Estaba algo agotada, era mucho para un solo día. La fiesta ya estaba terminando así que aguardaba la oportunidad para irme en cualquier momento para mis aposentos.
¡Lo necesitaba!
Ser la invitada de honor era un fastidio.
A veces me preguntaba qué sería de mi cabeza si estos nobles pudieran leer mi mente. Sería divertido ver sus expresiones al escuchar lo que opinaba de ellos, de su ropa ridícula y sus comentarios vacíos. Este palacio me quedaba muy grande, necesitaba un apoyo, necesitaba a Nora.
Lo peor de todo era que la única persona que podía darme algún indicio de mi amiga era la última que quería ver en este momento.
Pasé la noche entera tratando de encontrar a Mortis, pero al parecer no asistió al baile.
Jhonatan era mi única opción. Estaba rodeado de un grupo de nobles, como si fuera un lujoso centro de mesa... uno glamuroso y único.
Porque Jhonatan Brown destacaba dentro de todas las personas de este lugar.
Llevaba rato observándolo en silencio, reguardada tras un enorme jarrón de rosas. Trataba de descifrar su expresión fría y de vacío, sin saber si el chico que conocí durante mi viaje era el auténtico Jhon o solo un personaje premeditado con anterioridad. Se mantenía conversando con el rostro indiferente, sin demostrar ni una pizca de sentimiento.
Una de las mujeres que lo observaban hablar sonreía de una manera estúpida y se inclinaba para que se notara el pronunciado escote de su vestido color turquesa. No conocía a esa chica, pero era tan hermosa y exótica que me hacía preguntarme por qué mi prometido no se dignaba a interrumpir su charla y mirarla.¿Acaso yo lo miraba así de embobecida?
Jhon volteó a verme, como si la tensión de mi mirada lo llamara por la espalda. Miré en varias direcciones apenada, me había descubierto en un extremo del local observándolo como una acosadora... en otra de mis ya acostumbradas situaciones incómodas.
Al menos esta vez podía culpar al vino.
Todos giraron a verme y tenía dos opciones... o me giraba y buscaba el anterior grupo de duquesas cincuentonas que me habían interrogado durante una hora, o sonreía como una idiota por haber quedado como una prometida obsesiva.
¿Adivinen cuál tomé?
Jhon me extendió la mano para que me les uniera a la charla y me descubrí caminando mecánicamente hasta el pequeño grupo de personas.
—Les presento a mi prometida —dijo secamente, yo me dediqué a observar el pequeño grupo: Lady escote gigante, una señora mayor que me observaba como si fuera algo preciado, dos jóvenes agraciadas extremadamente pálidas y elegantes, tres hombres y un chico que parecía demasiado joven para este tipo de eventos.
Todos hicieron una reverencia de respeto.
—Por fin conocemos a la futura reina de Maire—dijo una de las chicas, tenía un acento un poco norteño y era la única que no miraba a Jhonatan como si fuera un apetitoso pastel de manzanas.
—Verónica, ellos son los príncipes de Willort... Mónica y Theo Castle. —El príncipe Theo era sin dudas muy joven y su tamaño diminuto no lo ayudaba. Tanto Mónica como él tenían la piel bronceada y el cabello castaño oscuro. La cara de aburrimiento del príncipe Theo me decía que estaba tan cansado de esta fiesta como yo.
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La corona de la esclava ®
FantasíaMi nombre es Verónica Capri y soy la hija de uno de los duques de la corte de Sora. De niña tuve la mejor y más cara vida hasta que mis padres murieron en un incendio. No solo me dejaron a cargo de mi pequeño hermano, también descubrí que teníamos...