuevamente el interior de su pareja con su corrida.






***




-Izuna te llevaré algo de ropa espera un segundo -gritó Madara yendo hasta la puerta a ver quien osaba disturbiar su privacidad. Solo le cubría una toalla sus partes íntimas mientras su cabello húmedo goteaba mojando la alfombra bajo sus pies.

-¿Qué quieres? -preguntó fríamente mirando con extremo desagrado a la mujer frente a él.

-Solo quería saludar, ayer en el almuerzo te portaste un poco malo conmigo Maddy ni siquiera me hablaste -dijo.

-Tu y yo no tenemos nada que hablar, te lo aclaré muy bien la última vez que me hablaste -hizo un intento por cerrar la puerta pero la fémina fue más rápida lanzándose contra su pecho impidiendo que la puerta se cerrara.

-Eso es lo que me gusta de ti, eres tan malvado y duro... Los hombres así me gustan mucho -acarició el pecho descubierto de Madara por unos segundos.

-No se que mierda tienes en la cabeza mujer, pero no me interesas, te aborresco -le separó como si fuera algo que apestara empujandola hacia la puerta -. Además por si lo olvidaste eres tu la pareja de Taijima, comportarte un poco, ten decencia.

-Sabes que me gustas tu, siempre te lo dije y si tu me lo pides dejo a tu padre muy rápido y me entrego a ti. Te prometo que no te arrepentirás si me dajas calentar tu cama por una noche.

-¡Para eso estoy yo! -interrumpió Izuna mostrándose solo con una camisa de Madara que le cubría hasta las nalgas-Me haces el favor y te alejas de mi pareja, arrabalera de cuarta , él ya te dijo que no tiene interés en ti y si necesitara que alguien le dé una buena revolcada me tiene a mi, no necesita un par de pechos ni una vagina por donde pasaron miles, con mi trasero le basta y le sobra -dijo poniéndose en medio para hacer retroceder a la mujer -Madara es demasiado caballero para sacarte a empujones, pero yo no y si tienes la desfachatez de volver acercartete le lo advierto te alejare de él por los cabellos. ¡Ahora largo!

Izuna cerró la puerta cuando la mujer desconcertada salió por ella. Un silencio sepulcral reino en el espacio donde ambos estaban hasta que Madara habló.

-Me gusta como se te ve esa camisa, resalta tus... -sonrió pícaro -lindas curvas traseras.

-Que voy hacer, mis nalgas te vuelven loco -se encogió de hombros.

-No te imaginas cuanto -le abrazo por detrás restregando su endurecido miembro entre sus nalgas desnudas -. Mira como me tienes con solo una sacudida de tus caderas.

-Seguro no era por aquel par de pechos, se te veía muy feliz cuando se restregaban en ti -le picó la mejilla con un dedo

-Te puedo asegurar que todo esto es por ti, además los pechos nunca han sido mis favoritos, yo prefiero un trasero redondito y terso. Si no me crees preguntale a este de aquí abajo, el te responderá mejor que yo.

-Creo que haré eso, me apetece una charla entre mi bonito trasero y tu amiguito -dijo.

-Pues a que esperamos...

"Trabajos varios" [MadaIzu \ItaSasu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora